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La entrega del primer Paquete Económico de los nuevos presidentes es momento clave y acapara la atención debido a su necesidad de reflejar las promesas hechas en campaña para la conducción económica del país.
Cuando Vicente Fox entregó su primer Paquete Económico, correspondiente al 2001, las expectativas eran altas. Durante la campaña había prometido un crecimiento de la economía mexicana de hasta 7% y una ampliación del déficit que permitiría impulsar dicho crecimiento en beneficio de las familias mexicanas.
La realidad fue distinta, pues al entregar el Paquete incluyó en los Criterios Generales de Política Económica un crecimiento de 4.5% para ese año y un déficit fiscal de solo 0.5 por ciento.
Desde hace 11 años hemos escuchamos año con año la necesidad de una “reforma fiscal integral” para obtener mayores recursos, hecha en aquella ocasión por el entonces diputado Felipe Calderón.
La realidad es que ninguno de los tres presidentes más recientes se ha aventurado a presentar una reforma de este estilo ni en el primer año de gobierno, ni en los subsecuentes.
Aunado a la falta de recursos, desde el primer año de gobierno de Vicente Fox gran parte del presupuesto se encontró comprometido al pago de nóminas, operación y gasto corriente del sector público.
Es por esto que el primer Paquete de la administración foxista se centró en proponer un recorte a los recursos destinados a los estados.
Así, eliminó el Programa de Apoyo para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas y se planteó reducir las aportaciones federales a estados y municipios, canalizadas a través del Ramo 33, en 9.5% en términos reales.
Por su parte, Felipe Calderón, presentó la propuesta de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos para el ejercicio del 2007 bajó la entonces nueva Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. En ese contexto fue que Felipe Calderón propuso un paquete fiscal sin déficit en las finanzas públicas.
Calderón indicó que, su Gobierno daría prioridad a las principales demandas de la sociedad; por ello concentró el gasto público en programas de acciones orientadas a tres prioridades: a la seguridad pública, al combate a la pobreza y a la generación de empleos.
En materia de seguridad, el presupuesto propuso incrementar en 12.4% en términos reales en relación con el monto aprobado para el 2006 el monto destinado a fortalecer los cuerpos policiacos del país.
En materia de combate a la pobreza, se propuso fortalecer el Seguro Popular cuya asignación prevista sería superior en 56.4% en términos reales.
De esta manera, la asignación de gasto social aumentó 6.9% en términos reales respecto al del 2006.
Para el rubro de salud, propuso un incremento presupuestal de 9.3%, para la educación los recursos tuvieron un incremento de 4.2% también en términos reales.
En materia de la tercera prioridad, el empleo, entre las principales estrategias que se propusieron destacaron: otorgar mayores apoyos a las pequeñas y medianas empresas, así como la creación del Programa del Primer Empleo para estimular a las empresas a que contrataran a nuevos trabajadores.
Realizar un mayor gasto en la construcción y ampliación de infraestructura productiva, como carreteras y obras hidráulicas, conforme a los programas previstos de participación pública y privada.
