David Páramo

Análisis superior

David Páramo

25 Oct, 2012

Momentos cruciales

Ante lo cerrado de las posiciones de los diez ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en torno a los dos juicios de amparo por la interconexión, que en estos momentos podría decirse que la votación se encuentra empatada y, en el mejor de los casos, seis a cuatro, es necesario establecer cuáles son los puntos focales de la discusión que podría ser votada el próximo lunes y cuáles serían los efectos.

Básicamente, se enfrentan dos visiones entre los ministros de la SCJN.

Guillermo Ortiz Mayagoitia encabeza una corriente en la cual se opina que la Corte tiene la capacidad de resolver prácticamente todo, es decir, que son ellos quienes deben dirimir la controversia.

La otra posición es la del ministro Luis María Aguilar, quien está a favor de que en un caso como éste sea la Cofetel la que tome la determinación.

Se trataría de algo que se ha definido como una deferencia judicial hacia la Cofetel, en la cual se diría que el Poder Judicial sólo puede resolver cuestiones básicas de legalidad y constitucionalidad respecto de la determinación de las tarifas.

La segunda posición, que es la más conveniente para la industria y evidentemente para todos los involucrados en este asunto, es la que hoy sería la que tiene mayor aceptación entre los ministros.

En caso de que se diera un empate, el voto de calidad le correspondería al ministro presidente, Juan Silva Meza. Quienes están cerca de la dinámica en la toma de decisiones dentro de la SCJN establecen que Ortiz Mayagoitia es más influyente entre sus pares; sin embargo, Silva Meza es más cercano a las posiciones de Aguilar, aun cuando personalmente es más cercano a Ortiz.

Ante esta posición se abren tres posibles escenarios.

El peor para todos, especialmente para la Cofetel, sería que se otorgue un amparo para efectos a Axtel y que la comisión tuviera que tomar la decisión.

Aquí se volvería a la Corte y seguiría sin establecerse una forma de resolver las disputas de interconexión entre los diferentes operadores.

Con esta resolución lo peor que pasaría es que las compañías de telefonía seguirían sin contar con la seguridad jurídica necesaria para realizar de una manera adecuada sus operaciones.

Uno no tan malo sería que la Corte otorgara el amparo a la empresa de Tomás Milmo y que la tarifa se quede en 0.71, diciendo que la única regla es que la tarifa esté a costo y que ese fue el precio que estableció Cofetel antes de considerar externalidades.

La mejor opción para la autoridad y la industria sería que se le negara el amparo a Axtel dejando las tarifas en 1.71, que es el nivel en el que toda la industria está de acuerdo menos la compañía de Milmo, puesto que argumenta que perderían viabilidad financiera.

En este punto es bastante difícil saber cómo votarán los ministros, puesto que sus decisiones suelen ser un tanto extrañas; sin embargo, el análisis de la discusión ha sido un proceso sumamente intenso en el cual se tiene que tener mucho cuidado con lo que se haga.

En el mejor de los mundos este sector podrá iniciar una etapa de alta seguridad jurídica, en la cual se terminara una de las más pesadas discusiones para las empresas de telefonía móvil.

En el peor escenario, la imposición de los ministros de la SCJN sobre la razón implicaría que no se avanzara absolutamente nada.

Recuento

Hay quienes dicen que Ernesto Cordero y Javier Lozano le anotaron una victoria al PAN y al gobierno saliente de Felipe Calderón Hinojosa, al “obligar” a los priistas a cambiar su posición sobre la transparencia y rendición de cuentas en los sindicatos.

Los priistas tienen una posición diametralmente diferente. Establecen que en todo momento se trató de un falso debate en el que prácticamente toda la opinión pública y muy señaladamente el Consejo Coordinador Empresarial, encabezado por Gerardo Gutiérrez Candiani, se fueron con la finta, puesto que jamás estuvo en su intención proteger la opacidad sindical.

De hecho, senadores como Emilio Gamboa o David Penchyna han ocupado estos días en hacer largos recuentos de cómo han estado a favor de la transparencia y la rendición de cuentas, y tratando de convencer a todos que estaban equivocados al ver las declaraciones de algunos legisladores del PRI y las propias votaciones en las comisiones unidas que analizaron este tema.

Al final del día, parecería que los diputados del PRI no detendrán los cambios que hicieron los senadores y saldrá esta iniciativa con el carácter de preferente con el que fue enviada por el Presidente de la República.

Se trataría entonces de un juego perverso, de una muestra más que los partidos políticos están dispuestos a jugar vencidas y costos políticos poniendo en riesgo temas fundamentales, como es lograr cambios a las leyes laborales.

Cerrados

Hay mentes sumamente cerradas que no alcanzan a comprender que los empresarios eso son y que su negocio es obtener utilidades, que pueden expandirse en diferentes sectores sin que eso implique algo que debe ser cuestionado.

Ayer se oficializó el intento de Fernando Chico Pardo de hacerse de 23% de las acciones de Grupo Industrial Maseca y no han faltado los que se preguntan qué tiene que hacer el presidente de Asur en ese negocio.

La respuesta es muy sencilla: los números de Asur son excelentes; tan sólo al cierre del tercer trimestre aumentaron sustancialmente y, por lo tanto, el presidente del consejo de administración puede intentar otros negocios tan rentables como es la participación dentro de Gruma, una de las más grandes empresas que, de cerrar esta operación, se mexicanizaría de una manera importante.

Diferencia

Mientras CMA sigue perdida en el Concurso Mercantil, los números logrados por Aeroméxico, encabezada por José Luis Chacho Barraza, son sorprendentemente buenos y hacen ver que no existe ningún tipo de crisis en la aviación nacional. De hecho, se vive una época de bonanza.