Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

29 Abr, 2013

Se espera que pronto la reforma financiera impulsará más crédito en la economía y bajas tasas de interés

El pasado fin de semana concluyó la reunión anual de los banqueros, convocados por la Asociación de Bancos de México (ABM), ocasión que sirvió para intercambiar experiencias entre ellos y para las autoridades financieras; afinar el diseño de una reforma financiera que tenga como principal objetivo impulsar el crédito a los sectores productivos mexicanos.

Tanto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) como el Banco de México le han dado importancia a esta iniciativa como instrumento para elevar el PIB de México, que ahora está proyectado para otro año de
crecimiento de 3.5%, en 2013.

Detrás de ese objetivo también está la política de promover el empleo en México, especialmente en el sector formal, que es donde los trabajadores y sus familias se aseguran de contar con la protección social en salud y en alcanzar la merecida jubilación, en los albores de la vida laboral, objetivos indispensables para proteger contra la pobreza, un mal endémico en nuestro país desde siempre.

Es previsible que la economía mundial no ofrezca —en el futuro próximo— significativos resultados, si nosotros no los promovemos mediante políticas públicas promotoras de crecimiento económico, como las que están en proceso; algunas ya concluidas y otras en vías de diseñar.

Estados Unidos, nuestro principal cliente y socio comercial, por ejemplo, tendrá este año una economía en desaceleración, por lo que no podemos esperar que nos comunique gran dinamismo en el crecimiento y en el empleo.

Y peor está la situación de las naciones europeas, que están casi todas en recesión. Este año se espera un resultado global negativo para ellos en cuanto a su PIB y en materia de empleo. Casi todas reportan muy altos niveles de desempleo, especialmente entre los jóvenes, por lo que seguro está que seguiremos encontrando a muchos ciudadanos de esos países en busca de trabajo en nuestros centros urbanos, como el Distrito Federal, Guadalajara, Cancún y Monterrey, mas no en nuestras ciudades fronterizas norte, por el contagio con Estados Unidos, que tendrá este año una situación relativamente recesiva.

Las medidas que están en proceso de implantar las autoridades federales constituyen políticas públicas promotoras de actividad económica como la reforma financiera en proceso, que se orientará a que haya crédito más abundante para los segmentos productivos, especialmente para las pequeñas y medianas
empresas (Pymes).

En ese contexto, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, pide que se acelere dicha reforma para que los beneficios de las bajas tasas de interés y el mayor crédito en la economía beneficien a los consumidores y a la sociedad
en general.

También tenemos las importantes políticas de proveer garantías crediticias para proteger los financiamientos contra primeras pérdidas a desarrolladores incluyendo para ampliación, mejora, autoproducción y para los créditos hipotecarios, medidas de gran valor social y altamente generadoras
de empleo.

Además están las políticas financieras para mejorar las economías de familias en el campo mexicano y en las zonas pobres de las grandes ciudades, donde hay núcleos de población en condiciones de alta marginalidad y pobreza alimentaria.

Presidente del Colegio Nacional de Economistas, Federación de
Colegios de Economistas, A.C.

@acanovelez