Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

18 Dic, 2012

Es el de Entretenimiento de México otro caso fallido para la Ley de Concursos Mercantiles

Resulta que la comparecencia de Cellular Networks en el concurso mercantil de Entretenimiento de México (Emex), ocasionó que la empresa, junto con otras sociedades, controlaran más de 51% de la deuda aprobándose el convenio por el voto de la mayoría.

Le adelanto que Bluecrest va a impugnar dicha resolución, toda vez que no firmó el convenio y por separado está pendiente de resolverse otro recurso de este fondo británico en contra de la misma Cellular Networks, por tratarse de una simulación en fraude de acreedores.

Trascendió que este acreedor, que reclama una deuda cercana a 80 millones de dólares, podría denunciar penal y administrativamente al juez Julio César Franco Ávalos por su notoria parcialidad y su grave irresponsabilidad, al sancionar un convenio que jamás fue justificado por la concursada.

Es decir, la firma pidió una quita de 97% de sus deudas y a pagar a diez años, pero nunca justificó porqué con dicho descuento (y no más, o menos) podría salvar a la compañía de la quiebra, sin tomar en consideración que la Ley de Concursos Mercantiles protege a la concursada, pero también a sus acreedores.

Esta historia puede encuadrarse en otro más de los fallidos procesos concursales tipo Vitro, de Adrián Sada, y Mexicana que mal administró Gastón Azcárraga.

El de Emex no está exento de corrupción, que va desde la ayuda recibida en Gobernación en tiempos de Felipe Calderón, que terminó dividiendo el permiso en tres partes privando a Bluecrest de su fuente de pago, hasta las autoridades federales en Monterrey.

En este último caso específico se habla del juez Ricardo Hiram Barbosa Alanís, hoy suspendido de sus funciones por ayudar a los hermanos Juan José y Arturo Rojas Carmona, dueños de Emex, amén del susodicho juez Franco Ávalos.

En síntesis, es un hecho que los ingleses se van a inconformar con la aprobación del convenio para que lo revise una autoridad superior. Son cuatro mil 700 millones de pesos los que Emex arrastra.

Krouham cobra

Apenas entró Enrique Peña Nieto y en la PGR empezaron cateos contra empresarios exitosos. Resulta que ayer, con lujo de fuerza y sin escuchar antes a Grupo Serigráfico en la indagatoria iniciada, los muchachos de Jesús Murillo llegaron a tres plazas en Cancún, Mazatlán y Puerto Vallarta.

De manera simultánea, con varios regimientos de policías federales y sin dejar listados de los inventarios de la ropa sustraída, sin permitir a nadie participar en las diligencias y poniendo sellos de clausura consumaron un operativo que debe ubicarse en la disputa por los derechos de marca que se pelean Operadora Anderson’s, de David Krouham, y Grupo Anderson’s, de Eucario González.

En este caso el tercer afectado fue el grupo del guanajuatense Guillermo Rodríguez Macouzet, quien cuenta con una licencia para instalar tiendas de souvenirs de Mister Frog’s y Carlos’n Charlie’s. La ropa que se vendía está tutelada por contrato de licencia suscrito por Grupo Anderson’s y Grupo Serigráfico con inscripción en el IMPI, eventos que por más que se les explicó a los federales, hicieron oídos sordos y cumplieron con la orden.

Parece que a Krouham ya le está redituando haber ofrecido sus restaurantes, durante la campaña de Peña, a sus ahora colaboradores que hicieron de esos establecimientos sus puntos de reunión.

Pemex perfila

Le adelanté que Mario Beauregard se perfila con muchas probabilidades para ser el nuevo director corporativo de Finanzas de Pemex.

También apunte a quien suena fuerte para asumir la dirección corporativa de Administración: Víctor Díaz. Fue secretario particular de Emilio Lozoya Thalmann cuando ocupaba la desaparecida Secretaría de Energía, Minas e Industria Pararaestatal en el gobierno de Carlos Salinas. Actualmente es el Coordinador Ejecutivo de la Dirección General.

Asimismo apunte a Carlos Murrieta, hoy director corporativo de Operaciones, como posible director de la subsidiaria Pemex Refinación. Hasta donde se sabe, los nombramientos del corporativo y filiales se darían hasta enero y deben pasar antes por el filtro del consejo de administración de esta paraestatal que recién asumió Emilio Lozoya Austin.

Inbursa arranca

Pues nada, que tras dos años de intentos frustrados de negociaciones con Carlos Tomassi Villamil Inbursa inició el proceso de ejecución del proyecto Capella Bahía Maroma.

Se trata de un resort, del cual ya le había platicado. Su construcción inició en enero de 2008 y debió inaugurarse 18 meses después, pero el desarrollador enfrentó complicaciones financieras y ya no logró honrar a su socio, en este caso el fondo Clarion, propiedad del poderoso grupo holandés ING. El complejo ya está avanzado.

Se han invertido cerca de 60 millones de dólares con un crédito que les extendió precisamente Carlos Slim y que ahora se litiga. Capella abarca 240 hectáreas en la Riviera Maya. Las 83 habitaciones del hotel boutique ya están terminadas, pero quedan pendientes 127 villas y un campo de golf. ING intentó quedarse con el proyecto, pero Tomassi se defendió bien.

Hyatt se asocia

Tras la compra del emblemático Hotel Nikko de la Ciudad de México, apenas en mayo pasado, ya le había platicado que Hyatt regresaba con fuerza a México.

La afamada cadena que lleva aquí Myles McGourty planea empujar fuerte su marca Hyatt Place, que son hoteles para viajeros que compiten con los Real Inn, de Olegario Vázquez Aldir; Fiesta Inn, de José Carlos Azcárraga; Holiday Inn de IHG, que lleva Gerardo Murray; City Express de Luis Barrios, entre otros.

Hyatt se alió con el grupo constructor Hermosillo y Asociados, de Víctor Hermosillo, para levantar cuando menos cinco hoteles de esa categoría que estarán en Tijuana, San José del Cabo, Guadalajara, Bajío y probablemente Mexicali. La inversión será cercana a los 50 millones de dólares y Bancomext, que ahora dirige Enrique de la Madrid, aportará 50% del capital.

Villacero busca

El regiomontano Grupo Villacero está planeando construir una miniacería en México. Nos dicen que la medida tiene que ver con una estrategia más bien defensiva del propio Julio Villarreal, que corre el riesgo de quedar desintermediado de la cadena productiva al ser ya solamente distribuidor de acero, mas no productor. Recordará que el empresario le vendió en 2006 la Sidurúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas al poderoso consorcio indio Arcelor Mittal, de Lakshmi Mittal.

Desde entonces su foco ha estado principalmente en la comercialización del acero. En 2007 estableció una alianza estratégica con la misma Arcelor Mittal para comercializar y distribuir acero en México y Estados Unidos. La minimill tendría por lo menos un horno de arco eléctrico y pudiera manejar una capacidad de 200 mil a 400 mil toneladas por año a partir de la fundición de chatarra.