Efectos positivos y negativos de una depreciación: Paradigmas

Opinión -
Para determinar si una depreciación es “mala” o “buena”, es necesario conocer cuáles son los efectos de los movimientos cambiarios sobre una economía.
Para determinar si una depreciación es “mala” o “buena”, es necesario conocer cuáles son los efectos de los movimientos cambiarios sobre una economía.

Una de las variables económicas cuyo comportamiento es seguido con atención por gran parte de la población mexicana es el tipo de cambio. Buena parte de esta atención se debe a que en la historia económica reciente de México las crisis económicas han estado asociadas a fuertes devaluaciones o depreciaciones del peso. Si bien en muchas ocasiones la devaluación no fue una de las causas de la crisis sino una de las medidas correctivas (caso de 1982, 1994-1995) o fue un efecto colateral de otros acontecimientos en la economía internacional (2009), lo cierto es que en el imaginario público una depreciación está asociada con algo malo. En otro lugar llamé a este fenómeno el “fetichismo de la apreciación cambiaria”.

Para determinar si una depreciación es “mala” o “buena”, es necesario conocer cuáles son los efectos de los movimientos cambiarios sobre una economía. Para ello se debe señalar, en primera instancia, que hay dos tipos de cambio; el real y el nominal. El tipo de cambio nominal es la cantidad de pesos que se pagan por un dólar. El tipo de cambio real es la relación entre los precios internos y los precios del otro país. Para poder establecer esta relación es necesario que todos los precios estén expresados en la misma unidad monetaria, por lo que los precios del otro país se multiplican por el tipo de cambio nominal. Esta estrecha relación entre las variables permite decir que los cambios en el tipo de cambio nominal afectarán a la economía vía el tipo de cambio real. 

Dicho esto, ¿cuáles son los efectos de una depreciación sobre la economía?

La literatura especializada identifica tres canales por los cuales una depreciación puede ejercer un efecto expansivo sobre una economía. Estos canales son el macroeconómico, el cambio en la técnica de producción y la rentabilidad de las actividades comercializables.

El canal macroeconómico consiste en que una depreciación del tipo de cambio llevará a un aumento en la demanda de las exportaciones pues vuelve a los productores nacionales más competitivos. Esto impulsaría la producción de bienes exportables y con ello aumentaría la demanda de trabajo de este sector. De igual forma, en el mediano plazo incrementa la demanda de los productores nacionales competidores de los importadores, pues las importaciones se han encarecido. Esto en una economía con un sector informal importante (como la mexicana) implica que parte de los ocupados en este sector se trasladarán al sector formal (el sector comercializable) con lo que aumentaría la productividad total de la economía. Este efecto será más importante cuanto mayor sea la elasticidad precio de las exportaciones.

La segunda forma en que una depreciación puede impactar favorablemente sobre una economía es vía el cambio en las técnicas de producción. Si se asume que buena parte de los bienes de capital son importados, la depreciación incrementaría su precio, lo que alteraría la relación de precios entre el trabajo y el capital, abaratando al trabajo. Esto incentivaría la adopción de técnicas de producción más intensivas en el uso del factor trabajo, con lo que se incrementaría el empleo en el sector formal y aumentaría la productividad de la economía al absorber parte de la fuerza laboral del sector informal. 

El tercer canal es el cambio en la rentabilidad del sector comercializable provocado por la depreciación. De forma simultánea, un tipo de cambio depreciado implica una protección para los productores nacionales de los bienes importados e incrementa el precio en moneda nacional de las exportaciones. En su conjunto, estos dos efectos incrementan la rentabilidad del sector comercializable, atrayendo una mayor inversión en el sector.

Es necesario mencionar que estos tres efectos  tienen lugar cuando no se está en pleno empleo y que en el caso de los últimos dos, su importancia se incrementa conforme mayor tiempo dure la moneda depreciada. A estos tres efectos expansionistas se les contraponen tres efectos contraccionistas.

El primero de ellos es la caída en el salario real provocada por el incremento de los precios de los bienes importados. Al caer el ingreso real de las familias, éstas reducen su consumo y con ello cae la demanda interna. La magnitud de este efecto depende del grado de “traspaso” que hagan los importadores de las fluctuaciones cambiarias a los precios finales. Si es alto, los precios aumentarán de forma importante con la depreciación, si es bajo, los precios casi no aumentarán, reduciendo con ello el efecto contractivo. 

El segundo efecto contraccionista es el aumento del peso de la deuda denominada en moneda externa. Al depreciarse la moneda, la deuda denominada en moneda externa aumenta su valor en moneda nacional pues ahora se requieren más unidades de ésta para cubrir el monto de la deuda. Puesto que el ingreso del deudor no varió, la deuda denominada en moneda nacional representa tras la depreciación un mayor porcentaje de éste que lo que representaba antes. En consecuencia, el deudor se ve obligado a reducir su consumo para poder hacer frente a los pagos de la deuda, cosa que contrae a la demanda interna. La importancia de este efecto tiene una relación directa con la cantidad de deuda denominada en moneda externa que exista dentro de la economía.

El tercer efecto contractivo es en realidad un corolario del cambio en la rentabilidad y de la caída en el salario real. Al aumentar las ganancias del sector comercializable y reducirse el salario real, se están transfiriendo recursos de un sector de la población con una alta propensión a consumir hacia otro sector con una propensión a consumir menor. Lo que ocurre con ello es una caída en el consumo dentro de la economía. En este caso, la magnitud del efecto depende de la diferencia entre las propensiones a consumir de quienes reciben salario y quienes reciben ganancias. 

Para México es de notar que los condicionantes de los efectos negativos de una depreciación se han ido reduciendo con el paso del tiempo. Por ejemplo, Banxico publicó a finales de 2011 un artículo (PDF) en donde señaló que el efecto traspaso de la inflación a los precios es mínimo en la actualidad (lo que reduce el efecto de una depreciación sobre el salario real) y tras la crisis de 1995 la deuda en moneda externa se ha reducido de forma importante (puesto que ya no hay instrumentos de ahorro bancario en moneda externa). Esto apunta a que una depreciación puede tener un efecto neto positivo sobre la economía mexicana, pero falta realizar un estudio a profundidad para poder determinarlo a ciencia cierta. 

Por el momento, quitemos de nuestro imaginario la idea de que una depreciación es necesariamente mala. Al hacerlo, dejaríamos atrás aquella frase de “defender al peso como un perro” y abriríamos paso a una herramienta capaz de ayudar a la expansión de la economía mexicana.

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR