David Páramo

Análisis superior

David Páramo

24 Ene, 2013

Inminente degradación

En esta columna advertimos en 2010 que la FAA de Estados Unidos degradaría a la Dirección General de Aeronáutica Civil porque había un terrible desorden en la inspección de aeronaves, control de tripulaciones y entrega de licencias, así como su verificación. Se cumplió el pronóstico.

El problema se hizo particularmente evidente con el accidente en el que perdió la vida, entre otros, quien en aquel momento era secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.

Adepto a las promesas que no se pueden cumplir y a los tratos turbios, Juan Molinar Horcasitas, quien mal ocupaba la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, logró que la sanción que se aplicó a la autoridad mexicana se levantara en tan sólo seis meses.

En gran medida influyó en el ánimo de la FAA que las líneas aéreas comerciales mexicanas operan con los más altos estándares, no sólo porque vuelan hacia destinos internacionales, sino porque hay una verdadera autorregulación y compromiso de las aerolíneas comerciales a favor de la seguridad. El problema siempre se concentró en la llamada aviación privada y de ahí que con una serie de promesas de mejor supervisión se levantó la sanción; sin embargo, las cosas cambiaron poco o nada para bien.

De hecho, y como lo hemos denunciado en esta columna reiteradamente, no sólo mejoraron muy poco los procedimientos de inspección, sino que se permitió el surgimiento perverso de líneas aéreas que ofrecen servicio de taxis cuando en realidad operan prácticamente como líneas aéreas comerciales.

Desgraciadamente no sólo se trata de empresas mexicanas, sino también algunas que operan aviones con bandera de EU y con tripulaciones con licencias de EU, pero que no son auditadas porque evitan aterrizar en aquel país.

Cabotaje

Como le informamos en el caso del accidente donde murió Jenni Rivera, la tragedia abriría una puerta mucho más grande, puesto que contrariamente a lo que se trató de hacer creer el avión era usado como taxi y no le fue prestado a la cantante que lo quería comprar.

Esta empresa no es la única que da este servicio ilegal de cabotaje. Líneas como aquella han proliferado durante los últimos años y están ofreciendo precios que francamente pueden competir en contra de las líneas aéreas comerciales.

El tema de fondo es que siguen los problemas de supervisión y control que se prometieron resolver desde hace más de dos años.

En diciembre señalamos en esta columna que el nuevo titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, y el director de la DGAC, Alejandro Argudín, no sólo tenían que desarrollar una nueva política aeronáutica, sino tomar acciones muy urgentes para corregir un problema que amenaza con volver a degradar a la autoridad mexicana que, desgraciadamente, implicaría un periodo mucho más largo que el anterior.

En este sentido, es importante destacar que la baja de grado a la autoridad mexicana tiene como su principal implicación que las líneas aéreas mexicana no podrían aumentar las frecuencias hacia aquel país y, por lo tanto, la capacidad de competencia se vería afectada por fallas atribuibles a la autoridad.

Habrá que estar pendientes puesto que, según parece, el peligro sigue creciendo no sólo de la mano de la falta de cumplimiento de los compromisos de la autoridad, sino lo que revelará el juicio presentado por los pasajeros del avión donde murió la cantante.

Jacob Llenares, Arturo Rivera, Mario Macías, Miguel Pérez y Alejandro López están promoviendo un juicio en EU porque no están de acuerdo con una indemnización de cinco millones de dólares que pondrá de manifiesto una gran cantidad de fallas de la autoridad aeronáutica de México.

Comparecencia

La Comisión Permanente del Congreso de la Unión aprobó un punto de acuerdo para que antes del 29 de enero Mony Sacha de Swaan explique algunos contratos firmados con la Universidad Autónoma del Estado de México y la
empresa ENAPSYS.

Habrá que estar pendientes sobre la comparecencia del presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones.

Intocado

El séptimo tribunal colegiado en materia administrativa determinó que Teléfonos de México no podía utilizar la afirmativa ficta para modificar su título de concesión.

Como se recordará, la empresa de Carlos Slim argumentaba que durante 2008 solicitó el cambio de su título de concesión y como no hubo respuesta de la Cofetel, en aquel entonces encabezada por Héctor Osuna, y por lo tanto entraba en vigor la afirmativa ficta.

El tribunal determinó que Telmex deberá presentar una nueva solicitud a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para modificar su título de concesión si desea dar los servicios conocidos como triple-play, es decir, voz, datos y video.

Buitres

Quienes tratan de defender la posición de los hermanos Federico y Adrián Sada, de Vitro, no se cansan de decir que los fondos que lograron una resolución de un juez de Estados Unidos para que no se homologue el convenio concursal que se llegó en México con aquel país son buitres.

Que compraron la deuda con descuento como si esto fuera vergonzoso, delito o algo que en el menos malo de los casos disminuyera sus derechos.

De acuerdo con la ley son acreedores con derecho pleno como han demostrado en los tribunales de Estados Unidos. Alegan que Vitro incluyó deuda entre compañías para dañar los derechos de los acreedores.

Si se trata de hacer juicios de valor, resulta mucho peor utilizar artimañas al filo de la ley (en opinión de algunos abogados ilícitas) para no cumplir debidamente sus obligaciones financieras teniendo posibilidad real de hacerlo.

Utilizar el concurso mercantil como una vía para generar ingresos indebidos o, en el menos malo de los casos, inmorales.

Peor aún, ante la falta de argumentos jurídicos tratar de hacer que el problema sea atendido por el gobierno de México en los tribunales internacionales.

Perseguidores

Es de preocupar que haya quienes quieran encontrar competencias que no tiene Condusef sólo porque la encabeza Mario Di Costanzo. Su misión es defender a los usuarios de servicios financieros.