Las monedas que desaparecieron con la llegada del Euro

La consolidación del sueño de una moneda única significó la desaparición de monedas con siglos de historia
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El lunes 4 de enero de 1999 marcó el primer día hábil en que el euro fue usado como moneda legal en la Zona Euro. En un principio fueron 11 los países que la adoptaron: Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y España. Desde entonces, seis países más se han unido a su uso: Grecia (2001), Eslovenia (2007), Malta (2008), Chipre (2008), Eslovaquia (2009) y Estonia (2011).

Además, cuatro países más están autorizados a emitir la moneda: el Vaticano, Mónaco, San Marino y Andorra (a partir de junio). Mientras que Kosovo y Montenegro la adoptaron como moneda oficial debido a situaciones políticas.

La consolidación del sueño de una moneda única, que se puede rastrear hasta 1865 con la creación de la Unión Monetaria Latina, significó la desaparición de monedas con siglos de historia.

El Dracma griego

El uso del término se puede rastrear hasta el año 1,100 antes de Cristo, cuando la moneda eran lingotes de bronce, cobre o hierro cuyo valor nominal dependía del peso.

Sin embargo, el Dracma moderno se introdujo en mayo de 1832, poco antes de establecimiento de la Grecia moderna, y ha sobrevivido a dos grandes reformas. La primera se dio después de la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, cuando el banco central de Grecia fue obligado a emitir tanto circulante que causó una hiperinflación.

La segunda reforma del sistema monetario se dio en 1954, cuando Grecia se adhirió al sistema de Bretton Woods en un intento por detener la inflación que sufría en ese momento.

El Franco francés

La icónica moneda de Francia vino a sustituir la Lira de Tours, en circulación desde 1203. Fue en 1360 cuando el rey Juan II acuñó la moneda de oro que debe su nombre a la inscripción “franc á cheval” o “libre en caballo” que las piezas llevaban.

En 1641, bajo el reinado de Luis XIII, el nombre de la moneda cambió a Écu, aunque el uso del término “Franco” sobrevivió entre el pueblo francés. Su nombre se volvería oficial tras su adopción por la Convención Revolucionaria en 1795.

El nombre de la moneda sobreviviría al Imperio de Napoleón, la Unión Monetaria Latina, las Guerras Mundiales, y el periodo de la posguerra. Desaparecería, al igual que el resto, dos años después de haber coexistido con el Euro.

La Lira italiana

El nacimiento de esta denominación se dio en 1807 durante la ocupación de Napoleón de la parte norte del ahora país, y estuvo en curso hasta 1814, cuando el reino se dividió en pequeños estados y cada uno emitió su propia moneda.

Tras la creación del Reino de Italia bajo el mando de Víctor Emanuel II en 1861, la Lira fue restablecida como la moneda en curso, siendo una continuación directa de la Lira Sarda y sustituyendo la circulación de la Libra de Lombardi Venecia, la Piastara Siciliana, el Fiorino Toscano, la Lira de Parma y el Escudo Papal.

La Peseta española

El término usado para denominar la moneda fue usado por primera vez en 1808 en Barcelona, derivado del catalán "Peça", que significa “fracción”.

Su adopción en el Reino Español se dio en 1869, luego de que se anexara a la Unión Monetaria Latina. Este nombre para denominar la divisa sobreviviría a la Dictadura de Franco, las Guerra Mundiales y su ingreso al sistema de Bretton Woods.

El Marco alemán

Este nombre ha sido usado desde la unificación de los estados germanos en 1873. La primera versión de la moneda se denominó Goldmark, pues se basaba en el patrón oro. Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, el marco abandonó el patrón oro debido al proceso inflacionario que vivía el país, emitiéndose solo en papel moneda y adoptando el nombre de Papiermark. En 1924, se pasó a denominar Reichsmark.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación de los Aliados, cada uno emitía su propia moneda, por lo que el Marco dejó de existir oficialmente entre 1945 y 1948.

En junio de 1948, el Marco se convirtió en la moneda oficial de Alemania Occidental y en 1990 de la Alemania reunificada.

El Escudo portugués

La moneda de Portugal fue introducida el 22 de mayo de 1911, después de la Revolución de 1910, reemplazando al Real.

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