José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

20 Nov, 2012

Toyota en México: ¿Venganza o falta de inversión?

No habíamos visto una pelea como la actual, entre una empresa automotriz y la Secretaría de Economía.

Para la empresa japonesa Toyota las modificaciones al Decreto Automotriz, que le obligaban a invertir más, ni tomaban en cuenta sus inversiones directas ni indirectas, pero además fue una venganza.

Sí, como lo lee, según José Manuel del Barrio, presidente de Toyota en México, las modificaciones al Decreto Automotriz iban dedicadas a Toyota en un afán de venganza por parte de la Secretaría de Economía.

Primer round: Norma de Eficiencia Energética

La venganza habría venido porque la Secretaría de Economía quería sacar adelante una Norma de Eficiencia Energética la cual, según la automotriz japonesa, no podía llevarse adelante en México porque no tomaba en cuenta la tecnología estadunidense, que es la más utilizada por las firmas automotrices.

Debemos decir que Toyota no fue sola en contra de la Norma de Eficiencia Energética. La acompañó toda la industria a través de la AMIA, la Asociación Mexicana de Industria Automotriz, presidida por Eduardo Solís.

Sin embargo, Toyota fue la que alcanza en tribunales a ganar un juicio de nulidad para impedir la acción de la Norma de Eficiencia Energética.

Del Barrio: fue por la Norma

José Manuel del Barrio, presidente de Toyota, nos cuenta que a los 15 días de haber ganado el juicio de nulidad en contra de la norma energética, y por lo tanto de la norma que quería impulsar la Secretaría de Economía, fue cuando dicha autoridad lanza las modificaciones al Decreto Automotriz.

El nuevo decreto fue modificado para obligar a las firmas a la inversión de una planta de 100 millones de dólares o la producción de 100 mil vehículos anuales, con tal de obtener ventajas arancelarias para importar.

Sin embargo, Del Barrio acusa que sí hubo un afán de venganza en contra de la empresa que había ganado el juicio de nulidad en contra de la Norma de Eficiencia Energética.

Por lo tanto, el Decreto Automotriz sí venía con un artículo transitorio en contra de las circunstancias particulares de Toyota.

Inversión automotriz, centro del debate

El punto de debate es saber si Toyota invierte o no en el país.

Desde la instalación de su planta en Tacoma, Baja California, no ha vuelto a invertir más en el país, por lo menos de manera directa.

Más bien lo ha hecho a través de todo un sistema de proveedores mexicanos que exportan y venden a Estados Unidos.

Argumentan que existen más de mil 200 millones de dólares anuales que los proveedores mexicanos le venden a Toyota en Estados Unidos.

Apuesta a Mazda para la inversión

Sin embargo, el punto de baja inversión puede cambiar ahora que la firma japonesa logró una alianza con otra firma automotriz también de Japón.

En efecto, para México Toyota alcanzó una alianza con Mazda, de la cual todavía no se han dado detalles, que sí llevaría a elevar la inversión a más de 100 millones de dólares, pero también a producir desde México más de 100 mil vehículos anualmente. Toyota estará produciendo un subcompacto a partir de la planta de Mazda en México.

En tribunales, Toyota va ganando

Por lo pronto, Toyota va ganando en tribunales; de dos, las dos. Por un lado ganó el juicio de nulidad por la Norma de Eficiencia Energética. Y el viernes pasado se supo que ganó un recurso legal que frena la entrada del nuevo Decreto Automotriz.

México se ha convertido en el noveno productor mundial automotriz y en el cuarto exportador del planeta.

Una nueva norma o decreto, por lo que se de la importancia del sector, deberá ir acompañado de la opinión de la industria.

Aeropuerto, 60 años… ¿cuánto más?

El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México cumplió 60 años.

Los festejó dando a conocer que es el aeropuerto número 51 del mundo en cuanto a número de pasajeros movilizados. Dentro de él operan 50 aerolíneas. Diariamente están alrededor de 250 personas, pues por cada pasajero hay dos visitantes.

Sin embargo, debemos reconocer que el aeropuerto capitalino tiene una capacidad. Está casi a su límite. Si no se ha topado con sobrecapacidad es por la falta de crecimiento económico, pues el día que la economía empieza a dinamizarse fuertemente, entonces la actividad económica lo hará llegar a su límite.

Allí el gobierno federal, ahora el que llevará Enrique Peña Nieto, deberá tomar la decisión que se ha postergado durante tres sexenios: crear un nuevo aeropuerto, en donde sólo queda la alternativa más cercana de Texcoco, o de construir fuerte infraestructura para diseñarlo en Tizayuca.

Es una película que ya vimos, pero sin un final.