Aprovecha las rebajas y no gastes de más

Es difícil resistirse a comprar aquella blusa que en marzo tenía un precio de 350 pesos y que ahora la venden a 175, o a aquel par de botas que de 1,500 pasó a 800.

Las rebajas de verano ponen a nuestro alcance lo que pensamos que no podríamos tener pero las compras guiadas por la emoción no son las mejores.

En ocasiones terminamos pagando de más, abusando de la tarjeta de crédito o adquiriendo cosas que no necesitamos o no nos gustan del todo.

El mayor gasto se hace en las compras de ropa y accesorios pues en las tiendas se encuentran rebajas  de hasta el 70%, sin embargo, es necesario no perder  la entereza y gastar con inteligencia y, ¿por qué no? considerar qué de la ropa en descuento nos sienta bien y podemos utilizar durante más tiempo.

Para Adina Chelminsky, asesora en Finanzas Personales, el primer paso para no gastar de más en las rebajas es establecer un presupuesto en el que se delimite la cantidad disponible para gastar en ese rubro y que a su vez se constituya tomando en cuenta otros gastos como las vacaciones y el regreso a clases, en caso de tener hijos.

En verano relajamos muchas de nuestras conductas,- asegura Chelminsky- desde la dieta hasta las finanzas personales y sentimos que podemos gastar más, pero es necesario tener en cuenta cuánto podemos gastar y crear un presupuesto por escrito “pues así es más fácil seguirlo que tenerlo en abstracto”.

A continuación presentamos una serie de pasos a seguir para gastar sin perjudicar las finanzas personales.

1.- Evalúa tus posibilidades: el primer paso para aprovechar las “gangas” es no gastar de más. Es por ello que resulta necesario fijar un presupuesto por escrito y ceñirse a él.

2.-Elabora una lista de compras: aquí se debe incluir desde lo más necesario hasta lo más aspiracional. Quizá es más necesario comprar zapatos que bolsas o ropa interior antes que un vestido. Una vez cubierto esto podrás enfocarte en algo de menor utilidad.

3.- ¿Realmente lo voy a usar? Es la pregunta obligada al momento de comprar una prenda. Aunque su precio sea bueno es necesario considerar si el gasto representará un beneficio en tu imagen. De preferencia adquiere ropa que te siente bien, de colores clásicos y que puedas usar durante las siguientes temporadas.

4.- Alerta de los meses sin intereses: los “meses sin intereses” son un gancho que logra que muchos abusen de sus tarjetas. Chelminsky  asegura que esto no significa tener más dinero, y frecuentemente se pierde la percepción de cuánto se está pagando, por eso se debe ser consiente de cuántos meses son y de preferencia optar por plazos de tres a seis meses.

5.- Compara: asegúrate de que los productos mantengan las etiquetas con el precio anterior para saber si el descuento es bueno en realidad. Y compara precios con otros productos de otras tiendas. Recuerda que las opciones más populares siempre son las más caras.

6.-Revisa: usualmente en temporada de rebajas no se aceptan devoluciones, por eso debes revisar y probarte los productos para que no te lleves algo en mal estado.

Como un apunte final, Adina Chelminsky agrega que hoy en día se ha vuelto común salir a pasear al centro comercial, principalmente en época de vacaciones como esta, y ello representa un “acabose para las finanzas personales” debido a los gastos innecesarios y no planeados que efectuamos.

Y en época de ofertas la tentación de gastar es casi tan irresistible como entrar a una pastelería con hambre.

Es importante mantener un plan y un presupuesto para todo y no permitir que nuestras finanzas se “relajen” ni siquiera por las rebajas de verano.