Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

5 Abr, 2013

Quiebras bancarias, ¿ahora sí?

En el sexenio pasado no una, sino varias veces, se dijo que el presidente Felipe Calderón enviaría al Congreso la iniciativa de quiebras bancarias, pero no lo hizo, y de hecho está pendiente desde la crisis bancaria de 1995.

Debido al deficiente marco jurídico actual, el IPAB, que ahora encabeza Lorenzo Meade, no ha podido –después de 17 años– terminar con la liquidación de Banca Cremi, Banco Unión y Banco del Oriente, que fueron algunos de los bancos intervenidos tras la peor crisis del sistema financiero mexicano.

La decisión de posponer la iniciativa de quiebras bancarias se debe a varios motivos: en primer lugar, a que no había una urgencia en las autoridades financieras, porque estamos muy lejos de un riesgo sistémico, ya que el índice de capitalización promedio de la banca es de 16%, no hay ningún banco en foco amarillo, y México se dio el lujo de ser el primer país del mundo en aplicar las nuevas y más estrictas reglas de capitalización de Basilea III.

En segundo lugar, está el hecho de que en la Ley de Concursos Mercantiles se contempla un apartado específico para las instituciones bancarias, aunque es tan deficiente que permite mantener vivos a Cremi, Unión y Oriente por litigios menores relacionados con algunos activos emproblemados.

En tercer lugar, por la reticencia de los propios banqueros, ya que nunca se llegó a un acuerdo entre la ABM y la SHCP en torno al procedimiento de quiebras bancarias.

Lo interesante es que ahora se abre una oportunidad de rescatar la propuesta de una ley de quiebras bancarias que podría integrarse a la reforma financiera que se elaborará en el marco del Pacto por México y que podría anunciarse este mismo mes.

Aunque sigue sin presentarse una urgencia para modificar la ley, dada la solidez del sistema financiero, sí se considera que la reforma financiera es la oportunidad para un marco jurídico que haga menos lenta y tortuosa una quiebra bancaria.

Seguirán cuotas elevadas

En cuanto al IPAB, una mala noticia para los bancos es que no habrá modificaciones a las cuotas que en efecto están entre las más altas a nivel internacional.

Los nuevos bancos se quejan de tener que pagar cuotas al IPAB de cuatro al millar sobre pasivos, porque ni participaron en el quebranto bancario de 1995 ni mucho menos se beneficiaron con compra de cartera vencida a través del Fobaproa. Tan sólo en 2012 se pagaron al IPAB 11 mil 800 millones de pesos.

Sin embargo, las cuotas altas del IPAB se mantendrán sin cambio para los bancos, sean o no nuevos, porque 75% de estas cuotas se destina al pago de la deuda del Fobaproa, que si bien ha disminuido de 11.70% del PIB en 1999 a 5.09% del PIB en 2012, aún es muy elevada, pues asciende a 815 mil 791 millones de pesos.

Condusef, controversia sobre sus cifras

Y ya que estamos hablando de la banca, hay molestia por el boletín que publicó la Condusef sobre las cifras de cartera vencida en créditos de nómina, que prendieron señales de alerta porque aseguró que hay 464 mil créditos en cartera vencida en créditos de nómina bancarios, con un monto total de 10 mil 530 millones de pesos.

El problema es que la Condusef considera como cartera vencida incluso los créditos que tengan días de retraso, cuando formalmente, de acuerdo a las disposiciones de la CNBV, se califica como cartera vencida los créditos con más de 90 días de retraso. Condusef reconoce que hay menos de 120 mil créditos con más de 90 días de retraso, por un monto inferior a los tres mil millones de pesos.

En total, la cartera vencida en créditos de nómina en el sector bancario es de 3.6% y no constituye todavía un foco amarillo, aunque sí preocupa su tendencia alcista.

Y sin lugar a dudas la Condusef tiene razón al alertar a los trabajadores sobre el riesgo de sobreendeudamiento en que incurren al aceptar créditos ligados a la nómina que ofrecen los bancos y que suelen ser costosos.

Lo que habrá que determinar en el caso de la cartera realmente vencida en créditos de nómina es qué porcentaje se debe a que los trabajadores perdieron su empleo, y cuantos cambiaron de empresa y esperan que el banco no los detecte.

MVS, en dos semanas

El fallo de la SCJN sobre los amparos de MVS en contra de la SCT por no renovarle sus concesiones en la banda 2.5 ghz se pospuso dos semanas. La empresa confía en ganar los amparos pero no hay que olvidar que la SHCP ya estableció la contra prestación que deberá pagar la empresa si quiere conservar su espectro y el problema de fondo es que MVS pretende pagar menos de 10 por ciento.