CIUDAD DE MÉXICO.- Con el objetivo de dotar de mayor competitividad a la industria nacional y brindar mejores precios a los consumidores, la Secretaría de Economía (SE) publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto que establece una reducción arancelaria gradual a diversos bienes de los sectores agroalimentario y químico.
La dependencia destacó que la experiencia de la desgravación arancelaria generalizada de 2008-2012 "nos otorga plena confianza de que esta medida redundará en mejoras en la competitividad del país generando condiciones favorables para la inversión e incrementos en la productividad de la economía".
Refirió mediante un comunicado que en 2008 fueron desgravados paulatinamente los aranceles de 7,815 fracciones arancelarias que clasifican insumos, maquinaria y equipo para los procesos productivos industriales y bienes de consumo final.
Tal desgravación, aseguró, ha permitido facilitar el acceso a insumos industriales y productos finales a precios competitivos.
La Secretaría de Economía indicó que en seguimiento a dichas medidas, este viernes se publican reducciones a 480 fracciones arancelarias adicionales que clasifican a productos agropecuarios e insumos químicos a fin de ampliar los beneficios descritos a otros sectores de la economía.
Así, detalla que la medida contempla 3.1% de las fracciones totales y aplica a fracciones que no fueron incluidas en la desgravación arancelaria del periodo 2008-20012.
Señala que las modificaciones a los aranceles de 165 fracciones arancelarias que representan 4.5% del total de fracciones del sector químico son una reducción arancelaria inmediata a cuatro fracciones para las que no existe producción nacional, que clasifican insumos indispensables en la fabricación de plásticos y poluretanos.
Asimismo, la reducción -no eliminación- paulatina de aranceles a 148 fracciones arancelarias, conforme a ocho fracciones que clasifican a productos como curtientes orgánicos sintéticos e inorgánicos, mezclas limpiadoras, humectantes o emulsificantes, adhesivos, líquidos para frenos hidráulicos, polímeros de estireno, entre otros, cuyo arancel actual es de 15% y llegará a una tasa de 7.0% en 2017.
Precisa que 74 productos con una tasa actual de 10% tendrán una reducción a 6.0% en 2017, entre ellos óxidos, colorantes y pigmentos, preparaciones para limpieza, adhesivos, ceras, copolímeros, resinas, entre otros.
Asimismo, añade, 53 productos cuya tasa actual es de 7.0% culminarán en un arancel de 5.0% en 2017, en un grupo integrado por negro de humo, cloruro de calcio, éteres, alcoholes, cetonas, resinas, polibutadieno, estireno, entre otros.
De acuerdo con la dependencia, también se suman 12 productos cuya tasa arancelaria es de 5.0% y concluirá con un arancel de 3.0% en 2017, para productos como aceites lubricantes terminados, colorantes, cementos de resina, lubricantes, pastas y polvos para soldar, y otros.
Menciona que el proyecto de inversión denominado "Etileno XXI" sustituirá importaciones de "polietileno" por un millón 500 a 2,000 millones de dólares con la producción de un millón de toneladas destinadas al abasto del mercado mexicano.
En ese sentido, indica que se verán homologadas las tasas impositivas de seis fracciones arancelarias, a partir de 2015, con un arancel de 5.0% (cuatro fracciones aumentan de 0.0 a 5.0% y dos disminuyen de 7.0 a 5.0%).
La SE dio a conocer la modificación a los aranceles de 315 fracciones arancelarias que clasifican a productos del sector agroalimentario.
Al respecto, refirió la reducción paulatina -no eliminación- de las tarifas correspondientes a 223 fracciones arancelarias de bienes agroalimentarios.
Mencionó que en este caso están productos como pescados, mariscos, harinas y almidones, cuyos aranceles son de entre 10 y 20%, los cuales tendrán una desgravación paulatina de únicamente cinco puntos porcentuales, la cual también culminará hasta 2017.
El caso de pescados y mariscos, señaló que la intención es equiparar las tasas arancelarias nacionales con las internacionales, dado que México es uno de los países cuyo arancel para este tipo de productos es muy elevado.
