Detectan informalidad en 6 de cada 10 empleos

CIUDAD DE MÉXICO, 12 de diciembre.-En México suman 29.3 millones de personas que trabajan sin tener un contrato laboral y sin contar con seguridad social, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Tomando en cuenta las cifras, se deduce que seis de cada diez trabajadores de la Población Ocupada operan en la informalidad, toda vez que esos 29.3 millones de mexicanos representan 60.1% del total de empleados en el país, que se ubica en 48.7 millones.

Lo anterior con base en la Nueva Medición del Trabajo Informal en México, presentada ayer por el presidente del INEGI, Eduardo Sojo, y que modifica la cifra anterior que se estimaba rondaba 14.2 millones de informales al tercer trimestre de 2012.

A diferencia de la anterior, la nueva metodología considera, además de las personas que trabajan en unidades productivas sin registros, a quienes laboran en instituciones de gobierno y en empresas formales sin contrato y sin seguridad social, así como a trabajadores agropecuarios y domésticos no protegidos.

Tanto Eduardo Sojo, como el investigador del INEGI, Rodrigo Negrete Prieto, explicaron que la medición del “sector informal” que se presenta desde 2005, a partir de los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), no desaparece, sino se considera punto de partida y componente del cálculo de una medida más amplia: “el empleo informal”.

Así, se determinó que de los 29.3 millones de personas que trabajaron en todas las modalidades del empleo informal, 14.2 millones lo hicieron en el sector informal; 2.1 millones en el servicio doméstico remunerado; 6.2 millones en el ámbito agropecuario; y 6.8 millones en empresas, gobierno e instituciones.

“Los resultados dicen que el mercado laboral mexicano está caracterizado por un grupo importante de instituciones y de trabajadores que son vulnerables, por no estar dentro de un marco institucionalidad y legal”, dijo el presidente del INEGI.

“El tema de la informalidad, al final, representa vulnerabilidad”, agregó el funcionario, quien, a manera de ejemplo, comentó que una unidad económica informal que sea víctima de alguna “transa” por parte de un proveedor, no tiene medio de defensa jurídica ni legal alguna, por carecer de contratos.

“Desde el punto de vista de las unidades económicas implica vulnerabilidad, y desde el punto de vista de los trabajadores informales también, porque si hay un despido injustificado tampoco pueden reclamar porque no tienen un contrato, no están dentro de un marco legal institucional”.

Pendientes

También significa, añadió Sojo, que hay que trabajar mucho en nuestro país para formalizar el mercado laboral en México, quien confió en que la nueva Ley Federal del Trabajo abonará en ese sentido

Según Rodrigo Negrete, México es el primer país que realiza la nueva medición del trabajo informal, por lo que no existe un punto de comparación con otras naciones. Sin embargo, dijo que es posible que naciones con economías similares, como Brasil, tengan tasas de informalidad más bajas, porque tienen tasas de desocupación más altas.

“El mercado laboral tiene dos formas de amortiguar: una es el empleo informal y la otra es la migración a Estados Unidos. Por eso las tasas de desocupación en México están por abajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico (OCDE)”, agregó.

Antecedentes

Sojo informó que el concepto informalidad se planteó por primera vez en la década de los 70, y se utilizó para expresar lo que se veía en materia de desempleo en África.

A partir de entonces, diversos expertos en el mundo comenzaron a discutir el concepto, el cual cobro vigencia en la conferencia internacional sobre estadísticas de trabajo que se realizó en 1993.

Ahí se acordó que la palabra sector debería anteponerse al de informalidad, y nació el concepto “sector informal”, el cual definía la naturaleza de la unidad económica y de sus activos, los cuales no pertenecen a ellas sino a sus dueños.

“Eso era el concepto de sector informal, unidades económicas pequeñas, precarias, donde no se distingue el patrimonio del hogar del patrimonio del negocio”, dijo.

A partir de 1993 se empezaron a publicar estadísticas de ese sector informal, pero después empezó otra discusión que cuestionó si todo lo que está fuera de esas unidades económicas era formal y qué pasaba, por ejemplo, con el trabajo agrícola, doméstico e incluso en empresas formales.

Esa discusión, en la que participó México, llegó a su conclusión en la CVII Conferencia de Estadísticas del Trabajo de 2003, en la que se acordó identificar todas las formas de trabajo expuestas al mayor grado de riesgo personal y económico por estar al margen de las legislaciones, ya sea como productores o trabajadores.

De ahí surgió el concepto de empleo informal.

Metodologías

SECTOR INFORMAL

Se obtiene su resultado a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) desde hace siete años, a partir del trabajo en unidades económicas precarias, sin registros ni contratos, en las que no se distingue el patrimonio del negocio respecto al del hogar.

EMPLEO INFORMAL

Se mide también a través de la ENOE, pero a diferencia del sector informal, que considera sólo el trabajo en unidades económicas precarias, incorpora a todos quienes son laboralmente vulnerables, como los trabajadores domésticos, del campo y de empresas formales e instituciones de gobierno que no tienen contrato ni seguridad social.