Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

6 Mar, 2013

Habilidades Digitales para Todos, el programa que Calderón regaló, vía Molinar, al SNTE

En junio de 2009 el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, fue alertado de lo que podía configurarse como un fraude a la nación. Era el Programa Habilidades Digitales para Todos, que como se concebía, estaba condenado al fracaso.

Desde entonces el ahora director de la Fundación Rafael Preciado sabía que aunque se hiciera con recursos etiquetados en la SEP, el programa era un auténtico cheque en blanco para Elba Esther Gordillo y el poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Habilidades Digitales para Todos era una tergiversación del Programa Redes Estatales para Educación Salud y Gobierno, que diseñó la SCT en el gobierno de Felipe Calderón. Fue el entonces secretario Luis Téllez el que encomendó el plan a un equipo de expertos.

A su renuncia a esa dependencia el programa, que dependía del secretario, pasó al ámbito de la Subsecretaría de Comunicaciones, que por esos días tenía a su cargo Gabriela Hernández, hoy presidenta de GE. Pero Molinar se lo quitó y lo operó él mismo.

El actual vocero del PAN se lo terminó cediendo al subsecretario de Educación Básica de la SEP, Fernando González, yerno de la profesora Gordillo. Fue él, quien le cambió el nombre, aunque las mismas bases técnicas se mantuvieron.

A mediados de 2009 le hicieron ver a Molinar los graves riesgos que implicaba el que la SCT le facilitara todo a González. Ni siquiera se fortalecía políticamente al ya desaparecido Alonso Lujambio, quien desconocía el programa con todo y que era el responsable de la SEP.

Y no fallaron los augurios: Habilidades Digitales para Todos fue otro fallido megaproyecto en el terreno educativo. Fracasó igual que la Enciclomedia de Vicente Fox, con la agravante de que se entregó al SNTE vía Fernando González, en lugar de que la SEP tomara su liderazgo.

Lejos de preocuparse con las voces de alarma que le prevenían, Molinar tomó dos decisiones que le allanaron todo a los pupilos de Elba Esther: marginar del proyecto a la Subsecretaría de Comunicaciones y asignarle a la SEP media banda en los 3.3 gigahertz.

Molinar firmó el uso de la banda de 3.3 gigahertz sobre el cual se desarrollan básicamente soluciones para Wimax. Este espectro según expertos tiene un valor que oscila entre 100 y 500 millones de dólares.

Ahora que Elba Esther Gordillo cayó en desgracia y arrancó el escrutinio de todos sus movimientos, bien valdría la pena que se esclarecieran todos los acuerdos y oficios que Molinar suscribió alrededor de Habilidades Digitales para Todos.

Va Arrigunaga

Como se esperaba, ayer fue electo por mayoría y en votación secreta Javier Arrigunaga para asumir la presidencia de la Asociación de Banqueros de México (ABM).

De 42 ejecutivos confirmados asistieron 41 (uno se quedó atrapado en el tráfico). El director de Banamex-Citi obtuvo sólo cuatro votos en contra y dos abstenciones. Mandó como su representante a Fernando Borja. Los que tampoco asistieron fueron Guillermo Ortiz y Alejandro Valenzuela. Banorte también envió a su apoderado legal. Quien sí estuvo en primera fila fue Luis Peña Kegel, presidente de HSBC y frustrado candidato a dirigir los destinos de la ABM. También estuvo por ahí Marcos Martínez, que en todo momento lo respaldó en ese proceso. En los primeros días de abril habrá otra asamblea en la que se decidirán las cuatro vicepresidencias.

También se determinará el futuro de la vicepresidencia ejecutiva que ocupa Luis Robles Miaja, quien ya manifestó su intención de concentrarse en sus labores en el Grupo Financiero BBVA-Bancomer.

De Office Max

Pues nada, que en una de esas y Office Max de México se mantiene como tal, es decir, operando como una joint venture ahora de un conglomerado que concentrará también a Office Depot en Estados Unidos.

Y es que el acuerdo que esa firma presidida por Ravi Saligram suscribió aquí con Alejandro González Zabalegui y Elmer Franco Hernández no los obliga a fusionarse también en nuestro país.

Hasta ahora los socios locales se han mantenido muy al margen de las negociaciones que se dan en el vecino país, aunque obviamente esperan un impacto en la operación doméstica. El más negativo es que se forme un solo ente que enfrentaría el escrutinio de la Comisión Federal de Competencia. Por cierto que son 96 tiendas las que opera aquí Office Max.

Gigante cauto

Por lo que hace a Office Depot, Gigante ya aclaró que su oferta vinculante de 690 millones de dólares para adquirir el otro 50% vence el próximo 15 de marzo.

Hay hermetismo sobre cuál sería el derrotero de la operación en México de esta otra cadena de artículos de oficina. Trascendió que la firma que preside Neil Austrian ha endurecido su postura en los últimos días. En mucho ha influido la postura del grupo que capitanea Ángel Losada, pero también la presión que está ejerciendo el principal accionista individual de Office Depot, el fondo Starboard Value, vía su director general, Jeffrey Smith.

El vehículo financiero ha urgido a la compañía a vender lo que considera activos no estratégicos, pero da un valor de 900 millones de dólares a la parte que quiere Gigante.

Fibra Inn ya

El próximo martes se cierra el libro de la Fibra Inn y al otro día se realizará el cruce en la Bolsa Mexicana de Valores. Como le platiqué, este otro instrumento que encabeza Víctor Zorrilla busca levantar unos 290 millones de dólares para adquirir un paquete de 17 hoteles.

Tras varias semanas de retraso finalmente salió. Hay que destacar la labor de la CNBV, de Jaime González Aguadé, pues al final se autorizó un vehículo que muestra una estructura limpia, robusta y abierta que eventualmente podría diversificarse a otro tipo de inmuebles como hospitales.

Su antecesora, la Fibra Hotel que diseñó Protego, de Pedro Aspe, sentó un precedente cerrado a hoteles, lo que planteó un desafío al regulador y al propio estructurador de este otro fideicomiso.

Nadro aclara

Nos dice el director de Finanzas de Grupo Nadro, Juan Fernández, que Pablo Escandón Cusi no participa ni ha participado en el ramo energético ni en la empresa BMLX Power, de la cual le referí hace unos días.

Esta compañía ganó la concesión para explotar los desechos sólidos del Bordo Poniente, también en la periferia de la Ciudad de México.

Son unas 340 hectáreas sobre las que hay depositados unas 70 millones de toneladas de basura. El proyecto contempla la construcción de una planta de biogás en la que se invertirán dos mil millones de pesos.