David Páramo

Análisis superior

David Páramo

2 Abr, 2013

¿Periodo extraordinario?

Quienes tratan de resumir la nueva etapa a la que ingresará el debate en torno a las reformas constitucionales a las telecomunicaciones en una lucha de Javier contra Javier cometen el error de simplificar demasiado las cosas.

Evidentemente los senadores de Acción Nacional, Corral y Lozano representan las antípodas en la manera de enfrentar esta situación. Por un lado el de Chihuahua es la bandera de una serie de prejuicios, rencores e ideas mesiánicas que poco tienen que ver con las necesidades reales del sector de las telecomunicaciones.

Ideas rebasadas en el mundo como crear un instituto ciudadano de las telecomunicaciones a imagen y semejanza del que ya fracasó en Colombia (el único de los 193 países de la OIT) y una serie de prejuicios iluminados más propios de la izquierda que del PAN.

Este hombre se mueve con el rencor y la sed de venganza de uno de sus patrocinadores ocasionales, Juan Molinar Horcasitas, quien no puede superar el haber sido despedido en un par de ocasiones por Felipe Calderón a quien no se cansa de traicionar para quedarse con las migajas de lo que algún día fue el partido de la alternancia.

Del otro lado está Lozano, quien sin lugar a dudas, es el más amplio conocedor de las telecomunicaciones en todo el Congreso de la Unión no sólo porque fue regulador sino porque, además, se desempeñó en la iniciativa privada en este ámbito.

Las posiciones que públicamente ha fijado Lozano son compartidas no sólo por los que algunos etiquetan como expertos sino con las mejores prácticas internacionales e incluso con regulados y una buena parte de la sociedad informada sobre el tema.

Crear un Instituto Federal de las Telecomunicaciones autónomo y que no le rinda cuentas a nadie ni auditor tendría, no sólo generará mayores problemas de los que pretende solucionar sino algo muchísimo más grave, puesto que va en contra del espíritu mismo de la democracia y la división de poderes.

Molinar Horcasitas, ahora amenaza con banalidades como que “el Pacto por México agoniza” porque no se aprueban sin discusiones las reformas a las telecomunicaciones como una manera absurda de presionar al gobierno del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para que a su vez caiga en una serie de trampas que implican para el Poder Ejecutivo ceder tramos de poder lo que resulta paradójico en un gobierno que para transformar requiere tener la mayor cantidad de herramientas a su alcance y no cediéndola a una supuesta sociedad civil que no es más que una entelequia.

Lo hace porque quiere evitar una discusión mucho más informada no sólo sobre lo aprobado por los diputados, que en algunos casos resulta excesivo, sino en el gran trabajo que se tiene que hacer sobre la regulación secundaria.

Hoy comenzará en el Senado de la República una discusión que debe ser mucho más informada y sin recurrir a presiones absurdas como aprobar las cosas como vienen, incluso sin considerar a otros actores como son los usuarios y una buena parte de los regulados. Es necesario que se esté dispuesto, en cualquier circunstancia, no sólo a la creación de foros sino también a estar dispuestos a ir a un periodo extraordinario de sesiones.

Profeco

Humberto Benítez Treviño es uno de esos personajes que en su paso por el sector público harán historia, toda vez que se encuentra verdaderamente activo en enviar señales claras y efectivas sobre el poder de los consumidores.

En las últimas administraciones la Profeco se concentró en buena medida en hacer comparativos y en dar información; sin embargo, había claridad de que “le faltaban dientes”.

Se pensó en la salida sencilla de cambiar la ley y que mágicamente todo se solucionaría. En realidad no es así, puesto que es indispensable no sólo que se den los ordenamientos sino que haya un funcionario dispuesto a hacerlos cumplir.

El lanzamiento de una acción colectiva en contra de Telmex por cobros indebidos no es una venganza en contra de una compañía ni una muestra política en ningún sentido. Es un mensaje fuerte y claro para que los prestadores de servicios se abstengan de tomar acciones en contra de los consumidores que pueden parecer de poco dinero en lo particular.

Remesas

Ante la disminución de las remesas se ha despertado nuevamente una discusión sobre el impacto neto para la economía mexicana. La primera respuesta, la más sencilla, es establecer que los ingresos que mandan los mexicanos en Estados Unidos han disminuido por la mezcla entre la crisis económica en aquel país y el endurecimiento de las políticas en contra de los migrantes ilegales.

No obstante, sólo muestra una parte de la realidad. También se debe considerar que el número de centro y sudamericanos que ingresan a Estados Unidos para trabajar ilegalmente sigue creciendo en cuanto a que la tasa de mexicanos ha comenzado a disminuir.

Esto sólo puede ser explicado por una mejora sustancial no únicamente en las oportunidades de empleo dentro del país sino que los niveles salariales han comenzando a mejorar de modo que disminuyen el incentivo a la migración.

Vivienda

Las grandes empresas dedicadas a la construcción de vivienda están viviendo uno de los momentos más complejos de la historia reciente. Olvidaron que las condiciones de crecimiento económico y bonanza no son eternas y que tienen que adaptarse a vivir en un nuevo esquema en el que, sin lugar a dudas, muchos de ellos padecerán de más, pero se abrirán oportunidades para las que hoy se encuentran en lo que algunos consideran como la segunda fila.

Reelección

Luis Téllez deberá estar menos ocupado en mandar mensajes de felicidad en torno a que será reelegido, si no pasa nada fuera del esquema, como presidente y director de la Bolsa Mexicana de Valores. El problema de fondo no es únicamente su presencia sino los pésimos resultados que ha tenido su gestión.