David Páramo

Análisis superior

David Páramo

1 Nov, 2012

Sin luna de miel

Parecería que el inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto no va a ser tan terso con el sector financiero como algunos podrían esperar.

Desde hace varias semanas, aunque algunos no se dieron cuenta hasta esta semana, los dirigentes bancarios han tenido diferencias con el equipo de transición en torno a la visión de la banca de desarrollo.

El asunto no comenzó esta semana con las declaraciones del vicepresidente de Bancomer y presidente de la ABM, Luis Robles.

Como hay memoria en esta columna, señalamos desde antes que el Presidente electo realizara su gira internacional por Europa, donde hizo declaraciones puntuales en España (tierra matriz de dos de los principales bancos del sistema), en el sentido de que la banca no estaba prestando suficientemente y anunció, abiertamente, que habría una reestructuración de la banca de desarrollo.

La visión de Peña Nieto, Luis Videgaray y algunos otros miembros del próximo gobierno es que se tiene que reactivar a la banca de desarrollo como una suerte de puya para la banca privada.

Como señalamos desde hace un par de semanas, por lo menos, hay quienes creen que Peña Nieto hizo una declaración un tanto imprecisa, típica de alguien que todavía no toma el gobierno.

Otros más creen que sí es una señal sería y de ahí que se hayan dado negociaciones en las cuales la ABM ha explicado reiteradamente que en todos los rubros de crédito bancario están creciendo de una manera particularmente sana, es decir, sin asumir riesgos innecesarios como los que han generado crisis en Estados Unidos o Europa.

Uno de los temas que se ha tocado insistentemente es que México ha logrado tener uno de los sistemas financieros más sólidos del mundo, tras los errores que se cometieron a mediados de la década de los noventa.

Hoy prácticamente todos los bancos mexicanos cumplen con las normas de Basilea III, toda vez que la autoridad ha ido mucho más allá de las normas internacionales. De hecho, la banca mexicana resulta ejemplar.

Los bancos tienen miedo de que la banca de desarrollo durante el nuevo gobierno deje de ser lo que ha sido durante las últimas administraciones, es decir, una que opera con los más altos estándares y no, como era en la antigüedad, un barril sin fondo.

Se trata de un debate que tiene más de un mes y que ha presentado una discusión muy intensa en la cual, necesariamente, se tiene que comprender que el crecimiento no se da por la expansión del crédito en sí mismo, sino por un sistema financiero sólido.

¿Crisis?

Por si fueran pocas estas señales de tensión entre el sistema financiero, el líder de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, nuevamente enderezó sus baterías en contra del gobernador del Banco de México señalando que tenían que reunirse para hablar sobre la crisis que vive México.

Independientemente de que los números de la economía nacional no están ni siquiera cerca de una crisis, puesto que el único indicador que llamaría a la preocupación es la inflación que viene cediendo (quizá no tan rápidamente como se debería), el llamado del priista tiene que ver con la difícil relación que siempre ha tenido con el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

En realidad parecería un tanto innecesario hablar de necesidad de cambios en la forma en que presta la banca, incluida la de desarrollo, o hablar de reuniones extraordinarias sobre una crisis que realmente no existe.

Vengadores

Visa y HSBC presentaron ayer una novedosa iniciativa de educación financiera con la participación de Condusef y el Museo Interactivo de Economía, en la cual se lanza un cómic con Los Vengadores y Spiderman, que tiene como objetivo generar conciencia entre los niños sobre el manejo responsable del dinero, el rol de un banco, así como la importancia de ahorrar y presupuestar.

Es verdaderamente relevante el esfuerzo que están haciendo la operadora de tarjetas dirigida por Eduardo Coello y el banco dirigido por Luis Peña, dentro de una estrategia global que incluye más de 100 mil ejemplares que se están distribuyendo en ocho idiomas.

Crecimiento

A pesar de que tradicionalmente septiembre es un mes malo para la aviación mundial, para México no fue así, puesto que creció 9% con respecto al mismo mes de un año antes.

Esto significa un crecimiento de 2.2 millones de pasajeros en destinos nacionales.

Esta cifra de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, encabezada por Dionisio Pérez-Jácome, Aeroméxico alcanzó una participación de 38% del mercado.

En cuanto a vuelos internacionales, la línea aérea que dirige Andrés Conesa también tiene muy buenos números que reportar, puesto que alcanzó una participación de 18% del mercado, por encima de cualquier otra línea extranjera.

El gobierno de Felipe Calderón podría terminar imponiendo un récord en torno al número de pasajeros transportados con 53 millones de viajes.

Así las cosas, bien vale la pena preguntarse cuál puede ser el valor para un presunto inversionista como Iván Barona, cuando la posibilidad de tomar una buena participación en un mercado creciente es prácticamente imposible.

Más allá, bien valdría la pena preguntarse cuál es la razón de algunos de tratar de rescatar a una línea aérea que murió cuando comenzó a ser administrada por Gastón Azcárraga y que hoy no tiene cabida en el mercado.

Seamos claros, Barona difícilmente podrá cumplir con los requisitos que establece la ley como para demostrar que es un inversionista serio.

Así las cosas, es bueno preguntarse nuevamente cuánto le está costando a los trabajadores mantenerse en el limbo, sin recibir la liquidación en los términos que marca la Ley Federal del Trabajo siguiendo una esperanza que cada vez se difumina más y más.

Los acreedores, quienes ya generaron reservas, realmente no tienen esperanzas de recuperar el dinero que le prestaron a esta línea aérea que, desgraciadamente, quebró tras casi 80 años de historia.