Tres preguntas que debe responder una buena investigación

“¿Cuál es la diferencia entre una persona con Alzheimer y un economista? El economista lleva la calculadora en la mano”.

No es extraño que esta sea la forma en que se nos ve a los economistas, como profesionistas enfocados en los números y las ecuaciones intentando predecir lo que sucederá. Sí, la Economía se está matematizando a un ritmo alarmante.

Sin embargo, este no es el problema; las matemáticas permiten explicar la realidad de manera abstracta y general, algo muy útil para su estudio. La crítica, hecha por Daniel Klein, profesor de la Universidad George Mason, es que muchas veces se presentan a los modelos matemáticos como teorías.

Más preocupante aún, muchos economistas consideran que sólo a través de modelos matemáticos se pueden presentar teorías económicas. Esto dejaría fuera de la ciencia a grandes personajes como Karl Marx, Adam Smith, John M. Keynes y Ronald Coase, quienes hicieron importantes aportes de manera argumentativa, no matemática, nos recuerda el profesor Klein.

En un intento por dar una guía sobre qué debe incluir un modelo para ser considerado una teoría, Daniel Klein sugiere que una investigación debe contestar tres preguntas:

¿Teoría de qué? El investigador presenta un fenómeno X que sucede en el mundo real y propone un modelo que es una explicación potencial o parcial de lo que genera a dicho evento X. El modelo ayuda a entender lo que sucede.

¿Por qué debería importarnos? Se debe persuadir sobre la importancia de X y su poco entendimiento, por lo que merece nuestra atención para buscar una mejor explicación.

¿Qué mérito tiene la explicación? La propuesta no debe ofrecer una clara dominancia sobre la explicación, es decir, no necesariamente es un verdad absoluta sino que es suficientemente meritoria como para ser observada. Dicho mérito se obtiene, si es un tema ya estudiado, porque la nueva explicación es mejor de alguna manera a lo que ya existe; o, si es un tema relativamente nuevo, el mérito llega porque levanta la suficiente inquietud como para ser estudiado.

Estas preguntas, aunque enfocadas a la ciencia económica, bien podrían aplicarse a cualquier campo.