Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

21 Mar, 2013

¿En qué va la fusión Nestlé-Pfizer en México?

En noviembre de 2012 la Comisión Federal de Competencia (CFC), que encabeza Eduardo Pérez Motta, dictaminó no autorizar la adquisición de la línea de negocio de nutrición en México de Pfizer, que dirige Francisco Rodríguez, por Nestlé, bajo el mando de Marcelo Melchior, por afirmar que esta concentración impone enormes riegos a la competencia y libre concurrencia. Como ha trascendido, pues Nestlé no lo informó de manera oficial, en enero de este año interpuso el recurso de reconsideración y estamos a días de que el órgano antimonopolios dé resolución al recurso interpuesto. Le comento que la CFC podría permitir la concentración con la condicionante de que Nestlé venda la planta de producción de leche infantil de fórmulas lácteas de Pfizer, ubicada en Vallejo, que es las más moderna y especializada en México.

Lo que ahí se produce tiene la capacidad para distribuirse a toda Latinoamérica, con esto buscan impedir que la firma suiza domine la capacidad productiva nacional; paralelamente también se tiene que evitar que una sola entidad logre una participación de mercado de casi 70%, que es lo que tendría la compañía de Melchior.

En la actualidad el sector de las fórmulas lácteas se lo comparten tres empresas: Nestlé con 50% de participación de mercado, Pfizer con 18% y Mead Johnson con 23%, y una pequeña parte entre Abott, Bayer, Sanfer, Danone y Pisa.

En cuanto a producción, Nestlé tiene 14 plantas en nuestro país de las cuales al menos una, la de Jalisco, está especializada en productos para la alimentación infantil. Pfizer cuenta con al menos dos plantas, una es Pfizer Nutrición que le compró a Whyet (fabrica fórmulas infantiles de las marcas Gold, SMA, Promil y Materna).

Esta fábrica tiene una capacidad de producción de 20 millones de latas de leche al año y para lograr esas cantidades, le fueron invertidos 18 millones de dólares para duplicar su manufactura.

Mead Johnson tiene una planta de producción –incluye fórmulas infantiles– en Delicias, Chihuahua, con una capacidad de producción de 18 mil toneladas al año. Bayer, con plantas de producción en Lerma y Santa Clara, en Ecatepec, que hacen productos de la división Health Care, en la que podría incluirse la producción de fórmulas infantiles.

Nestlé, Pfizer y Mead Johnson son los principales productores en este mercado en México y alcanzan 90% de las ventas totales de producción. El mercado de fórmulas infantiles tiene un crecimiento anual de 13% y permitir la concentración podría dar la entrada para que Nestlé incremente precios de sus diferentes marcas más de 10%, aunado a aumentos similares, aunque menores, por parte de los demás competidores y aquí los más afectados serían los consumidores de bajos recursos.

Por ello, además de la venta de una fábricas, es necesaria que la empresa licencie a un tercero la comercialización de los productos de Pfizer Nutrición, bajo una marca diferente por un periodo de varios años porque tendría un volumen de ventas muy superior a su competidor más cercano. El tema es que Nestlé, compradora de los activos de Pfizer México, no ha realizado un planteamiento a la CFC para que pueda autorizarse una fusión condicionada.

De no concretarse, es probable que el corporativo busque transcender la acción de CFC e irse al amparo, aunque este asunto ya no será suspendible a partir del viernes que el presidente Enrique Peña Nieto publique en el DOF la reforma a la Ley de Amparo. Los asuntos de competencia son causa de interés social y público.

El pleno de la CFC enfrenta al reto de velar por los intereses de los consumidores y confirmar su decisión o establecer las medidas necesarias que garanticen que la operación no incida sobre la economía familiar, afectando a miles de mexicanos que consumen a diario este producto para la nutrición y el desarrollo infantil. Confiemos en que, como hasta ahora, prevalezca la libre concurrencia y se privilegien los derechos de los consumidores, los más pequeños.

De Fondos a Fondo

En México es poco conocido el trabajo de coordinación entre las principales economías del mundo (24 para ser exactos), instituciones financieras, grupos regionales de supervisión y regulación y comités de expertos internacionales, y éste ha lanzado los nuevos estándares y regulaciones para el sector financiero global. El FSB está integrado por cuatro comités y un presidente (Mark Carney, gobernador del Banco Central de Canadá).

El primer comité es el de Ededel Financial Stability Board o  Comité de Estabilidad Financiera, es el Comité Permanente de Evaluación de Vulnerabilidades que presidía Jaime Caruana, gerente general del Banco de Pagos Internacionales y, en su lugar ha sido nombrado presidente Agustín Carstens, gobernador del Banco de México.

El SCAV (por sus siglas en inglés) es el comité responsable de monitorear y determinar cuáles son las áreas de vulnerabilidad que pueden afectar al sistema financiero global y proponer la forma de enfrentarlas y resolverlas. Es el corazón de la acción preventiva y de resolución con que se armó el mundo tras la crisis financiera de 2009.

Los otros dos comités son el de Cooperación en Materia de Supervisión y Regulación Financiera, que asume el gobernador Daniel Tarullo, integrante del Sistema de la Reserva Federal de EU. Él sucede a Adair Turer, presidente de la Autoridad de Servicios Financiero de Gran Bretaña. Este comité, el SRC, trabaja de la mano con los comités de Basilea de capitales y sistemas de pagos, para definir acciones sobre temas clave que inciden en la estabilidad financiera y que tienen que ver con el desarrollo de políticas de regulación y supervisión con implicaciones transfronterizas.

El tercero lo encabezará Ravi Menon, director general de la Autoridad Monetaria de Singapur, y sucede a Tiff Macklem, el subgobernador del Banco Central de Canadá. Es el Comité de Definición e Implementación de Estándares, y coordina la revisión entre pares de los miembros del FSB, impulsa la adhesión de las distintas jurisdicciones y grupos a los estándares financieros internacionales y reporta a los miembros de los comités el progreso en la implementación y cumplimiento de stándares acordados por los integrantes del G20 en el FSB.

Los nombramientos tienen vigencia de dos años y pueden ser reelegidos por dos más, y son efectivos a partir del 31 de marzo. Son cargos honorarios y representan a autoridades financieras o banqueros centrales de los países. Si usted considera que son 85 los adheridos, pues evidentemente el que Carstens esté presidiendo el más importante, llena de orgullo hasta al más pintado en el sector financiero mexicano.

Es probable que hoy, se reconozca a Carstens ante los integrantes de BBVA Bancomer, que preside Luis Robles, pues se reúnen con el presidente Enrique Peña Nieto, y ante quien anunciarán que la inversión para renovar su infraestructura de sucursales, sistemas y productos será de dos mil millones de dólares, independientemente de lo que la organización, filial del BBVA que preside Francisco González, ha invertido otros dos mmdd entre 2009 y 2012.