David Páramo

Análisis superior

David Páramo

4 Mar, 2013

Reestructuran vivienda

A pesar de que el Infonavit fue creado a principios de la década de los setenta, no fue sino hasta hace poco más de diez años que entró en el camino adecuado y únicamente con mantener el ritmo logrará terminar con el rezago de vivienda en 2017, lo que plantea nuevos retos no sólo para este instituto, sino para todo el sector vivienda.

Si bien es cierto que dentro del sector han influido determinadamente otros factores como la estabilidad macroeconómica y el que los bancos participan muy activamente en este sector, la realidad es que Infonavit ha sido punta de lanza, puesto que tiene que ver directa o indirectamente con aproximadamente la mitad de los financiamientos de vivienda del país.

Es claro que el consumidor de vivienda se ha vuelto mucho más sofisticado. Hace unos años sólo deseaba tener una casa, ahora se eligen viviendas de mayor tamaño, con muchos mayores valores agregados entre los que destacan cercanía a las fuentes de trabajo y seguridad.

Hoy el sector de la vivienda se encuentra en un parteaguas, puesto que muchos de los paradigmas han cambiado radicalmente. La crisis mundial que comenzó en 2008, más la influenza, modificaron la forma en que se venía desarrollando este sector.

El gobierno, en su intento de preservar el empleo, comenzó a subsidiar los créditos a la vivienda, lo que generó, entre otras cosas, que algunos monetizaran los recursos y los desarrolladores se metieran en un proceso que hoy los lleva a tener gravísimos problemas.

Muchas constructoras apostaron a vivir de los subsidios y comenzaron a generar excesivas reservas de tierra en las zonas más baratas y, por lo tanto, alejadas de los centros urbanos. Esto generó que durante los últimos diez años la mancha urbana creciera nueve veces, mientras que la población lo hizo sólo dos veces.

Hay quienes, equivocadamente, creen que el programa de vivienda anunciado hace unos días por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, es lo que ha causado serias afectaciones a las empresas que forman parte del Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores. Eso se trata de una visión simplona que no reconoce lo que ha pasado con estas empresas en, por lo menos, cuatro años.

Algunas, con más éxito que otras, han comprendido la necesidad de cambiar su modelo de negocios. El programa anunciado por este gobierno, que tiene un plazo de implementación de dos años, es benéfico para las empresas si viene junto con otras acciones que le corresponden a la nueva Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, mejorará la calidad de vivienda en el país.

Redefiniciones

Es claro que el modelo que había seguido Infonavit durante la administración de Víctor Manuel Borrás era correcto, pero está claramente agotado y de ahí que la gestión de Alejandro Murat deba caracterizarse por un cambio hacia una vivienda más sustentable, así como el poner a disposición de la gente más y mejores servicios.

De hecho, la sólida posición que hoy tiene el Infonavit le permite plantearse nuevos retos como son establecer, junto con Sedatu, cambios fundamentales en la forma en que se impulsa el crecimiento ordenado de las ciudades, mejores viviendas y productos al alcance de otro tipo de personas.

De hecho, la administración de Murat ya está analizando algunas alternativas que, de funcionar como están planteadas, implicarán mejoría para la población. Destacan, entre otras, desarrollar productos para viviendas en renta, un esquema que en el país no ha terminado de funcionar.

Colgados a estos productos de renta plantean el desarrollo de productos de ahorro y garantías que puedan servir para que las personas puedan contar con el enganche de su primera vivienda.

Adicionalmente, se plantea explotar la gran capacidad que tiene el Infonavit para originar y administrar créditos para otros sectores. En este año colocarán más de 25 mil millones de pesos en financiamiento para otros, destacadamente Banamex con 22 mil millones de pesos.

Se analiza, por ejemplo, la creación de un fondo B de vivienda que podría atender a personas que, estando en la economía formal, no tienen la prestación del Infonavit, es decir, profesionistas independientes que son un núcleo
fundamental de la población.

Otra de las ramas de acción sería encontrar, dentro de este fondo, la fórmula a través de la cual Fovissste pudiera alcanzar los niveles de eficiencia que tiene Infonavit.

Debe destacarse que en el fondo de vivienda para los burócratas hay muchos más problemas que pasan, entre otros, por la forma en que se entregan esos créditos a través de subastas.

Fundamental

Dentro del plan de vivienda es fundamental la reordenación del territorio mediante incentivos claros para densificar, crear vivienda vertical y desarrollar vivienda sustentable.

Para lograr todos estos principios es fundamental una coordinación adecuada no sólo entre Sedatu e Infonavit, sino también con Fovissste y Sociedad Hipotecaria Federal, la cual tiene un doble reto.

Por un lado está encontrar la fórmula adecuada para participar con fondos en la misión de reordenar a la forma en que se hace vivienda en el país y, por el otro, tomar decisiones sobre qué hacer con la monumental cartera que se tragó durante la gestión de Javier Gavito, quien se dedicó a guardar la basura debajo de la alfombra en lugar de reconocer que sofoles y sofomes habían reventado.

La prioridad de este hombre siempre fue esconder los problemas, puesto que se temía el efecto negativo que podría tener en el empleo si se reconocía el problema.

Desvergüenza

Parecería que el Pacto por México sólo pudo sacar la reforma educativa.

Los problemas internos entre panistas y perredistas se están convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza en este mecanismo para sacar adelante las reformas que necesita el país.

El PRD, por lo menos, parece ser más consistente con su visión del país. Acción Nacional, bajo el mando de Gustavo Madero, sigue desdibujándose en medio de la traición de sus ideales y principios.