David Páramo

Análisis superior

David Páramo

24 Ago, 2012

La reforma chata

Hay quienes no se preguntan si habrá reforma laboral sino cuándo será, puesto que es casi un hecho que sea uno de los primeros temas que atienda la próxima legislatura. Habría que recuperar el verdadero valor de las palabras. Cualquier cambio a una ley difícilmente puede considerarse como una “reforma”, puesto que la implicación es muchísimo más grande del nivel que pretenden darle algunos.

Aunque no han ocupado sus curules, le podemos asegurar que cualquier cambio a las leyes laborales resultará chato, en el menos malo de los casos.

Mucho más allá de lo que puedan decir los representantes del gobierno entrante y los nuevos legisladores, la realidad es que hay un punto totalmente claro para ellos: no se tocará el régimen de privilegio y opacidad en el que viven los sindicatos.

Los líderes sindicales, quienes por cierto menudean en las bancadas del PRI, de ninguna manera permitirán que haya transparencia en el manejo de las cuotas sindicales, puesto que es la fuente misma de su poder.

Tampoco permitirán que se cambie el régimen actual en el que el patrón antes de pagar el sueldo al trabajador tiene que descontarle, aun cuando no tenga voluntad de hacerlo, la cuota sindical. Vamos, como si se tratara de un impuesto fijado por el gobierno federal.

No están dispuestos a que se toque nada que tenga que ver con el proceso de estallamiento de huelga. En las muchas alternativas que se han analizado durante este sexenio destacaba el que se hicieran más duros los requisitos para estallar una huelga. Los líderes sindicales lo ven como un atentado al corazón de su capacidad de presión.

Tampoco están de acuerdo con ninguna medida que tenga que ver con la democracia. Consideran como una abominación el que se cambie la manera en que se eligen las dirigencias sindicales, es decir, a mano levantada en asambleas abiertas.

En prácticamente todas las iniciativas se decía que el voto tendría que ser libre y secreto, tal como se hace en las elecciones federales y locales, pues el actual esquema resulta intimidatorio.

Los líderes sindicales no están dispuestos de ningún modo a dejar de intimidar a los que, supuestamente, deben proteger.

Los liderazgos sindicales no tienen inconveniente en que los demás temas sean tratados, puesto que no afectan ni su bolsillo ni su fuente de poder.

¿Con eso nos tendremos que conformar?

Precios

Hay un dicho que dice muerto el perro se acabó la rabia. Parecía que en la subsidiaria de Pemex, PMI, se habían tomado las acciones correctas luego de que, como le informamos, se detectó un fraude.

Se realizó una investigación interna que implicó el despido de tres de sus más altos directivos: Rocío Cárdenas, Rodrigo Aranda y César Covarrubias.

Hubo quienes pensaron que con la salida de estos tres hombres, que eran los principales implicados en los manejos turbios, las prácticas desaparecerían.

Información en poder de este columnista señala que no sólo no terminó la práctica, sino que se mantiene con nuevas cabezas visibles. Básicamente el modus operandi es el mismo.

Las operaciones que realiza PMI son muy sensibles en cuestiones de precios y de las relaciones que se tienen con los vendedores. Tan sólo con cambiar uno o dos centavos el precio por galón, las diferencias se convierten en abismales en los grandes volúmenes.

Ahora se señala que las prácticas de comprar “un poco” más caro por galón de lo posible, tomando el beneficio en contra de los contribuyentes, parecería que ahora las cabezas visibles son Sara Costa y Andrés Heraud.

Desde que Jordy Herrera era director de la paraestatal se ha insistido en la necesidad de realizar estos procesos de compra bajo criterios mucho más claros y transparentes, para evitar este tipo de sospechas de fraude.

Karma

Gerardo Badín sabe, sin lugar a dudas, que los casi dos años que fue conciliador y administrador de Mexicana podrían implicarle, en el extremo, la pérdida de su libertad.

Este hombre no sólo fue profundamente ineficiente, puesto que jamás logró un acuerdo entre acreedores, sino que se despachó con la cuchara grande en todo momento. En esta columna documentamos que pretendía realizar cobros de hasta 23 millones de pesos con cargo a la base de mantenimiento (MRO), que es la única de las unidades de grupo Mexicana que se mantiene en operaciones y generando flujo.

También están las contrataciones de amigos, parientes y recomendados como si Badín fuera el propietario de una línea aérea no sólo privada, sino con una excelente salud financiera. De ahí que este tipo busque que el saliente legislador Mario Di Constanzo no le vaya a voltear la espalda y lo proteja. El pobre conciliador tiene muy claro que el día en que entregue la administración, los muertos que dejó en el clóset comenzarán a salir para hacerle la vida imposible.

Tranquilidad

Una vez disipada la cortina de humo que ha tendido MVS sobre la licitación de la banda de 2.5 GHz, el tema regresará al punto del que jamás debió haber salido.

El gobierno tiene la obligación de maximizar los ingresos por el uso del espectro y promover una mayor competencia. Las ofertas hechas por la empresa de Joaquín Vargas iban en contra de los fines que debe perseguir el gobierno.

Al iniciar el proceso de rescate, la SCT lleva la discusión al punto del que jamás debió haber salido. ¿Cuánto vale esta banda? Sólo puede conocerse a través de una subasta. ¿Es bueno que un solo concesionario tenga tanto espectro (más del doble del que tiene Telcel)? Evidentemente no, entonces se debe fraccionar.