Olvido de Mexicana

No existe ninguna razón por la cual la juez Edith Alarcón siga alargando la decisión de quebrar a Mexicana de Aviación: Med Atlántica y Fides (por enésima ocasión) no cumplieron con los requisitos fijados desde hace varias semanas y por lo tanto no existe ningún inversionista dispuesto a inyectar capital y rescatar lo que alguna vez fuera la primera línea aérea del país.

Desde hace más de 30 meses, prácticamente todas las empresas del grupo no están trabajando y por lo tanto sufren un deterioro acelerado en el valor de sus activos. La base de mantenimiento, MRO, si bien sigue operando está sufriendo los problemas generados de la falta de seguridad jurídica y la incertidumbre que tienen los clientes sobre esta empresa que da empleo a unos mil 500 trabajadores.

Como hemos señalado en esta columna, si la base de mantenimiento fuera vendida tendría grandes oportunidades no sólo de generar más de 100 millones de dólares a favor de los acreedores sino que además podría tener un gran crecimiento y, por lo tanto, abrir una mayor cantidad de fuentes de empleo. Hay interés firme de algunas empresas que no pueden hacerlo público, puesto que no se encuentran en esa fase procesal.

La administración del Concurso Mercantil, encabezada por Gerardo Badín y un grupo de marranos que siguen cebándose de los despojos de la línea aérea, lo único que están haciendo es consumir los pocos activos que aún quedan.

El no ir a la quiebra va claramente en detrimento de los trabajadores de la línea aérea. Actualmente se encuentran en una gran inseguridad jurídica, puesto que si bien no han sido liquidados, formalmente tienen un empleo en el cual no perciben ninguna clase de salario.

El ir a la quiebra permitiría no sólo la liquidación de los trabajadores sino que, además, daría la posibilidad de rescatar algunos activos a favor de la generación de fuentes de empleos. Valdría la pena que quienes siguen aferrados a mantener a ese enfermo con muerte cerebral escucharan voces sensatas como la del Secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete, quien ha hecho llamados para que se tome una decisión definitiva.

Presiones

Si bien es cierto que Gustavo Madero casi se ha convertido en monotemático con el tema de la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones, hay muchos otros que tratan de hacer creer que el destino del Pacto por México, de la gestión de Enrique Peña Nieto y de todo el país dependen de que se presente en los próximos días esta iniciativa.

Ya ve que iluminados por el rencor como Purificación Carpinteyro comparan lo que están tratando de hacer con un tsunami u otras ideas que casi cualquier psicólogo consideraría como enfermas.

El líder de Acción Nacional (quien se traga todos los cuentos de Juan Molinar Horcasitas) que dedica otra parte de su cuerpo a vengarse de Felipe Calderón y su grupo, es la cara más visible de una fuerte presión que quieren una ley que les permita desquitarse de sus fantasmas.

Como hemos demostrado en esta columna, la inmensa mayoría de las propuestas sólo contiene un catálogo de barbaridades que causarían un efecto muy pernicioso para el país. Están diseñadas desde el absurdo político y el rencor: Deben privilegiarse aquellas que tienen como
corazón a los consumidores.

Mucho antes de pensar en hacer una iniciativa ya, se tiene que hacer una iniciativa que funcione y que sirva para tener un sector de telecomunicaciones que sirva a los mexicanos.

Miopía

Hay quienes critican las acciones del gobierno que ofrecen regularizaciones para quienes no estén al corriente en el pago de sus impuestos y, recientemente, del Infonavit para aquellos patrones que no estén cumpliendo debidamente con sus cuotas.

Estas críticas cometen algunos errores fundamentales. El programa de regularización fiscal del SAT, que encabeza Aristóteles Núñez, no fue una decisión de la Secretaría de Hacienda o del gobierno, sino que fue acordado por los legisladores en la definición del presupuesto para este año. El programa de regularización para los patrones del Infonavit, encabezado por Alejandro Murat, fue acordado por el consejo técnico del organismo tripartito.

Independientemente de que en ambos casos no se trata de decisiones del gobierno sino de legisladores, patrones, trabajadores y gobiernos según el caso, plantean acciones concretas no sólo para mejorar los ingresos del gobierno sino para permitir a la gente que cumpla con sus obligaciones.

Separación

Durante el gobierno pasado, Felipe Calderón  trató de fusionar a Nacional Financiera con Bancomext. Si bien no lo logró desde el punto de vista jurídico, sí lo hizo desde el punto de vista operativo.

No es claro determinar cuánto se ganó o perdió con esta medida; sin embargo, los directores de los dos bancos de desarrollo, Jacques Rogozinski y Enrique de la Madrid, han tenido que dedicar más tiempo del que se pensaba para separar las operaciones y reestructurar áreas que se perdieron especialmente en Bancomext como son las jurídicas, además de una serie de procesos de toma de decisión.

Habrá que estar muy pendientes puesto que una vez que se termine este proceso interno, ambas instituciones recuperan un papel protagónico en el desarrollo de México y definirán cuál será su forma de operación.

Confirmación

Aparentemente la Asociación de Bancos de México lo está logrando y llegarán al 5 de marzo con Javier Arrigunaga como candidato de unidad para presidir al gremio durante los próximos dos años.

Aquí es importante destacar que el funcionario de Banamex está realizando una gran labor para limar resentimientos y problemas. Arrigunaga en todo momento mostró un gran respeto hacia Luis Peña y siempre estableció que el director de HSBC era el candidato, él lo apoyaría. Que sólo pensaría en encabezar al gremio si Peña no era la opción de todos.

A pesar de no haber presidido al gremio, Peña nuevamente ha demostrado una gran clase y profesionalismo. Hoy ya está concentrado en los resultados de su grupo financiero que, a no dudar, resultaron sumamente buenos.