Ninis después de los 50

Vaya que la problemática del desempleo no respeta edades, pero en personas de la tercera edad que en muchos casos son catalogados a los 50 años y, en otros, a los 60 años, esta situación se agrava, sólo porque 70% de esta población no cuenta con un trabajo.

A decir de la Fundación Manpower, bajo la dirección de Mercedes de la Maza, dicha problemática se agudizará si no se comienzan a establecer mecanismos que permitan que dicha población se mantenga activa, sobre todo cuando el promedio de vida se ha incrementado y los esquemas de pensiones en México simplemente no alcanzan.

Una de las soluciones, más allá de modificaciones a la ley de pensiones o parámetros de jubilación, pueden ser acuerdos entre la iniciativa privada y el gobierno federal, a fin de que se establezcan mecanismos que destaquen las cualidades y capacidades de las personas, dejando a un lado limitantes como la edad, las escuelas de origen, el sexo o incluso el nivel socioeconómico.

Los beneficios fiscales son ya una realidad para las empresas que dan cabida a este gremio en sus filas de negocios, aunque se vea reflejado en sólo 30%, principalmente en sectores que van del financiero al comercial.

Las soluciones son más de voluntad empresarial y política que de reglamentos. Si volteamos a ver los esquemas laborales con los que cuentan países desarrollados como Alemania, donde se da empleo a personas de la tercera edad con programas especiales, nos percatamos de que éstos se podrían adaptar a la cultura mexicana, aprovechando talento.

Encontrando una balanza entre la experiencia y el equilibrio de lo que busca esta población, donde el tiempo y los intereses pueden ser más flexibles, a cambio de la experiencia en la que, en muchos casos, el gobierno federal y el sector privado ya invirtió. En fin, habrá que estar al pendiente  y ver qué movimientos se realizan en pro de esta problemática.

Profeco da de qué hablar

Ayer le comentábamos que la Profeco, al mando de Humberto Benítez Treviño, podría hacer la diferencia en casos que la administración pasada, al mando de Bernardo Altamirano Rodríguez, había puesto en stand by, pese a las denuncias interpuestas.

Me refiero al caso de la firma Salteli Muebles, la cual resulta que ya cerró las puertas del negocio, después de provocar irregularidades en su comercialización.

Lo extraño es que la Profeco, la cual se supone que protege los derechos del consumidor, hizo caso omiso.

En algunos casos, la Profeco argumentó a los consumidores que no procedieron en tiempo. La pregunta, si es que dicha afirmación es correcta, es: ¿qué la Profeco no puede abrir investigaciones de oficio ante irregularidades de empresas?

Por lo pronto, la firma Salteli Muebles, aunque cuenta con varias denuncias y su proceder deja mucho que desear no sólo por sus incumplimientos, sino porque realizó los cobros a 100% de sus transacciones sin entregar la mercancía, parece que cerró sus puertas. ¿Será que era la única forma de evadir la justicia de Profeco?

Vaya estrategia, será que ahora es sólo cuestión de tiempo para que las empresas que realicen fraude se salgan con la suya sin que las instancias no procedan, argumentando fuera de tiempo, cuando por ley hay quienes pueden proceder de oficio.