David Páramo

Análisis superior

David Páramo

9 Abr, 2013

La versión Lozano

Javier Lozano, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes en el Senado de la República, es un hombre que tiene perfectamente claro cuáles deben ser los cambios que se hagan a la iniciativa de reformas constitucionales en materia de telecomunicaciones.

De entrada, este hombre tiene claro que se requiere una serie de reformas al sector, puesto que no únicamente presentó su propia iniciativa sino que, además, no comparte de ninguna manera que haya quienes ganan con el actual orden de cosas.

Hay una corriente en el gobierno y entre los iluminados del rencor quienes creen y tratan de hacer creer que hay quienes se benefician con el actual entorno. Como están hoy las cosas las empresas se ven limitadas en sus posibilidades de crecimiento e integración a nuevos mercados.

Sin embargo, como hemos insistido en este espacio, no existe una iniciativa perfecta y por lo tanto es responsabilidad de gobierno, partidos y legisladores escuchar todas las voces en un proceso que no sea eterno sino en el que se determine si la medicina creada en el Pacto por México es la correcta.

Lozano señaló en una entrevista que “necesitamos una reforma profunda, integral, amplia, que abarque las preocupaciones que tienen que ver con la competencia, calidad y diversidad de servicios, con tarifas, con acceso a los servicios de telecomunicaciones, a radiodifusión, banda ancha  y del conocimiento”.

Es importante reiterar que no hay nadie que esté a favor de no hacer una reforma, pero no una que cree poderes fácticos como los que derivarían de la creación del IFT sin contrapesos y sin rendir cuentas a nadie.

Acuerdo

Entre los puntos fundamentales que plantea Lozano destacan: Primero. Revisar el acuerdo institucional. El legislador señala que “están creando dos organismos tan poderosos (IFT y CFC) que no le van a rendir cuentas a nadie, no van a tener jefe, no van a tener contrapeso, no va a haber un equilibrio en su toma de decisiones. Los comisionados van a estar designados por nueve años de manera inamovible… no habrá recursos de reconsideración y la única manera de atacar sus decisiones o sus omisiones o las leyes que dicten será el amparo, pero sin suspensión del acto que están reclamando. Le están dando un poder inusitado a estos cuerpos colegiados que van a ser una amenaza latente sobre quien invierte, crea empleos y compite”.

El panista considera que se tiene que fortalecer a la Cofetel no crear un órgano autónomo, puesto que le parece increíble que el gobierno esté cediendo un tramo de control de manera tan importante.

Más allá, ha establecido que si realmente quieren autonomía, pues entonces que sea plena y que no participe de ningún modo el Poder Ejecutivo. Más allá, adelanta que en la revisión de otras leyes podrían pedir la creación de otros órganos autónomos.

Asegura: “Yo no mataría a la Cofetel. La fortalecería y no crearía una comisión de competencia como órgano autónomo económico constitucional. De ninguna manera dejaría un esquema en el que sus decisiones no puedan ser atacadas más que por el amparo sin suspensión”.

Constitución

Segundo. Sacar temas que se pretende poner en la Constitución como el apagón analógico y la licitación de dos cadenas de televisión abierta.

El legislador se pregunta “por qué la Constitución tiene que venir a poner un plazo, a decir que tienen que ser dos de alcance nacional, cuando podrían ser cadenas regionales por ejemplo como lo propone la CIRT. Una de ellas podría ser nacional y la otra regional”.

Va más allá y propone que la licitación “tendría que ser a juicio del órgano regulador dependiendo del interés del mercado, el diseño de la licitación correspondiente para el objetivo que se persigue que es que haya más competencia, más contenido y más presencia de la televisión en el país”.

El segundo de los puntos que el panista pide sacar de la Constitución es el apagón analógico, puesto que lo califica como un error de técnica administrativa y algo que no se va a poder cumplir. Dice que el que la Constitución diga que el apagón debe hacerse antes del 31 de diciembre de 2015 no se va a poder cumplir. “Si no pudimos en Tijuana en tiempo y forma”, remata.

Inversión

Tercero. Precisar cuál será el régimen de inversión extranjera, puesto que puntualiza que “el régimen de inversión extranjera puede ser de ciento por ciento para telecomunicaciones o hasta de 49% para radio y televisión. Luego otro candado hasta 49% para la radio y la televisión. Además se dice que siempre y cuando el país de origen en radiodifusión también le permita el mismo porcentaje a inversionistas mexicanos. “Luego la iniciativa habla de una concesión única que pueda prestar todo tipo de servicios, es decir, telecomunicaciones, radio, televisión, internet, telefonía”.

Luego se pregunta: “Si es solo una empresa que va a tener la concesión para prestar todo tipo de servicios, qué régimen de inversión extranjera se aplica si el de 49% para la televisión o el ciento por ciento para la telefonía”.

Dominancia

Cuarto. Definiciones de dominancia y preponderancia. De acuerdo con el legislador, como viene la iniciativa será “San Mateo” quien fije los limites de dominancia y competencia, puesto que el nuevo organismo podría determinar, sin ninguna explicación racional, cuáles son los porcentajes de participación de mercado y cómo se realizan las desinversiones, así como los tiempos en los que se haría. Esta situación, sin duda, podría generar graves tentaciones de captura a los miembros de las instituciones de competencia y telecomunicaciones que, por su diseño y fases de selección, serán no sólo una especie muy rara sino dispuesta a ser algo así como un ángel.

La posición de Lozano y un creciente grupo de legisladores es no oponerse a la reforma en las telecomunicaciones que, incluso, desean establecer de una manera adecuada cuál es el mejor camino para el país. Lo que no se deben aceptar son presiones y creer que legislar es en contra del la patria.