Habemus rescate en Chipre: Paradigmas

Rescatar a la economía de Chipre es un respiro para varios países europeos que han depositado importantes recursos en los bancos de la isla, pero aún quedan dudas
Economía -
La economía de Chipre se ha vuelto muy vulnerable. Foto: AP
La economía de Chipre se ha vuelto muy vulnerable. Foto: AP

La semana pasada The Economist publicó una interesante caricatura sobre la Zona Euro con Angela Merkel, Francois Hollande, Christine Legarde y Mario Draghi resanando y puliendo una escultura del euro. El elemento curioso es que en la parte inferior podía observarse a un jugador de futbol con la playera de Chipre persiguiendo el balón que se aproximaba hacia la escultura a punto de derrumbarse. En ese contexto ¿Qué ha ocurrido con Chipre en estos últimos días?

 

Chipre es una pequeña isla situada al sureste de Europa, muy cerca de Turquía y de Grecia. Pertenece a la Unión Europea (UE), su economía representa el 0.2% del PIB de la Unión y su población es menor a un millón de habitantes. Cuenta, además, con importantes reservas de gas que le garantizan su abastecimiento y una importante fuente de ingreso.

 

Sin embargo, este país depende en gran medida de su sector bancario que es 8 veces mayor a su producto nacional. Por ello, en situaciones como las que se viven hoy en día, esta economía se encuentra sumamente vulnerable. Ante este panorama, diversos actores han alzado la mano, primero, para saber qué es lo que está ocurriendo en Chipre y, segundo, para conocer cuáles serán las soluciones que se tomarán al respecto.

 

Los bancos chipriotas tienen una gran cantidad de su dinero invertido en Grecia. Por lo que las pérdidas sufridas en este último se traducen en pérdidas del primero. Por ejemplo, a raíz de la quita a la que fueron sujetos los tenedores de deuda griega el año pasado, la economía de Chipre se ha vuelto más vulnerable.

 

Entonces ¿Si los recursos de los bancos de Chipre son mayores a su economía, de dónde más provienen los recursos? Una parte proviene de los mismos ciudadanos, mientras que otra buena parte proviene de otros países, en este caso, Rusia, que es el principal acreedor. Sin embargo, se ha dicho ya en múltiples ocasiones que este país tiene grandes cantidades de dinero "sucio" en Chipre. Es decir, utilizan al sistema financiero de la isla para "limpiar" su dinero además de gozar de atractivas tasas de interés para ahí depositarlo. Mientras tanto, Chipre utiliza ese dinero para invertirlo (es decir, prestar) a otras economías, por ejemplo, Grecia.

 

Por tal motivo, fue sorprendente para muchos que Rusia se haya negado a otorgar de nueva cuenta un préstamo a Chipre cuando era sabido que contaban con inversiones en este país. Negándose, además, de recibir a cambio ciertos privilegios en las reservas de gas de la isla. Otro dato curioso es que como bien lo señaló Luis Doncel en el periódico español El País, es que un país que fue gobernado hace unos meses por el Partido Comunista "no prestó atención" con respecto al lavado de dinero que se estaba llevando a cabo en Chipre por grandes inversionistas.

 

Estas y otras razones llevaron a que el Banco Central Europeo, Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (la Troika) se negaran a otorgar recursos a Chipre, pues sabían de la existencia de este dinero sucio. Como consecuencia, se presionó al gobierno para que juntara 5,800 millones de euros a cambio de recibir 10,000 millones como paquete de rescate. Cabe destacar que Chipre se suma a lista de los "rescatados" junto con Grecia, España y Portugal.

 

Así, las tres principales propuestas que se pusieron sobre la mesa para juntar los 5,800 euros fueron: la creación de un Fondo de Solidaridad Nacional en donde se buscaría juntar recursos de, prácticamente, donde fuera. Desde donaciones, pasando por los fondos de pensiones hasta terminar con la misma Iglesia quien también aportaría a dicho Fondo.

 

Segundo, fue la reestructuración de los activos y pasivos de los dos principales bancos de Chipre: el Banco Popular de Chipre (mejor conocido como Laiki) y el Banco de Chipre. El objetivo era dividir este último en "banco bueno" (con los depósitos menores a 100 mil euros) y en "banco malo" (con los mayores a 100 mil euros) en donde el Banco de Chipre, adquiriría el "bueno", comprando así algunos pasivos de Laiki, mientras que el "banco malo" serviría para pagar las deudas por medio de penalizaciones (o quitas) a depositantes, accionistas y acreedores.

 

Por último, el caso más sonado: un impuesto a los depósitos. Esta fue la primera propuesta de este tipo que se plantea en toda la zona euro desde que estalló la crisis. Lo que se buscaba era gravar a los depósitos menores de 100,000 euros con un impuesto de 6.75%, mientras que a los mayores de 100 mil con 9.9%. La idea desencadenó múltiples objeciones, entre ellas, la de una posible corrida bancaria. Esto significa que ante el pánico de los hogares e inversionistas por ver su dinero sujeto a un impuesto, ellos decidirían retirar todo su dinero del banco, dejando a éste sin recursos para pagar sus pasivos, lo que agravaría aún más sus pérdidas y con ello una posible bancarrota (para conocer más sobre corridas bancarias léase este interesante artículo de Manuel Arturo Domínguez Velazco).

 

Por tal motivo, el Banco Central de Chipre decidió que todos los bancos permanecerían cerrados para que no se diera una fuga de capitales. De ahí el término tan sonado últimamente del "corralito" chipriota, pues primero se estableció un límite para retirar dinero que fue de 400 euros por día, mientras que después se redujo a 260 hasta terminar este domingo pasado en sólo 100 euros (1, 700 pesos, aproximadamente).

 

¿Pero no es más fácil que el Banco Central Europeo (BCE) le preste a Chipre para evitar este sin fin de propuestas? La respuesta es sumamente debatible. Por un lado, el Tratado de Maastricht le prohíbe al BCE financiar directamente a los países. Por ello la creación de Fondos, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que permite financiar a los Estados previa autorización de los países de la zona euro. Sin embargo, Paul de Grauwe establece que el BCE sí podría prestarle a los estados estableciendo las reglas pertinentes, pues una de las razones por la cual no se les presta es el "riesgo moral", es decir, si se le presta estos incurrirán en excesos siendo irresponsables de los recursos. No obstante, si se les ponen reglas sobre el gasto e instituciones supervisoras podría prestárseles tal y como se hace con los bancos a los cuales se les presta directamente.

 

Mientras esto continúa discutiéndose y el futuro del euro sigue siendo incierto, al momento en que se escriben estas líneas ya se ha logrado un acuerdo entre Chipre, Bruselas y el FMI para poder recibir el paquete de ayuda de 10,000 millones de euros. Lo más importante es que no se gravarán los depósitos de los cuentahabientes con depósitos menores a 100,000 euros. Segundo, sí se establecerá un "banco bueno" y un "banco malo" en donde el Banco de Chipre compraría los depósitos menores a 100,000 euros a Laiki (i.e sus pasivos) y con esto le inyectará liquidez para que pague a sus acreedores.

 

En cuanto a sus depósitos mayores a 100,000 euros, como se mencionó, estos serán objetos a una penalización para con estos recursos poder liquidar deudas. El monto aún no se ha especificado. Con esto Laiki cerraría en virtud de salvar todo el sistema bancario y Chipre garantizar su permanencia en la Unión Europea. Aún veremos más Chipre en los próximos meses.

 

Texto: Victor Hugo Vázquez Cortés

 

*RA

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