Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

12 Mar, 2013

Los transitorios de la reforma

Si la intención es cerrar la doble ventanilla en el sector de telecomunicaciones y radiodifusión, y habida cuenta de que la reforma del presidente Enrique Peña Nieto está proponiendo la sustitución de la Cofetel por un Instituto Federal de Telecomunicaciones con autonomía constitucional, que concentre las facultades que hoy tenía divididas con la Subsecretaría de Comunicaciones, y lo único que faltaría es una reforma a la Ley de la Administración Pública Federal para suprimir el área y, en los transitorios de la reforma, encargar al mismo IFT las tareas que le permitirán cumplimentar la reforma como mejor le parezca.

El acuerdo político alcanzado por las dirigencias de las cuatro principales fuerzas políticas del país permite suponer que serán pocas las modificaciones y, pese a lo que usted crea, pienso que la mayor presión provendrá de la reforma al 6 y al 7 constitucionales, más que a las relacionadas con el 28 constitucional, que permitirá incluso adecuar las concesiones de telecomunicaciones y radiodifusión para homologarlas y hacerlas coincidir con la competencia, productividad, convergencia, cobertura, calidad y precio que busca la política pública.

Entendemos que hoy mismo se turna la reforma admitida por la Cámara de Diputados a la Comisión de Comunicaciones, que preside Héctor Humberto Gutiérrez del PRI y a la Comisión de Radiodifusión, que preside Federico González Luna del PVEM. Pero por la trascendencia, la reforma pasa a la Comisión de Puntos Constitucionales, que preside el perredista Julio César Moreno y, la de Gobernación que preside el priista Alejandro Moreno. La intención es que el trabajo lo desahoguen en comisiones unidas y que hacia la primera semana de abril se cuente con el dictamen.

También se analiza que como la iniciativa formó parte del Pacto por México se establezca un trabajo de coordinación con las comisiones respectivas del Senado, para avanzar en el consenso que permita que la iniciativa esté lista hacia la segunda semana de abril, y que el paso entre plenos, permita su aprobación la siguiente semana.

Si usted se da cuenta, ayer América Móvil (representando a Telcel y Telmex) y encabezada por Daniel Hajj, avaló la iniciativa de reforma constitucional. Lo mismo hizo Televisa de Emilio Azcárraga y MVS de Joaquín Vargas. Por su parte, Ricardo Salinas de Azteca se adelantó el jueves pasado. La CFC, en voz de Eduardo Pérez Motta, se manifestó de acuerdo. ¿Por qué?

Porque la reforma no implica romper empresas de telecomunicaciones, sino fijar reglas del juego claras para que los que tengan dominancias en los mercados, jueguen con reglas asimétricas claras. Si las violan, podría venir la desinversión, pero la red de Telmex, desagregada del bucle, podrá ofrecer video en las mismas condiciones que cablevisión y, eventualmente, la desagregación tendrá un tratamiento tarifario no subsidiado, que permitirá cobrar al concesionario de la red su costo de operación y un margen razonable que permita la reinversión y modernización permanente de la tecnología y las redes.

Ahora, los puntos interesantes están en los transitorios que se darían 180 días después de que se publique la reforma constitucional.

Si se aprueba en este periodo legislativo ordinario, tendría que pasar al menos dos terceras partes de los congresos estatales y, en consecuencia, calcule por el proceso de la reforma constitucional educativa, que tomaría unos cuatro meses. Estamos hablando de agosto.

Y a partir de que se publique en el DOF la reforma, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que encabeza Gerardo Ruiz, apoyada en la Subsecretaría de Ignacio Peralta, tendría 180 días (supongo que naturales), para presentar en septiembre las reformas a las leyes secundarias que establecer tipos penales especiales que castiguen severamente prácticas monopólicas y fenómenos de concentración; la Ley Orgánica del IFT que regularía al organismo público con autonomía técnica (que se crea con la reforma), para proveer el servicio de radiodifusión sin fines de lucro; para regular el derecho de réplica; las reglas que prohíban la difusión de publicidad engañosa o subrepticia y que estará ligado a la definición de los límites reales entre los concesionarios de radios comerciales, sociales, públicas, etcétera, establecer los mecanismos que aseguren la promoción de la producción nacional independiente; y la ley de telecom y radiodifusión que regule de manera convergente el uso, aprovechamiento y explotación del espectro radioeléctrico, las redes de telecomunicaciones, así como la prestación de servicios de radiodifusión y telecomunicaciones.

Si ese organismo, el IFT, requiere de su reglamento y su publicación, calcule que el organismo se estará conformando hacia enero de 2014, y dado que en la Constitucional se ha definido que la Transición de la Televisión Digital Terrestre (TDT) tendrá como fecha de conclusión 2015, pues evidentemente quien tendrá que avanzar en la ejecución de esta transición será la actual Subsecretaría de José Ignacio Peralta y la Cofetel, que preside Mony de Swaan, porque no creo que, entendiendo la trascendencia de la reforma, no avancen de forma coordinada para que el nuevo órgano comience caminando y, el sector volver a parar.

Tenga en cuenta que otro transitorio mandata que en una vez integrado el IFT, en 6 meses tendrán que expedir las bases y convocatorias para licitar nuevas concesiones de frecuencias de televisión radiodifundida que deberán ser agrupadas a efecto de formar por lo menos dos nuevas cadenas de televisión con cobertura nacional. O sea, que estamos hablando como para junio del año que entra, y que el proceso dure como otros cuatro a seis meses, bueno, pues estarán puestas como para finales del año próximo.

En paralelo, el IFT tendrá que emitir las reglas must carry y must offer entre concesionarios de TV abierta y restringida y, con base en las reglas de competencia que ya se incluyeron en la ley secundaria para los sectores de telecom y radiodifusión, determinar la existencia de agentes económicos preponderantes para someterlos a una regulación asimétrica, que pueda incluir desagregación de red local, no sólo de Telmex, también la de cableros y la de televisión satelital.