Gobierno olvida invertir en terminales, privilegia carreteras

Según un estudio entregado al equipo de transición de Enrique Peña Nieto, el país avanzó poco por no invertir en puertos marítimos y aéreos
Economía -

CIUDAD DE MÉXICO, 29 de octubre.-La política pública y las inversiones en materia de infraestructura y transporte privilegiaron el impulso en carreteras, creando grandes asimetrías entre los diferentes modos de llevar carga para exportación e importación, lo que además impidió que se avanzara en el objetivo de colocar a México como referente en logística en la región, según el estudio México, Plataforma Logística de América que elaboró Consultores Internacionales para el Consejo Mexicano del Transporte (CMET).

Este documento, del cual Excélsior tiene una copia, fue entregado al equipo de transición del presidente electo Enrique Peña  Nieto, a través de Gerardo Ruiz Esparza, quien se considera que puede estar entre los candidatos a ocupar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el próximo sexenio que iniciará en unas semanas.

En él se señala que nuestro país cuenta con calidad similar en su infraestructura a la de China y Brasil, pero que nuestra nación no ha logrado el mismo avance en materia de competitividad.

Analistas del sector aseguran que parte de esta falta de impulso en carga, como el portuario, puede deberse a problemas con algunas compañías del sector, quienes se han visto involucradas en temas de fraude y corrupción, desalentando la inversión del gobierno federal.

Indican que México cuenta con ventajas competitivas, pero que la estrategia debe caminar en el trinomio logística-transporte-infraestructura.

En el estudio se reconoce que al hacer un recuento de las obras en el país, se observa que “la actividad turística es la que ha condicionado la derrama de inversiones, dejando a la infraestructura logística y de carga en un segundo plano”.

Se destaca que la regulación debe tener como objetivo solucionar los problemas específicos de cada rama industrial, pero también integrar una visión sectorial que permita al transporte local ser una verdadera palanca del crecimiento.

En tal sentido, se señala que, por ejemplo, el transporte ferroviario presenta problemas de concentración.

Un dilema

El sector portuario, según el análisis, muestra un riesgo de sobreinversión en lugares no requeridos, mientras que es urgente elevar los estándares en cuanto a infraestructura carretera en el norte del país para facilitar el comercio sobre todo con Estados Unidos.

Las principales asimetrías identificadas entre los distintos modos de transporte apuntan hacia un desequilibrio en el desarrollo de la misma, ya que las inversiones se han concentrado en el sector carretero.

En cuanto al transporte por mar, a más de cinco años de que se publicó la Ley de Navegación y Comercio Marítimo, no se ha publicado el reglamento respectivo, por lo que no hay certeza jurídica para la marina mercante.

“Un ejemplo de las repercusiones de tal faltante es en cuanto a la definición de ‘Extraordinaria Especialización de Embarcaciones’, ya que no están delimitadas las características técnicas, por lo que se siguen otorgando permisos de navegación a embarcaciones con bandera extranjera, aun cuando tiene más de dos años de operación en aguas nacionales. La ausencia del reglamento impide la aplicación de sanciones y la regularización”, se lee en el documento.

En este sector, se señala, la iniciativa de Ley de Fomento y Desarrollo de la Marina Mercante, aprobada por la Cámara de Diputados en 1997, sigue congelada en la Cámara de Senadores, lo que ha impedido el desarrollo de la flota marítima, con lo cual se ahorrarían importantes recursos destinados a rentas y fletamientos de embarcaciones extranjeras.

A esto habría que sumarle casos de seriedad y problemas legales cometidos por corporativos del sector en los últimos años.

“La carencia de apoyos y reglamentaciones homologadas, respecto de los países competidores de México en el comercio marítimo, ha generado también abanderamientos irregulares”, se señala.

Carga asimétrica

Según el análisis, en el aerotransporte de carga una de las grades asimetrías es la aplicación de la normatividad, ya que la Ley de Aeropuertos, Aviación Civil y sus reglamento, así como la normatividad vigente, favorece la falta de equidad, el exceso de trámites, la inseguridad jurídica, la pérdida de oportunidades comerciales y los altos costos para los transportistas aéreos y los prestadores del servicios.

“En el sector aéreo se advierte un alto nivel de concentración de las operaciones en pocas terminales. Siete de los aeropuertos del país concentran 90 por ciento de la carga total que se moviliza: Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Toluca, Mérida, Tijuana y San Luis Potosí.

Problemas en áreas de autotransporte

El documento denominado México, Plataforma Logística de América que elaboró Consultores Internacionales para el Consejo Mexicano del Transporte (CMET), y el cual fue entragado al equipo de transición de Enrique Peña Nieto la semana pasada, muestra que en el tema del autotransporte, 83 por ciento de de las empresas son hombre–camión, lo que en gran parte de los casos genera una inaplicabilidad y en ciertos casos un vacío en el marco jurídico respecto de reglamentaciones de tráfico específicas, medidas de seguridad y responsabilidad hacia terceros.

“Otro problema es que falta homologación entre leyes federales y estatales que genera costos adicionales a los transportistas que, junto con elementos como el incremento en el costo del combustible, amenaza el desplazamiento de mercancías en virtud de que se refleja en un alza en el precio de los productos para el usuario final”, menciona el documento.

De la misma forma, el equipamiento en puertos y las terminales intermodales no corresponde con las necesidades logísticas del autotransporte, dificultando en muchos casos la conectividad.

“El tránsito intrarregional de mercancías, insumos y bienes finales, enfrenta una problemática similar: limitaciones de infraestructura, problemas en los pasos de frontera, rigidez en la organización de los mercados de transporte y logística y, escasa conectividad marítima por problemas regulatorios”, se lee en los papeles.

Cabe recordar que el presidente electo, Enrique Peña Nieto, buscará cambiar la estructura del gobierno para segmentar y crear algunas nuevas secretarías de Estado.

En el proyecto busca dividir la actual Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) , con lo cual se crearía un rubro de Telecomunicaciones, y  sería atendido aparte la infraestructura, carreteras y puertos.

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