Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

25 Mar, 2013

El sector externo impulsa desaceleración en México y el país responde con políticas compensatorias pro-crecimiento

Advirtió el Banco de México la semana pasada que la economía mexicana comenzó a presentar signos de desaceleración, al registrar un ritmo menor de crecimiento durante el cuarto trimestre de 2012, respecto de lo logrado durante la primera parte de ese año, y que los sectores más afectados fueron el industrial y el de la construcción, especialmente el de las viviendas privadas.

Recordemos que el año pasado nuestro PIB subió 4.1%, un ritmo muy superior al registrado en los países desarrollados de Europa, Norteamérica y Asia-Norte, como Japón, Corea y otros, pero muy bajo si nos comparan con 6% anual del medio siglo que siguió a la gran depresión mundial de los años 30 del siglo pasado, y a lo logrado por China, India y la mayoría de las economías sudamericanas, en años recientes. Pero no obstante esa desaceleración mexicana, afortunadamente el desempleo en el país ha seguido siendo bajo, si contamos los dos mercados laborales, el formal y el informal.

Ante esa evolución económica, el Estado mexicano ha estado tomando medidas en sus diversas instancias, para propiciar un mayor ritmo en el PIB del año en curso.

El propio banco central, por ejemplo, que tiene la misión de proteger la capacidad adquisitiva del peso mexicano con su lucha contra la inflación, que por cierto se subió un poco en meses recientes, tomó la medida de reducir medio punto porcentual —de 4.5 a 4 por ciento— su tasa de interés de referencia, que supone que tenderá a bajar la estructura de tasas de interés en la economía.

Por otra parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), conjuntamente con la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), han tomado la decisión de apoyar a las empresas constructoras de vivienda con un fondo de 15 mil millones de pesos, para garantías de primeras pérdidas de hasta 30% de dicho monto, que tendrán el efecto de elevar los recursos disponibles a la construcción de viviendas, mitigando los riesgos que canalicen los bancos y otras entidades financieras a la empresas constructoras.

De la misma manera, la SHF con el apoyo de la SHCP está preparando un programa, también de primeras pérdidas, en los créditos hipotecarios que concedan las instituciones financieras con sus recursos este año. Ese fondo tenderá a elevar la disponibilidad de hipotecas por la protección que ofrecerá a los bancos y entidades financieras oferentes de hipotecas en los segmentos del mercado abierto, especialmente para viviendas tipo medio y popular.

Finalmente, la Presidencia anunció que el gobierno federal piensa promover en próximas fechas una reforma financiera que eleve la disponibilidad de créditos en el país, tanto de la banca comercial como de la de desarrollo.

“El crédito que ofrecen la instituciones financieras en México —dijo el secretario de la SHCP, Luis Videgaray— es muy poco para impulsar el crecimiento económico. Tenemos una de las bancas más sólidas del mundo, pero una de las que presta menos. El crédito bancario al sector privado en México es de apenas el 26% del PIB, mientras que en Brasil es más de 50% y en Chile, más de 100 por ciento. Y es especialmente dramático cuando vemos el poco y limitado acceso que tienen las empresas micro y pequeñas; y de forma muy señalada, las medianas, particularmente para la formación de capital,” concluyó.

 

*Presidente del Colegio Nacional de Economistas, Federación de Colegios de  Economistas, A. C.
@acanovelez