Entre banqueros: prestaremos más, no a lo loco

ACAPULCO.— En Acapulco iniciaron desde temprano las actividades de la 76 Convención Bancaria. Desde la mañana el gremio financiero aceptó la reforma para prestar más y mejor.

Sin embargo los banqueros, en privado y público, recordaban a las autoridades que sí se puede prestar más, pero tampoco lo pueden hacer a ritmos que los hagan caer en cartera vencida. “Recuerden la crisis del 95”, nos decían algunos banqueros.

Javier Arrigunaga: más crédito, pero a tasa razonable

El nuevo presidente de la Asociación de Bancos de México, Javier Arrigunaga, puso sobre la mesa una postura viable.

Desde luego que considera que la banca puede prestar más, está bien capitalizada y la economía va creciendo, pero puede prestar a niveles de tres o cuatro veces el crecimiento de la economía, es decir a 12 o 15 por ciento. No más.

El problema de la expansión crediticia a ritmos acelerados puede ser lo desordenado del crédito, lo descuidado, y desde luego, hacer que ante cualquier coyuntura de alza de tasas o crisis, los deudores caigan en morosidad.

Para Arrigunaga, la actual administración de Peña Nieto tiene claro que se puede estar fomentando la informalidad con algunos tipos de cobertura de salud (Seguro Popular) o subsidios. De ahí que el nuevo dirigente señale que sí se le puede prestar a las pequeñas empresas, sobre todo tomando en cuenta las transacciones que hacen con la banca y de ahí tomarlas como acreditadas. Pero pide prudencia.

El Presidente escuchó, habló y se despidió

Los banqueros cancelaron la fecha anterior de la Convención y trasladaron todos los trabajos un mes después para permitir que el presidente
Peña Nieto llegara a inaugurarla.

Esperaban que el Presidente llegara, inaugurara y se quedara a la tradicional cena privada con ellos.

No fue así.

Peña Nieto, sin corbata pero con saco, llegó un poco después de las 07:00 de la noche flanqueado por Luis Videgaray, secretario de Hacienda, y nada menos que por Rosario Robles, secretaria de la Sedesol, quien ha defendido la política social sin tintes electorales en medio de un fuerte debate en el Pacto por México. ¿Señales?

Peña escuchó al gobernador Ángel Aguirre, al presidente saliente de los banqueros, Jaime Ruiz Sacristán. Después habló un poco más de veinte minutos. Y se despidió. Va rumbo a Haití.

Desde luego tocó la próxima reforma financiera: el crédito debe aumentarse para la pequeña y mediana empresa.

Para los integrantes de la Asociación de Bancos de México la estancia tan corta del mandatario no fue ni un desaire ni tampoco una señal de alejamiento. Pero sí habla de los nuevos tiempos, de una forma de gobernar distinta, más fría pero clara.

Aportela, González Aguadé, no sueltan prenda

La reforma financiera todavía es un misterio en sus detalles. Ni Fernando Aportela, subsecretario de Hacienda, ni Jaime González Aguadé, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, soltaron prenda: no se supieron detalles de la reforma financiera.

Eso sí, ambos recordaron que la banca es sólida, capitalizada, pero no hay profundidad de financiamiento. Sí piden aumentar la actividad crediticia a niveles que superen 26% de la economía que tenemos en México, lo cual es bajo frente a 50% que tienen economías como
Argentina y Brasil.

¿Habrá más detalles de la reforma? Hoy lo veremos.

Ángel Aguirre, Acapulco y primeras experiencias

Quien hizo soltar las carcajadas por su visión de estadista fue Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero, que en tiempos donde nadie quiso venir por carretera a Acapulco por temor de bloqueos de maestros, de plano recordó al auditorio de los banqueros y al Presidente que se acuerden de Acapulco, donde muchos han tenido su “primera experiencia amorosa…” y por qué no: “también a muchos los procrearon aquí”.

Ahí está la visión de estadista y promotor. Y también explica por qué los maestros hacen lo que hacen.

Aparecidos: Mancera, Hernández, Rogozinski

No se dejan ver mucho. Dio gusto ver al ex banquero central, Miguel Mancera Aguayo, quien sigue estudiando la situación económica, como siempre.

También está presente Roberto Hernández, presidente de Banamex, quien fue dirigente de los banqueros y vivió todos los tiempos de la banca: privatización, crisis y recapitalización. Hernández piensa seguir por mucho tiempo en la presidencia de Banamex.

Y otro aparecido fue Jacques Rogozinski, ahora como director de Nafin, que esperemos su experiencia en el extranjero sirva para relanzar el banco de desarrollo que ha perdido la brújula. Ya lanzó un plan de garantías. Una buena medida, pero para nada suficiente. Que no cante victoria.