José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

12 Dic, 2012

México: amortiguadores frente a fiscal cliff

La economía mexicana se prepara frente al precipicio fiscal, el fiscal cliff de Estados Unidos, que hoy en día representa el mayor riesgo para todo el mundo.

Si el presidente Obama no logra un acuerdo con su Congreso antes de terminar diciembre, en particular con el ala republicana, para el primero de enero caerá sobre aquel país la guillotina de 600 mil millones de dólares entre recortes de gasto y aumento de impuestos.

La economía estadunidense estaría irremediablemente en recesión, y con ella buena parte del mundo. Frente a ello Luis Videgaray, secretario de Hacienda, prepara una contingencia interesante que, como sabemos, será vital frente a la caída de nuestro principal socio comercial.

Debemos decirlo: todo mundo cree que EU va a ser lo suficientemente responsable para no caer ellos mismos en una recesión originada por sus animadversidades políticas. Pero si llega el llamado precipicio fiscal, México tendría colchones o amortiguadores que si bien no lo salvarán de una recesión internacional, sí lo ayudarán a seguir adelante y no caer en una contracción fuerte.

Cobertura petrolera para no recortar

El primer amortiguador sería la cobertura ya contratada del precio del petróleo, que se propone en 84.9 dólares el barril para 2013 (según la fórmula de la ley de responsabilidad presupuestal).

Si el precio del energético baja de ese nivel, y tuviéramos menores ingresos, hay coberturas que podrían mantener los recursos provenientes del energético para apoyar los distintos rubros de gasto.

Reservas para liquidez

El segundo amortiguador son las reservas internacionales. Hoy en día contamos con 163 mil millones de dólares de reservas internacionales.

Son las más grandes en la historia del país y, tanto la política fiscal como la monetaria, al mantener tasas atractivas en el país, han permitido la acumulación constante de reservas en los últimos dos años. Se estima que las agencias calificadoras deben tomar en cuenta este nivel de reservas para, en un momento dado, elevar el grado de inversión de México. Eso lo veremos más adelante. Por lo pronto, allí están para proteger la liquidez del sistema financiero y apuntalar el peso mexicano de ser necesario.

Línea FMI para complementar

El tercer amortiguador es la Línea de Crédito Flexible con el FMI. En la última semana del sexenio de Felipe Calderón fue el Banco de México, gobernado por Agustín Carstens, el que le dio el regalo de bienvenida al gobierno de Peña Nieto: refrendaron por dos años la Línea de Crédito Flexible que tiene México con el FMI.

La línea es por 73 mil millones de dólares y en los hechos se suma a las reservas internacionales para un caso de emergencia, como puede ser falta de liquidez en el sistema financiero, el cierre del mercado de capitales internacional por una crisis mundial, o bien una corrida contra la moneda. Sólo México, junto a Colombia y Polonia, tienen líneas de este tipo con el FMI, a cargo de Christine Lagarde.

Déficit cero mientras llega reforma fiscal

El cuarto amortiguador es plantear un cero déficit presupuestal. El no caer en déficit significa que el gobierno no va a gastar de más ni tampoco tendrá que salir al mercado a financiarse.

En un entorno complicado, el gobierno mexicano puede mantenerse operando sin la necesidad de conseguir dinero caro.

El secretario de Hacienda, Videgaray, ha propuesto lanzar para 2013 la reforma fiscal. Es indispensable.

Sabemos que a pesar de tener un déficit cero tenemos problemas con los requerimientos financieros (pagos multianuales que todavía quedan del rescate bancario, carretero o Pidiregas) y pesa la inversión de Pemex.

Por ello necesitamos, con carácter de urgente, una reforma hacendaria que obtenga ingresos tributarios de manera más sana y ampliando la base gravable.

Por lo pronto, es un factor de estabilidad el contar con un déficit cero.

Nextel e industria: No al IEPS en telecomunicaciones

Gustavo Cantú, vicepresidente de Nextel, se quejó por el impuesto pagado por los servicios de telecomunicaciones.

Y como prácticamente toda la industria pidió que se le permita desarrollarse sin dicho gravamen, el cual seguramente podrá retirarse cuando se negocie la reforma fiscal el próximo año.

Por lo pronto, este año lo que se pide es no aumentar el impuesto, si no es que disminuirlo. El argumento de la industria guarda lógica: si aumenta la actividad se pagará más IVA e ISR. El IEPS podría salir sobrando… pero seguro el tema se verá con la reforma fiscal.