José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

16 Oct, 2012

Manejo de riesgos

México aprendió lo costoso que son los desastres naturales, tanto en vidas, tragedias familiares, como en recursos económicos: tan sólo el temblor de 1985 llegó a tener costos de 11 mil 400 millones de dólares, según Hacienda.

Y después de temblores o huracanes fuertes como Wilma o Alex, el gobierno mexicano emprende una de las estrategias financieras más novedosas para manejar los riesgos por desastres naturales: emitir bonos de catástrofe en los mercados internacionales.

Bonos de catástrofe, inversionistas comparten riesgo

La Secretaría de Hacienda, a cargo de José Antonio Meade, dio a conocer la emisión de 315 millones de dólares de bonos de catástrofe, los cuales son comprados por inversionistas especializados en Estados Unidos y Europa.

Si no hubiera ningún desastre, los inversionistas reciben su compra más los intereses. Pero si llega a existir un siniestro, los inversionistas dejan de obtener el pago principal de los bonos.

Bonos complementan Fonden

Vale decir: los bonos son un complemento del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).

Los 315 millones de dólares de bonos de catástrofe, emitidos por una duración de tres años, se dividen en tres componentes según su objetivo: 140 millones de dólares de bonos van para financiar un desastre en sismos; 100 millones de los bonos van para financiera desastres originados por huracanes en el Pacífico, y 75 millones de dólares por huracanes en el Atlántico y Golfo de México.

Banco Mundial: va México, Colombia y Turquía

El Banco Mundial apoyó a México en el inicio de este tipo de estrategias.

El organismo multilateral ha señalado a México, Colombia y Turquía como precursores de una nueva modalidad financiera para prevenir riesgos naturales.

Nuestro país fue precursor de los bonos catastróficos y de hecho en 2006 (todavía con Francisco Gil Díaz como secretario de Hacienda) se lanzaron los primeros contra terremotos, que se detonaban cuando el temblor fuera mayor a 7.9 grados en la escala de Richter.

Con los años México ha ido armando una estrategia financiera integral contra desastres naturales.

Fonden, coberturas petroleras, reservas y deuda

Hacienda destaca la estrategia. Por un lado se encuentra un seguro catastrófico para el Fondo de Desastres Naturales, que completaría la infraestructura dañada en caso de desastre.

Por otro lado, está el programa de coberturas petroleras (que se acaba de negociar para 2013 entre 80 y 50 dólares el barril de la mezcla mexicana).

También está el manejo de deuda pública, donde se han refinanciado los pasivos y reducido el costo financiero. Por último se encuentra la política de acumulación de reservas internacionales, que ya va en más de 150 mil millones de dólares (más la Línea de Crédito Flexible del FMI, en caso de ser necesario).

La economía mexicana ha avanzado en una política financiera de manejo de riesgos, evitando que las contingencias generen crisis crediticias.

Recaredo, vicepresidente de Federación Global

Un mexicano que entró a las ligas internacionales acaba de ser Recaredo Arias, director de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros ( AMIS).

Ahora, Recaredo fue nombrado vicepresidente de la recién creada Federación Global de Asociaciones de Seguros.

La nueva Federación agrupa a 31 asociaciones aseguradoras y abarca 87 por ciento del negocio mundial de seguros.

Frank Swedlove, presidente de la Asociación Canadiense de Seguros de Vida y Salud, es el primer presidente de la Federación, y lo dice claramente: la industria va a tener una sola voz internacional.

Recaredo Arias es conocido en nuestro país porque es institucional, ha buscado ampliar el sector seguros en la economía mexicana junto con la AMIS. Es un buen reconocimiento, ahora a escala global.

El caso SME, LyFC y la Corte no entra

Estoy seguro que la Compañía de Luz y Fuerza del Centro cayó en exageraciones presupuestales.

Su operación salía costosa, al ser un monopolio público con pérdidas para todos. Su extinción fue una medida económica acertada del gobierno del presidente Calderón. Sólo que el proceso extinción debió cuidarse más. Ahora resulta que el Segundo Tribunal Colegiado en materia de trabajo del primer circuito sí le está dando la razón al Sindicato Mexicano de Electricistas para mantener la relación laboral con la empresa.

El abogado laborista Carlos de Buen, que en este caso representa al SME, ha comentado que la fuerza mayor de la extinción de Luz y Fuerza del Centro no existió.

Sin embargo, sí creo que debe haber una manera en que el Estado pueda deshacer una entidad descentralizada, en caso de perder su objetivo público.

Aquí la Suprema Corte de Justicia no ha querido entrar al asunto. Es hora de que atraiga el caso.