David Páramo

Análisis superior

David Páramo

5 Feb, 2013

Mantener el rumbo

Enrique Peña Nieto ha tomado la estafeta de un cambio en la forma que opera Petróleos Mexicanos, la cual no es nueva ni tiene que ver con ninguna filiación partidista o política, sino con el sentido común.

Es claro que el país no puede ni debe seguir teniendo un régimen para esta paraestatal que sólo es comparable con el de la dictadura de Corea del Norte –el cual ha dejado de funcionar– y que atenta en contra de la mayoría de los mexicanos.

Ciertamente habrá mentirosos profesionales, quienes hablan de privatización cuando el tema no está sobre la mesa. Se trata de encontrar esquemas como el de Statoil de Noruega, Petrobras de Brasil o PDVSA de Venezuela en los cuales no se discute la propiedad estatal y se reconoce la participación privada como la que se ha dado desde hace muchísimos años en Pemex de una manera vergonzante, como si la alianza de lo público y lo privado fuera un delito o algo similar.

Si bien es cierto que muchos de los postulados de la reforma energética del Presidente de la República se parecen a los de Acción Nacional y son compartidos por la mayoría de los mexicanos, evidentemente hay muchos quienes se sienten afectados.

Por una parte, están los grupos de izquierda que aferrados a mitos y visiones del siglo pasado parecería que protegen con mayor intensidad los intereses de los que más tienen o creen en un México que ya no existe ni fue tan bueno como ellos lo recuerdan. Aquel país totalitario y populista en el cual la corrupción era moneda de curso corriente.

También está el sindicato que encabeza Carlos Romero Deschamps. Evidentemente una reforma energética pasa, necesariamente, por quitar una gran cantidad de privilegios excesivos a un sindicato que generan
gravísimas ineficiencias.

El poder del sindicato va en contra de la productividad, puesto que se convierte en un freno a la productividad y el dinero no llega directamente a los agremiados, sino que se queda a los líderes.

Absolutamente nada debe cambiar el rumbo que ha tomado el Presidente porque es el correcto.

Ridículo

Es francamente ridículo que se le sigan vendiendo falsas esperanzas a los trabajadores de Mexicana de Aviación y todas las empresas vinculadas.

Lo menos malo que les podría pasar es, sin lugar a dudas, que quebrara la compañía puesto que no sólo les garantizaría una adecuada liquidación sino que, además, les permitiría tener seguridad jurídica.

Hace unas semanas la mala directora del Ifecom, Griselda Nieblas, filtró que uno de los grupos que se habían inscrito por la línea aérea no había cumplido los requisitos. Lo hizo de una manera tan mala que se generó la impresión que además de Fides y Med Atlántica podría haber otros. No dio nombres, sólo lanzó la piedra guiándose en una aparente resolución de la juez Edith Alarcón.

Ahora resulta que les tratan de vender a los trabajadores que esta semana será crucial para el “rescate” de Mexicana de Aviación, puesto que se determinará cuál de los dos grupos sigue adelante.

El fin de semana los de Med Atlántica (que ya cambiaron de vocero, pero sigue siendo un grupo vinculado con Gastón Azcárraga, quien es el principal responsable de la situación de esta línea aérea) aseguró que el descalificado será Fides porque no cumple los requisitos fijados por la juez del Concurso Mercantil y que si les dejan participar ellos interpondrán recursos legales.

¡Déjense de payasadas!

Primero. Parecería que los de Med Atlántica están tratando de curarse en salud y amenazan con dilatar el proceso si no es cumple con sus caprichos. Esto sólo beneficia al grupo de Azcárraga, puesto que se siguen diluyendo las pruebas de su culpabilidad y al grupúsculo de marranos que, de la mano del interventor, siguen cobrando sueldo en detrimento de quienes fueron sus compañeros de trabajo. Entre ellos también indigna la participación de Fernando Perfecto, quien era dirigente sindical de ASPA de México.

Segundo. No importa cuál de los dos grupos quede, lo importante es si puede demostrar que tiene por lo menos 100 millones de dólares que se destinarían en su mayoría a pagar a los trabajadores y de todas aquellas cosas que se quejó Med Atlántica la más reciente vez que no pudo cumplir con el plazo cumplido por la juez.

Ya basta. Es el momento de comprender que Mexicana de Aviación es un cadáver, lo único que se mantiene con vida es MRO (la base de mantenimiento) y que la quiebra le daría la posibilidad a este activo no únicamente de tener seguridad jurídica, sino para crecer y ser una fuente de empleos para más mexicanos.

De hecho, éste es el único activo que tiene postores serios. Sin embargo, están esperando a que termine la ridícula novela armada en torno a lo que fue la línea aérea más importante del país.

Oferta

Algunos presidentes municipales no acaban de comprender bien qué es lo que está pasando.

Mientras que algunos piden un rescate y la Secretaría de Hacienda, encabezada por Luis Videgaray, habla de que ayudarán en reestructuraciones casuísticas, por el otro lado parecería que algunos funcionarios están prometiendo créditos a diestra y siniestra.

Desde que se estaba dando la transición señalamos en esta columna que parecería que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y su equipo tienen la idea equivocada de que hace falta abrir las llaves del crédito cuando, en realidad, éste ha crecido de una manera bastante sana.

Así las cosas, hay quienes aseguran que Alfredo del Mazo Maza está sumamente activo en el ofrecimiento de crédito para los municipios. Se asegura, incluso, que este funcionario está prometiendo que facilitará de muchas formas que tengan acceso a los financiamientos.

Por lo menos existe un contrasentido.

Por un lado, la Secretaría de Hacienda se dice preocupada por la forma en que ha crecido el crédito bancario a los municipios y por el otro el director de Banobras, con muy poca experiencia financiera, está ofreciendo abrir las llaves.