José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

22 Abr, 2013

Reforma financiera: Bancos a prestar

Mientras en el Congreso se sigue discutiendo el final de la reforma de telecomunicaciones, la Secretaría de Hacienda sigue el guión del Pacto por México y va por un cambio clave: estimular el crédito bancario dentro de la economía bancaria. Es un hecho: esta semana, aprovechando como telón de fondo la Convención Bancaria de Acapulco, el gobierno lanza la reforma financiera para llevarla al Congreso.

Videgaray, clave para crecer

Luis Videgaray, secretario de Hacienda, ha dejado en claro el problema: en México el crédito bancario apenas llega a 26% de la economía, mientras en Brasil y Argentina cubre 50% del PIB (Producto Interno Bruto), o ni se diga de Chile, donde se tiene 100% de crédito bancario sobre el PIB.

El diagnóstico nos dice que la economía mexicana no crece más porque no tiene capacidad de financiamiento interno, especialmente sobre la pequeña empresa.

Si México quiere salir del bajo crecimiento, debe iniciar por estimular el crédito bancario a las Pymes, las pequeñas y medianas empresas, que hoy en día no tienen acceso a los circuitos financieros formales y terminan siendo presa de proveedores o agiotistas.

Hoy, bancos con Hacienda

El día de hoy, en la Secretaría de Hacienda, se reúnen el subsecretario Fernando Aportela con los banqueros. El motivo: explicarles la reforma financiera a los banqueros.

Hoy en día, en México se tiene una banca sólida, de las mejores capitalizadas del mundo, e incluso fuimos de los primeros países en implementar la regulación de Basilea III, que indica un buen nivel de capitalización y solvencia de los bancos.

Sin embargo, la banca no puede seguir sin prestar.

Las bajas tasas de interés del mercado permiten que los bancos bajen sus costos crediticios para hacerlos más accesibles a las pequeñas y medianas empresas, que es el mercado objetivo.

El temor de los banqueros

El gran temor de los banqueros es que les obliguen a dar créditos limitando la compra de bonos gubernamentales.

Los bancos suelen comprar distintos bonos del gobierno, que son un negocio seguro que deja una tasa de interés.

El rumor es que la reforma financiera puede traer un límite de compra de bonos gubernamentales, para de esta manera obligar a los banqueros a invertir mediante préstamos a las empresas.

Los banqueros saben que deben prestar más.

De hecho, el bajo nivel de tasas de interés del mercado de estos momentos (y que se mantendrá hasta 2015 por lo menos) impulsa a los bancos a volver a prestar como un medio de inversión.

Sólo que no les gustaría una imposición tipo cajones de crédito, donde te obligan a prestar a determinado sector sin revisar los historiales crediticios del acreditado. De hecho, los cajones obligatorios o encajes legales ya los vivimos, y con poco éxito.

Banca de desarrollo,
garantías

En la reforma financiera se recobra el papel que debe tener la banca de desarrollo, donde Nafin, Bancomext, Financiera Rural, Banobras, Sociedad Hipotecaria Federal Bansefi, deben reencauzarse.

En primer lugar deben estar donde, de verdad, no llega la banca comercial.

En segundo lugar, deben ser un complemento por el cual la banca comercial compita y no las vea como un favor al gobierno.

Por ejemplo está el nuevo esquema de garantías presentado en Nafin, donde se espera que los bancos compitan por esas garantías y trasladen el beneficio del menor costo de las garantías a las pequeñas empresas.

Uno de los grandes problemas para prestarle a las pequeñas empresas son las garantías exigidas por los bancos para poderles prestar. Debe desatarse el problema de las garantías.

Reforma financiera, previa a fiscal y energética

Aun con las complejidades legislativas presentadas para sacar adelante las reformas, en especial la de telecomunicaciones, el guión del Pacto por México sigue su curso: van por la reforma financiera como un cambio estratégico para sacar al sector financiero de la falta de crédito en México.

Quedan pocos días en el Congreso para sacar adelante la reforma financiera, sin embargo, debemos decirlo, no tiene los problemas que tenía, por ejemplo, la de telecomunicaciones, donde los distintos partidos políticos tenían versiones encontradas o que tenían que ver con regulados de presencia mediática.

Aquí, en el caso de la reforma financiera, se deben concluir varios capítulos: el hacer que la banca de desarrollo funcione; esperemos que terminen con la falta de una iniciativa de quiebra de bancos que sería la culminación del IPAB, y desde luego el que los bancos comerciales presten más fácil y a mejores tasas a la pequeña y mediana empresa.