La SE indicó que productos como harinas y almidones representan insumos importantes en la producción de alimentos, por lo que la medida dotará de una mayor competitividad a las industrias de alimentos para animales, cereales para el desayuno, chocolates, dulces y confitería, conservación de alimentos, leche y derivados lácteos.
Asimismo, carne empacada y embutidos, industria de la panificación, galletas y pastas para sopa, botanas, condimentos y aderezos y elaboración de alimentos para sopa, botanas, condimentos y aderezos y elaboración de alimentos para consumo inmediato.
Otros productos cuyo arancel se reduce sin llegar a una desgravación total, detalló la SE, son aquéllos cuyos aranceles actuales significan niveles que no son congruentes con fracciones de productos similares.
La dependencia resaltó que en el caso del mijo y las uvas, estos productos tienen un arancel actual de 45%y de forma paulatina culminará en 15 por ciento.
IndicÓ que el consumo en cambio creció 48% en ese periodo. Actualmente, casi 60% del consumo es abastecido por importaciones, prácticamente de países con los que se tiene un tratado comercial.
Apunta que la exención progresiva del pago de tarifas a la importación a 48 fracciones arancelarias de bienes cuya producción nacional es nula o insuficiente para abastecer al mercado interno, entre los que destacan la cebada y malta, cacao, pasta y manteca de cacao, pollitos, huevo fértil, alimentos para animales, alpiste, alforfón, avena, centeno, arroz partido y otros cereales.
Una tercera modificación es la homologación de la tasa arancelaria a 44 fracciones arancelarias que clasifican a productos agroalimentarios que cuentan con producción nacional y que tienen aranceles que se encuentran en niveles muy elevados con tasas promedio a nivel internacional en países que tienen mayor protección a este sector.
Anota que productos como carne de ave y sus despojos, fructosa y papa, cuyos aranceles son superiores a 200 por ciento, tendrán una desgravación paulatina que culminará en una tasa de 75 por ciento en 2017.
Por su parte, la glucosa, cuyo arancel es de 156% tendrá una desgravación en ese mismo sentido que culminará en una tasa impositiva de 50 por ciento.
En tanto, las fracciones arancelarias que clasifican productos como extractos de café, frijol, quesos, pavo entero, preparaciones lácteas, café y leche en polvo; cuyos aranceles son entre 63 y 140%, se reducirán de forma paulatina hasta una tasa de 45% en 2017.
La SE manifestó que estas tasas arancelarias que serán vigentes hasta dentro de cuatro años, de 45, 50 y 75%, son aún muy elevadas, por lo que para ninguno de los productos mencionados anteriormente esperamos flujos adicionales de importación que pudieran amenazar la producción nacional.
Aseguró que la medida en la parte agroalimentaria permitirá a la industria nacional mejores condiciones de acceso a los insumos o bienes no producidos en el país, o que se producen en cantidades insuficientes y que sí se encuentran disponibles en los mercados internacionales.
Lo anterior, con la finalidad de abastecer la demanda nacional y abatir costos productivos y de logística, y así detonar la competitividad en las cadenas involucradas y lograr mejores precios a consumidores intermedios y finales.
Por otro lado, recuerda la SE, se mantiene una alta protección a los productores nacionales en sectores agropecuarios que se han considerado de manera especial con tasas acordes a los niveles de protección más altos a nivel internacional.
Por lo que respecta a insumos químicos, afirma que la medida permitirá fortalecer las actividades productivas de los sectores que producen alimentos, fabricantes de resinas y hules sintéticos, pinturas, recubrimientos adhesivos, jabones, limpiadores, películas y placas plásticas, aceites y grasas lubricantes, bienes utilizados en la industria de la construcción, entre otros, cuyos insumos a partir de hoy cuentan con un arancel menor.
La dependencia sostuvo que eso permitirá generalizar los beneficios de los programas de excepción a toda la industria que lo requiera, sin que medie trámite alguno.
Recordó que hasta hoy dichos programas de excepción, como es el Programa de Promoción Sectorial (PROSEC) o Regla Octava estaban limitados a algunas empresas e industrias.
Con esta medida, no se espera una afectación significativa a los productores nacionales y por el contrario, permitirá mejores condiciones para la demanda interna.
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