David Páramo

Análisis superior

David Páramo

18 Ene, 2013

Revisión a fondo

Es claro que no están funcionando debidamente los concursos mercantiles como una vía eficiente para superar los problemas que se presentan entre empresas y acreedores.

Hay dos posiciones sobre cómo se debe enfrentar la situación:

Primera. Modificar la Ley Federal de Concursos Mercantiles. Es claro que cualquier ordenamiento es perfectible y, quizá mucho más importante, que la realidad es cambiante y necesita ajustes.

Sin embargo, se tiene que tener claro que este ordenamiento que sustituyó a la Ley de Quiebras (que se había convertido en un vehículo para que las empresas abusaran de los acreedores) no sólo recoge las mejores prácticas internacionales, sino que también se construyó de común acuerdo con abogados, empresas, instituciones de crédito y los legisladores.

Hasta el momento ninguno de los problemas que han enfrentado los concursos mercantiles tienen que ver con el fondo de la ley, sino con la operación.

Segundo. Revisar a fondo la gestión de Griselda Nieblas y quienes operan el Ifecom. De los requisitos que se establecen para el nombramiento de síndicos conciliadores e incluso el proceso para seleccionar a los jueces. Siempre existe la tentación de pedir que los impartidores de justicia creen juzgados especializados en prácticamente todas las materias.

Si se analizan los problemas que han enfrentado los concursos mercantiles, éstos tienen que ver mucho más con la operación que con el ordenamiento legal en sí.

En el caso de Mexicana de Aviación, los problemas han derivado de una pésima actuación de quien durante demasiado tiempo fue rector del concurso mercantil; la tibieza de la directora del Ifecom, que ante los problemas ha exigido cambios a la ley en lugar de revisar la operación, así como las grietas que algunos han encontrado en la regulación.

Vitro

Los hermanos Adrián y Federico Sada, propietarios de Vitro, están buscando desesperadamente que la homologación de su concurso mercantil entre México y Estados Unidos se convierta en un problema
bilateral.

De acuerdo con la versión que han difundido a través de diferentes medios, el gobierno mexicano y en particular la Secretaría de Economía, que encabeza Ildefonso Guajardo, deben protegerlos.

La empresa tiene hasta mediados de febrero para interponer un recurso ante la Suprema Corte de Estados Unidos, para tratar de revertir la decisión de un tribunal colegiado de aquel país que negó la homologación del concurso protegiendo el interés de algunos fondos que no están de acuerdo con la resolución que se tomó en México.

Los fondos demostraron en tribunales de su país que Vitro había incluido, indebidamente, deuda entre las empresas propiedad de estos personajes en detrimento de los acreedores verdaderos.

La resolución en EU establece que se debe pagar la deuda sobre el monto original, es decir, 600 millones de dólares y no el monto en el que quedó después del proceso en México. La empresa mexicana asegura que no hicieron nada diferente que en otros concursos mercantiles, lo que en el menos malo de los casos sólo es una verdad a medias, puesto que dañaron a los que despectivamente califican como fondos buitres sólo porque tienen un mayor interés por lograr una mejor recuperación.

De acuerdo con la versión de Vitro, el juez de Estados Unidos no está respetando las leyes mexicanas y de ahí que el gobierno mexicano tenga que intervenir. En su momento Bruno Ferrari compró ese boleto, pero parece que no lo hará el actual secretario de Economía.

Panpulismo

Acción Nacional no sólo está dirimiendo sus problemas internos en un proceso de reflexión para comprender por qué perdieron la Presidencia de la República en medio de una de las mejores épocas de estabilidad económica en los últimos 100 años, sino que comienzan a rondar por el populismo.

Ayer le informábamos sobre el problema que representa la deuda de los estados y municipios, y que Acción Nacional estaba buscando una serie absurda de sanciones que incluso les llevaron a presentar una iniciativa en la Comisión Permanente, en la cual se castigue con cárcel e inhabilitación a los mandatarios estatales que contraten deuda irresponsablemente.

La declaración suena bien, pero no tiene ningún fondo y hasta cae en errores lamentables. Hablan de que el municipio de Acapulco está en Buró de Crédito, cometiendo el error gravísimo de creer que esta sociedad de información crediticia es “un listado de malos pagadores” y no el mejor mecanismo para conocer el comportamiento de crédito.

Segundo. Entre los supuestos argumentos detallan que algunas entidades han contratado muchos créditos en poco tiempo. El problema de la contratación de crédito no se da por la velocidad, sino de la falta de fondos para pagarlo.

Eso es irresponsabilidad. Lo que puede avalarse es la legalidad o no de los créditos. En prácticamente todos los casos se han dado con las aprobaciones de los congresos y cabildos locales, así como en cumplimiento de las sanas prácticas bancarias.

Lo que no ha podido demostrar hasta el momento ningún legislador panista es que se hayan presentado delitos en la contratación de créditos.

La posición de los panistas, en verdad populista, realmente aporta muy poco a la solución del problema de fondo, que es el crecimiento de la deuda.

Negociaciones

Las negociaciones entre la Asociación de Bancos de México, presidida por Jaime Ruiz Sacristán, y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, encabezada por Jaime González Aguadé, para ajustar las normas de Basilea III, están entrando en una fase mucho más clara.

De entrada, ya se borró el capricho que tenía Guillermo Babatz por imponerse sobre los bancos y la negociación se está dando de una manera mucho más constructiva.

Desconocimiento

Se requiere de un muy profundo desconocimiento de la industria de la aviación para sentirse preocupado por la decisión de la FAA de revisar los aviones Boeing 787 Dreamliner.

No se trata ni de un asunto extraño ni grave, pero que ha dado pie a muchas tonterías.