Inflación anual cede en la primera quincena de noviembre

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de noviembre.- En la primera quincena de noviembre, los precios de las mercancías y servicios registraron un alza de 0.79 por ciento, con lo cual la tasa anual de inflación se ubicó en 4.36 por ciento, cifra inferior con respecto a la reportada en la primera mitad de octubre cuando se ubicó en 4.64 por ciento.

Incluso, las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que la inflación sumó tres quincenas seguidas con una tasa anual descendente, situación que a decir de economistas de los grupos financieros Banorte-Ixe, Banamex y Santander permitiría que el indicador se ubique en los rangos establecidos del Banco de México, es decir, tres por ciento como objetivo y un rango de tolerancia de un punto porcentual.

En un comunicado, el INEGI señaló que el aumento que registró el indicador, en el periodo referido, obedece a que se terminó el subsidio de verano a las tarifas eléctricas, las cuales se elevaron 22.3 por ciento, además de alzas de 0.34 y 0.67 por ciento en gasolina y gas doméstico, respectivamente.

Samuel Moreno Santoyo, economista del Grupo Financiero Invex, señaló que el proceso de convergencia hacia cuatro por ciento continúa debido a una menor presión al alza por parte de precios de productos pecuarios.

Presiones

Los especialistas comentaron que las principales presiones en el corto plazo se derivan de los altos precios de granos, como maíz, sorgo, soya y trigo, en el mercado internacional, los cuales continuarán siendo el principal riesgo al alza.

En segundo lugar, la volatilidad del tipo de cambio podría permanecer elevada durante un periodo considerable de tiempo, como consecuencia del nerviosismo financiero internacional, lo que podría ocasionar la transmisión de un dólar caro a los precios de mercado de las mercancías locales.

Moreno agregó que un incremento no previsto en los precios controlados por el gobierno podría también afectar el nivel de inflación. Un evento de ese tipo impulsaría a Banco de México a elevar la tasa de referencia, con el fin de anclar las expectativas de inflación cerca del nivel objetivo de largo plazo de tres por ciento, más o menos un punto porcentual.