David Páramo

Análisis superior

David Páramo

19 Feb, 2013

¿Trampa de Bachoco?

Desde finales de la semana pasada Bachoco filtró que muy posiblemente tendrían problemas de gripe aviar, los cuales fueron confirmados desde el mismo viernes por las autoridades sanitarias del país.

Hasta ahí, la empresa de la familia Bours podría ser víctima simplemente de un brote como el que afectó una pequeña zona de Jalisco el año pasado y que incluso podría dudarse de sus controles sanitarios. En el mercado de valores, tan ciclotímico, las acciones tuvieron una baja.

Sin embargo, con el paso de los días han comenzado a crecer sospechas sobre lo que podría haber atrás de este oportuno de gripe aviar para una empresa que suele incurrir en prácticas monopólicas en detrimento de los consumidores de pollo y huevo en el país.

No debe olvidarse que han sido sancionados en un par de ocasiones por la Comisión Federal de Competencia acusándolos no sólo de colusión, sino de otras prácticas en contra de la dependencia.

También es importante destacar que productores de Estados Unidos se han quejado de las medidas ante la competencia implementadas por Bachoco, puesto que ha solicitado acciones que evitan, en los hechos, que los consumidores mexicanos puedan tener piezas de pollo a menores precios de los que son vendidas por una empresa de tintes netamente monopólicos.

Es necesario ver el entorno en el que se da esta noticia. De entrada, los errores de la Secretaría de Economía durante el sexenio pasado provocaron un fuerte rebrote inflacionario que ya fue controlado.

En algún momento hubo quienes consideraron que Banco de México debía aumentar las tasas de interés para enfrentar esta situación. Como lo señalamos oportunamente en esta columna, era innecesario pues el aumento de las tasas de interés no iba a generar que las gallinas ponedoras aumentaran su producción.

En la más reciente reunión del instituto central, gobernado por Agustín Carstens, incluso se llegó a establecer la posibilidad de disminuir la tasa de referencia, como ha pedido el equipo de Luis Videgaray en la Secretaría de Hacienda, para propiciar un mayor crecimiento de la economía, toda vez que la inflación se encuentra ya muy cerca de niveles de 3%.

Agandalle

Sin hacer escala en los errores de Bruno Ferrari, el más grande ganador del pasado brote de influenza fue Bachoco.

De acuerdo con sus reportes a la Bolsa Mexicana de Valores, durante el tercer trimestre del año pasado (cuando se dio el brote de influenza aviar en Jalisco, que no afectó su producción) crecieron 98% con respecto al trimestre previo. Las ganancias entre enero y septiembre del año pasado aumentaron más de 700% con respecto al mismo periodo de un año antes.

Así las cosas, parecería que esta empresa podría estar buscando obtener nuevamente beneficios indebidos provenientes de la especulación y la necesidad de los que menos tienen.

Quienes pretenden defenderlo podrían cuestionar ¿cómo ganarían si tienen que sacrificar producción? Sin embargo, esta posición no considera seguros y, lo más grave, la posición monopólica.

Monopolio

Haciendo más escaso el producto, donde tienen una posición dominante, podrían propiciar que aumentara el precio en beneficio de sus resultados financieros, pero causando un grave daño a los consumidores, especialmente a los más pobres.

Más allá, los antecedentes de Eduardo Bours y su familia son verdaderamente lamentables. Habría que recordar su paso como gobernador de Sonora, que tuvo su momento más lamentable con la tragedia de la guardería ABC en Hermosillo.

Bours fue un hombre que utilizó diversas representaciones de la iniciativa privada no sólo para beneficiarse en lo personal y su carrera política, sino también para impulsar los intereses de su carrera.

Bachoco deberá demostrar fehacientemente que presentaron un brote de inluenza aviar en la zona norte de Guanajuato. Que éste no se dio de una manera intencional o por una grave falla en sus controles sanitarios. Que no habrá afectaciones para los consumidores de pollo y huevo
en México.

Es indispensable que la CFC, Profeco y la propia Secretaría de Economía tengan particular cuidado con garantizar que la familia Bours en esta ocasión no están haciendo alguna de sus tradicionales trampas.

Elección

La semana pasada usted pudo leer en exclusiva en este espacio la decisión que habían tomado los miembros de la Asociación de Bancos de México de ir a una elección abierta para seleccionar a su nuevo presidente, dejando atrás el anacrónico sistema de hacer acuerdos para supuestamente lograr un consenso, lo cual era calificado por la inmensa mayoría como una imposición de los grandes.

Resulta que a pesar de que muchos quieren impulsar a Javier Arrigunaga, la realidad es que en Banamex se sigue pensando que no es el mejor momento para este hombre, puesto que tiene que seguir consolidando la operación del grupo financiero y la línea aérea más grande del país donde, es importante destacar, siguen siendo uno de los principales accionistas.

No han faltado algunos quienes traten de “presionar” recordándole que trabajó para Guillermo Ortiz cuando el ahora presidente de Banorte era funcionario público, Arrigunaga trabajaba para él.

Parecería que algunos están a favor de una “imposición” por parte de Banorte y otros bancos que nadie identifica en lugar de una votación abierta, ya que la califican como una muestra de falta de unión gremial.

Seamos claros. Lo mejor que le puede pasar a los bancos es comprender que los esquemas del pasado ya no funcionan y en la medida en que tengan una mayor democracia y transparencia lograrán mantenerse como un gremio sólido.

Quienes promueven la llegada de otros candidatos, diferentes a Luis Peña, podrían tener un problema muy serio: Que no haya otro candidato.

En este sentido, la inmensa mayoría de los presidentes y directores de bancos siguen con la idea de ver si el presidente y director de HSBC funciona y si no pensar en el siguiente plan.

Es posible que, en una de ésas, Peña sea el único candidato y si no reúne los votos suficientes, pues entonces ya se piense en otros candidatos.