TOKIO, 13 de octubre.— El sorprendente llamado a “relajar” la presión sobre el ajuste fiscal que deben realizar Grecia y España se convirtió en el centro del debate dentro y fuera del Comité Financiero y Monetario Internacional (IMFC).
“No se está pidiendo una modificación al programa fiscal. Se tiene que realizar pero también de forma progresiva, y debe verse como un maratón, no como una carrea de 100 metros, pues de otra forma la inversión se seguirá contrayendo, la producción con ella, y el empleo y tampoco habrá suficiente dinero para reducir la deuda. Lo que se pide es un poco de tiempo para aplicarlas, no que se dejen de hacer”, afirmó Christine Lagarde, directora gerente del FMI.
Alemania mantiene postura
Frente a la posición del ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que espetó en la asamblea que no habría “progreso sin dolor”, en medio de las discusiones, el representante de Brasil, Guido Mantega, ministro de finanzas, puso sobre la mesa algo que ninguno de los actores europeos ha considerado: a estas alturas de la crisis no hay soluciones fáciles pero se tienen que implementar acciones para realizar el ajuste fiscal en Europa, Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón, tomando medidas en el corto plazo para aumentar el crecimiento económico y de largo plazo. También debe considerarse ya la necesidad de establecer mecanismos de reestructuración de las deudas soberanas, porque la reducción de su monto es impensable.
Reducir deuda
Al respecto, José Ángel Gurría, secretario de la OCDE comentó: “independientemente de que Estados Unidos alcance un acuerdo sobre el precipicio fiscal, se tendrá que realizar un esfuerzo de largo plazo para bajar la deuda de los países avanzados a niveles sostenibles de 60 por ciento del PIB (México de forma consolidada y según el Monitor Fiscal tiene una deuda pública total de 45 por ciento del PIB), le implicará un ajuste a Japón de aproximadamente 15 por ciento del PIB que le llevará cerca de 20 años para alcanzar, en tanto a Estados Unidos 6 por ciento. Lo que se les pide es que establezcan un plan creíble para lograrlo, no que lo hagan de la noche a la mañana”.
España, el eje del debate
El ministro de finanzas español, De Guindos, subrayó el compromiso del gobierno de su país con el programa de austeridad y estabilidad financiera, particularmente con el de consolidación fiscal, pero apuntó que “la implementación de las reformas y sus resultados toman tiempo y se requieren acciones en el corto plazo para aumentar la confianza”.
Medidas erradas
Luis Enrique Casais, catedrático de Economía Política Mundial de la Universidad Complutense de Madrid, explicó a Excélsior que el problema de la economía española es que en todo el año el precio de la gasolina se ha disparado y actualmente un litro de este combustible cuesta 1.5 euros, la electricidad ha subido un 20 o 25 por ciento, lo mismo que el gas, el transporte público y la contribución urbana, lo que son los impuestos a los ayuntamientos.
Luis Enrique explicó “que los precios están subiendo porque el estado pretende elevar la recaudación, pero la realidad es que el alza de precios restará poder de compra a las personas y la gente consumirá menos, por lo que el Estado captará menos impuestos”.
—Con información de Felipe Gazcón