HSBC inyecta 500 mdd ya con Basilea III

Desde su casa matriz en Londres, el banco más grande del mundo, HSBC, tomó la decisión de afirmar su interés por México.

Decide inyectar 500 millones de dólares a HSBC México de manera directa, sin obligaciones de sus propios clientes, sino con recursos propios que llegan a nuestra economía.

Garantizan calidad del capital

El punto clave de la capitalización de HSBC México es la inyección de capital de calidad, es decir, bajo las nuevas y estrictas reglas de Basilea III que garantizan una capitalización fuerte del banco y duradera.

De los 500 millones de dólares que se inyectan a HSBC México llama la atención que 390 millones de dólares se hacen de manera directa, por suscripción de acciones. Llegan de Londres. El resto, que son 110 millones de dólares, son de obligaciones convertibles (desde luego, a acciones) con base en las nuevas reglas de capitalización que México adoptó, las de Basilea III.

Decisión de Gulliver y Peña: México, clave

Es un espaldarazo de Stuart Gulliver, presidente mundial de HSBC, a la perspectiva de la economía mexicana, y desde luego a la gestión del banco en México que actualmente dirige Luis Peña.

Es la primera capitalización de un banco en la administración de Luis Peña y en la gestión hacendaria de Luis Videgaray.

Desde luego se considera a México como mercado donde el banco inglés quiere mantenerse, prestar, hacer negocios y ser un jugador de primer nivel.

HSBC busca mercado crediticio

El banco presidido mundialmente por Stuart Gulliver tiene plena confianza en la gestión de Peña.

Recordemos: HSBC sufrió una fuerte multa en nuestro país y en Estados Unidos por la exportación desde México a ese país de dólares en efectivo. Todo el tema de exportación de dólares en efectivo, y desde luego las acusaciones en EU de lavado, quieren quedar atrás en México.

No sólo porque la actual administración del banco puso un freno en la operación de venta en dólares, sino porque ahora con la capitalización quieren mostrar que están en México para ser un banco fuerte que compita en intermediación, en el mercado crediticio de manera formal.

El nivel de préstamos en México es bajo. La relación crédito/PIB apenas llega a 17.5% según el Banco Mundial, incluso menor que países centroamericanos.

HSBC México quiere ir por dicho mercado.

Bienvenida la competencia bancaria

¿Hacia dónde va HSBC en México? Va para competir directo con Bancomer y Banamex, y así tratar de disputar el liderazgo en el mercado financiero mexicano. Allí están capitalizándose Santander y Banorte, los cuales tampoco quieren quedarse atrás.

Pero el recibir 500 millones de dólares frescos para una administración como la de Luis Peña, que sabe hacer banca minorista y mayorista, obviamente hace que muchos volteen a ver al banco. HSBC buscará terminar la modernización de sus mil 55 sucursales o sus seis mil 364 cajeros automáticos. Actualmente cuenta con 5.6 millones de clientes activos.

Es su segunda capitalización en tres años. En 2010 le inyectaron 700 millones de dólares y ahora con los 500 millones de dólares de capital fresco, y bajo las reglas de Basilea, el mensaje es claro: HSBC quiere competir en el bajo mercado crediticio y disputar liderazgos.

Suprema Corte y SME

El tema del patrón sustituto fue central en la resolución de la Suprema Corte. Los magistrados consideraron que la Comisión Federal de Electricidad no puede ser patrón sustituto de los casi 20 mil ex trabajadores de la hoy extinta Luz y Fuerza del Centro.

La Corte explica que Luz y Fuerza del Centro, hoy desaparecida, tenía patrimonio y personalidad jurídica propios. Por eso el Ejecutivo no es el patrón de todos los organismos públicos, siendo que cada uno tiene recursos propios.

Desde luego el Sindicato Mexicano de Electricistas tenía su esperanza en la Corte, y ahora los hemos visto salir otra vez a la calle.

Recordemos: La Corte está para darle constitucionalidad a las controversias. No para otros temas. En este caso encontró constitucional el Decreto de Extinción de LyFC.

En su momento la decisión de extinguir a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro se tomó por su inoperabilidad, que llegó a costar más de 40 mil millones de pesos anuales. Y eso que LyFC era una compañía con monopolio natural en el centro del país.