José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

18 Feb, 2013

Pemex, del hueco fiscal a la competitividad

Pasar de un Pemex, cuya principal función es tapar los enormes huecos fiscales, a uno más competitivo que se comporte como empresa y cuya función sea producir mejor sus combustibles y seguir exportando, es la tarea que se busca con la reforma energética.

En el gobierno lo tienen claro: la reforma energética va de la mano con la reforma fiscal. Pero la energética debe ir mucho más allá: crear una empresa estatal competitiva.

Generación de divisas, no sólo eso

Desde los años ochenta se buscó despetrolizar la economía. Se logró.

Pero las finanzas públicas se mantuvieron petrolizadas y desde aquel entonces a la fecha Pemex sólo ha funcionado para vender crudo en el extranjero y cubrir 35 o 40% de los ingresos públicos de México.

Ahora, dice Emilio Lozoya, nuevo director de Pemex, que se quiere una petrolera que no sólo sea generadora de divisas, sino competitiva.

Es loable buscar una empresa competitiva, pues si bien a México le va bien vender un petróleo de crudo que le cuesta producirlo menos de diez dólares y venderlo a 100 dólares, lo cierto es que Pemex ya no funciona como antes.

Carecemos de combustibles competitivos. Y no sólo por la gasolina que importamos, sino por varios petroquímicos.

Seamos sinceros: Petróleos Mexicanos ha estado al servicio de la necesidad fiscal, no de la industria, no de un planteamiento competitivo o
económico estratégico.

Petrobras a la mexicana

La reforma energética para hacer más competitivo a Pemex se lanza este año.

Va junto con la fiscal. Se busca hacer de la principal compañía paraestatal una empresa de Estado, pero que sea competitiva, una compañía estatal, pero con el concurso inteligente de la iniciativa privada.

Sí se puede. Los casos saltan a la vista. El que más le ha llamado la atención al presidente Peña Nieto es el de Petrobras. La compañía estatal brasileña en 20 años se decidió ir a aguas profundas, se decidió a colocar en los mercados 70 mil millones de dólares y ser productiva con el concurso de la iniciativa privada.

Pero también se encuentra Statoil, la compañía noruega. Y ni se diga Ecopetrol, la empresa colombiana que ha transformado aquel país de un productor de granos como el café a un exportador neto de petróleo.

En todos los casos sí se utiliza iniciativa privada. Y los excedentes deben servir para el desarrollo nacional, no para tapar huecos fiscales.

Ventajas en gas, petroquímica y etanol

El diagnóstico en Petróleos Mexicanos es claro. Deben entrar a industrias con ventajas comparativas como, por
ejemplo, la del gas.

México cuenta con grandes reservas de gas. Si se invierte en él se podría surtir al mercado interno y exportar.

Hay otras industrias que también deben ser puntas de lanza de Pemex, como la petroquímica, a la cual hemos renunciado en las dos últimas décadas. Y ni se diga de las nuevas necesidades, como los fertilizantes.

Por ejemplo, está el caso del etanol, que sirve para oxigenar gasolinas y hacerlas más eficientes. Surge del biodiesel, en donde varios cultivos de México lo pueden producir. Y allí Pemex se ha salido por completo.

Es lógico: Petróleos Mexicanos ha estado inmerso en la exportación de crudo como su principal función, ya que sirve para cubrir 35 o 40% de los ingresos públicos. Ahora se quiere dar un paso hacia la competitividad de combustibles.

Zamora deja Canaero; va con Videgaray

Abraham Zamora fue un buen presidente de la Cámara Nacional de Aerotransporte, la Canaero, y desde luego buen directivo corporativo de Aeroméxico.

Pero ahora decide renunciar a ambos cargos por algo interesante: ayudarle a Luis Videgaray, secretario de Hacienda, en la coordinación, nada menos, que del gabinete económico.

Videgaray hace una buena adquisición. Zamora supo llevar bien los temas de empatar rentabilidad con necesidad de rutas y le tocó poner la postura de la industria sobre Mexicana.

La renuncia de Zamora al sector aéreo parece estar muy lejos de la nueva composición accionaria de Aeroméxico y más bien se debe a un reto interesante en el gobierno federal.

G20 evita divisas competitivas: ¿les cree?

En el G20 salió un buen comunicado. Resulta que banqueros centrales y ministros de Hacienda estuvieron en contra de las devaluaciones de monedas para ser más competitivos.

Sin embargo, no se les puede creer. EU ha mantenido una política expansiva, con bajas tasas de interés. Japón también ha devaluado competitivamente. Bueno, hasta Suiza, que por primera vez fue invitada al G20, ha buscado devaluar su moneda para ser competitiva frente al euro.

Los países industrializados han provocado flujos de capitales importantes, a veces desestabilizadores, a economías emergentes.