David Páramo

Análisis superior

David Páramo

14 Mar, 2013

Otras visiones

Como es lógico, la iniciativa de reforma constitucional a las telecomunicaciones y la competencia pasará sin ningún cambio (o casi) por la Cámara de Diputados y será aprobada durante esta misma semana.

Para los partidos políticos y el gobierno de Enrique Peña Nieto puede parecer la gran maravilla, puesto que sería la muestra de que el Pacto por México funciona para hacer que el país se mueva a gran velocidad.

Sin embargo, bien vale la pena considerar algunos argumentos.

Los miembros del consejo directivo del Pacto por México y quienes participaron en la elaboración de las iniciativas no representan absolutamente todas las voces en el país.

La aprobación de leyes sin ser consultadas con quienes serán regulados ni hacer trabajo legislativo no es  tan adecuado.

México ha usado como una fórmula para incrementar la competencia abrir las puertas a los extranjeros casi de una manera ilimitada. Si bien es cierto que en sectores como el bancario impidió que una crisis financiera como la de la segunda mitad de la década de los noventa generara un estallido social, también es un hecho que algunos grupos (señaladamente los vinculados con el PRD) se han quejado de que las matrices de los bancos extranjeros se han llevado riqueza hacia sus naciones.

De acuerdo con la iniciativa que avanza a velocidad de la luz entre los diputados, se permitiría que empresas extranjeras participen hasta el 100% en la telefonía fija. Durante años se ha cuestionado por qué sí se puede en la telefonía móvil y no en la fija.

Sin embargo, también es un hecho que el mercado de telefonía fija y móvil ha sido muy cerrado en otros países para México; señaladamente el de Estados Unidos.

En este contexto la CIRT solicita que se busque reciprocidad, lo que permitiría una mayor equidad para las empresas mexicanas en el extranjero.

En materia de televisión abierta, hay quienes ven un contrasentido en decir que el fondo de la iniciativa es promover una mayor democracia y abrir la puerta a contenidos extranjeros. Evidentemente, se trata de una posición retrógrada.

Senado

En el Senado de la República evidentemente el tránsito no será tan rápido, puesto que el líder de los perredistas en la llamada cámara alta,
Miguel Barbosa, ya adelantó que la aprobación de esta iniciativa se dará hasta después de
Semana Santa.

La posición de este hombre debe ser tomada con verdaderas reservas. Hace unos días aseguraba que se aprobaría la iniciativa que nadie había leído.

Adicionalmente, hay senadores como Javier Lozano, Ernesto Cordero y parte de la bancada de Acción Nacional que si bien, como prácticamente todos los mexicanos, están a favor de una iniciativa que fomenta la competencia y procura hacer el piso mucho más parejo para todos los participantes en el sector tienen preocupaciones puntuales.

Destaca, de entrada, que no ven necesario desaparecer a la Cofetel para crear un instituto que, en la práctica, podría llegar a tener poderes monumentales como ordenar a agentes económicos que se desinviertan.

Creen que se debe fortalecer el actual organismo, aun cuando se reconoce que es una buena manera de eliminar a los consejeros de la Cofetel, quienes han tenido un desempeño verdaderamente disparejo.

Es impensable que Mony
Sacha de Swaan
pudiera mantenerse en el nuevo instituto considerando que fue señalado de no cumplir con los requisitos para el cargo que hoy tiene y, peor aún, las acusaciones que penden en su contra.

Algunos otros comisionados que son puramente técnicos, podrían mantenerse; sin embargo, parece una posibilidad verdaderamente lejana considerando que hay una gran rebatinga.

Futuro

Independientemente de los cambios que pudieran hacerse a la iniciativa, la realidad es que la verdadera discusión estará en las leyes reglamentarias, así como en los mecanismos de aplicación.

De hecho, los cambios se harán prácticamente sin ningún problema, pero la rebatinga estará en los detalles y, a no dudar, habrá una gran cantidad de presiones en todos los sentidos.

Increíble

Es difícil comprender qué está esperando la juez Edith Alarcón para decretar la quiebra de Mexicana de Aviación. No hay inversionistas que estén dispuestos a poner el dinero que se requiere para mantener en operación a la línea aérea; los activos siguen deteriorándose, incluidos los de MRO (la base de mantenimiento).

Es falso que Bancomext, ahora encabezado por Enrique de la Madrid, esté trabajando en un esquema para capitalizar la deuda y volverse accionistas de la empresa. Si esto es falso, también lo es que estén tratando de convencer a Banorte, presidido por Guillermo Ortiz Martínez, de que siga una actitud similar.

La quiebra, de entrada, daría seguridad jurídica a trabajadores que hoy se encuentran en el limbo y a acreedores que sólo han visto crecer el problema en un mar de mentiras y especulaciones.