Daño irreparable

Las fallas del Ifecom hacen daño en la percepción de los inversionistas.
Opinión -
Uno de los estandartes de México era contar con una ley moderna y eficiente que daba certeza sobre la operación de los concursos; sin embargo, las fallas del Ifecom están levantando dudas que hacen daño a la percepción de los inversionistas.
Mexicana de Aviación

Quizá Griselda Nieblas no alcanza a dimensionar el gravísimo daño que le está causando no sólo a los acreedores de Mexicana de Aviación y Vitro o a la Ley de Concursos Mercantiles sino también a la inversión extranjera en el país por la manera irresponsable, inadecuada y tramposa en que han sido llevados estos dos procesos de concurso mercantil.

Uno de los estandartes de México era contar con una ley moderna y eficiente que daba certeza sobre la operación de los concursos; sin embargo, las fallas del Ifecom, que se ha plegado en el caso de Mexicana al juez y el conciliador y en el de Vitro al interés de la empresa, están levantando dudas que hacen más daño en la percepción de los inversionistas que la adecuada guerra de los mexicanos en contra de la delincuencia organizada. A diferencia de algunos sectores en México que, equivocadamente, creen que la lucha de Felipe Calderónse comprende mucho mejor en el extranjero y que es una guerra por la soberanía y la tranquilidad de las familias.

En el caso de Vitro, la juez que lleva el concurso simple y sencillamente se plegó al interés de los hermanos Adrián y Federico Sada. La estrategia no ha funcionado porque los acreedores han recurrido a Estados Unidos, donde el asunto va en un tiempo diferente, puesto que ahí sí se defiende a quienes prestaron dinero y no lo pueden recuperar.

El caso de CMA es todavía más dramático. Líderes sindicales que perdieron la brújula y se quejan ante la SCT, cuando la dependencia ha hecho todo lo que está a su alcance para ayudar en el proceso.

Un juez, Felipe Consuelo, que está enloquecido con una vinculación, en el menos malo de los casos, exótica con Med Atlántica, que no se harta de demostrar que no tienen un peso y que quieren hacer un salivazo jugándole a la política.

Lo peor, un conciliador, quien no sólo está tomando los recursos de la empresa y colocando a sus familiares, sino que, además, usa toda su fuerza para impedir ser auditado, un derecho establecido en la ley por parte de los acreedores.

Como le hemos adelantado en esta columna, si Gerardo Badín fuera menos atascado usaría los días que tiene para despedir familiares, devolver activos y tratar de tapar las cosas, pues en el Poder Judicial ya hay más de dos que han levantado la ceja y no sería difícil que se tomaran acciones.

Raros

Scotiabank es un banco muy extraño. Durante el lustro en el que Nicole Reich ha encabezado esta institución de crédito se han convertido en una suerte de caja de secretos a la que se le olvida que se trata de una institución que tiene que relacionarse no sólo con sus clientes sino con la sociedad.

Hay quienes dicen que en Scotiabank tratan de repetir aquello que era norma no escrita en los tiempos en que el gobernador de Banco de México era Miguel Mancera. Decían que todo era secreto o privado, al grado de que cuando llegaba Excélsior lo archivaban con el sello de confidencial.

Quien encabeza esta institución cree que lo que pasa dentro de Scotiabank se queda en Scotiabank, sin importar que algunas de las acciones de sus funcionarios tengan que ver con la sociedad.

En la representación gremial dentro de la ABM la opinión sobre Reich es que no es especialmente activa con respecto al tamaño de su institución; sin embargo, la opinión es muy buena.

Scotiabank obtiene utilidades parecidas a las del promedio del mercado, pero la pérdida de presencia de marca y de penetración de mercado es muy difícil de explicar para una presidenta y directora general que, oficialmente, prácticamente todo el tiempo se encuentra de viaje.

Hay quienes pretenden comparar el desempeño de Scotiabank con el de HSBC; sin embargo, se trata de dos instituciones diametralmente diferentes, puesto que la primera es una suerte de banco autista y el dirigido por Luis Peña no sólo vivió un largo proceso de redefinición que terminó con muy buenos resultados.

En el caso de Scotiabank llama poderosamente la atención que su intento de mantener un bajo perfil se difumina no sólo entre la mediocridad (que eso sólo le correspondería calificar a sus accionistas) sino también en prácticas muy dudosas.

En los últimos días comenzó a circular la versión de que había un escándalo de fraude al interior del banco que tenía que ver con el área de publicidad y mercadotecnia.

Primero se trató de ocultar, después de minimizar y, al final, de reconocer parcialmente los problemas aun cuando se desató la tradicional presión para que se tapara el asunto.

En este escándalo llama poderosamente la atención que haya renunciado Manuel García Lascuráin, puesto que, más allá de su cargo como director general adjunto de mercadotecnia, era cercano entre los cercanos de Reich.

Quienes aseguran que el asunto se terminó podrían estar equivocados, puesto que el tema va mucho más allá de un caso aislado y hay quienes consideran que, más allá de renuncias y despidos de segundos niveles, este problema sólo es la punta del iceberg de una forma de operar muy oscura y extraña.

Prepotencia

A pesar de la prepotencia con la que se está conduciendo Eduardo Pérez Motta, caracterizada con la advertencia a Televisa y a Iusacell, que “tendrán que vivir” con la decisión que tomen.

La realidad es que el asunto de la inversión del grupo de Emilio Azcárraga en la telefónica está lejos de resolverse, puesto que, como hemos dicho, algunas de las condiciones son desproporcionadas y absurdas; otras salen del ámbito de la alianza. La impugnación no significaría el fin.

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR