Prefieren bancos a Banxico que a CFC

Conforme se van analizando cada una de las 13 iniciativas que integran la reforma financiera, los bancos descubren más y más temas que les preocupan.

Desde luego, en términos generales, los banqueros coinciden con los objetivos de la reforma de incrementar el crédito a las pymes y fomentar una baja en tasas de interés no a través de decretos sino de una mayor competencia.

Hay, sin embargo, varios bemoles. Los primeros que ya le hemos comentado desde la primera presentación que hizo de la reforma el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela —antes de que se cancelara su presentación por el Veracruzgate—, está el fortalecimiento de la Condusef; la indefinición de las medidas que podrá adoptar la CNBV para presionar a los bancos que no incrementen sus carteras y que podría llegar hasta limitar sus compras de valores gubernamentales; y que entre las nuevas facultades de la CNBV estará ya el informar sobre sanciones a intermediarios antes de que estén en firme.

Hay otros temas que preocupan a los bancos y no debe extrañar que habrá un intenso cabildeo de la AMB en el Congreso para tratar de realizar cambios. Uno de ellos es que se propone que en un plazo de 120 días naturales posteriores a la publicación del decreto, la CFC realice una investigación y diagnóstico sobre las condiciones de competencia en el sistema financiero.

El problema es que la institución encargada de los estudios de competencia en el sector es el Banco de México, que presentó este mismo mes un diagnóstico sobre el mercado de tarjetas de crédito, uno muy complejo porque hay más de 150 distintos productos que ofrecen 19 bancos con diversas tasas, descuentos y promociones, lo que dificultó la comparación. El estudio llevó más de un año y lo que preocupa es que se pretenda que en sólo cuatro meses la CFC realice el diagnóstico del sector y presente recomendaciones.

En la presentación del Reporte sobre Condiciones de Competencia en el mercado de tarjetas de crédito, Agustín Carstens, gobernador del Banxico, anunció que el siguiente estudio que realizarían sería el de créditos a las pymes, precisamente por la reforma financiera.

Desde luego, los bancos prefieren que sea el Banco de México, que goza de autonomía frente a la SCHP, el que realice el diagnóstico sobre el sector en materia de competencia, porque temen que el tema pudiera politizarse y más aún en pleno proceso de transformación de la actual Cofeco en la nueva Competencia Federal de Competencia Económica, que forma parte de la reforma de telecomunicaciones y que seguramente será promulgada antes de que se decida si finalmente la financiera será analizada en un periodo extraordinario.

Concursos mercantiles,  ya no se podrán alargar

Desde luego, los bancos están a favor de los cambios a la Ley de Concursos Mercantiles que contempla la reforma financiera y que busca evitar que se repitan casos como el de Mexicana de Aviación, que continúa entrampado por la irresponsabilidad de la juez Edith Alarcón, avalada por el IFECOM.

Se propone mantener los plazos de la etapa de conciliación sin cambios, pero se establece que el juez tendrá “expresamente prohibido ampliar estos plazos” y que, una vez concluidos, “automáticamente operará la declaración del estado de quiebra”.

Se establece también que los acreedores que representen al menos 50% del pasivo total podrán sustituir al síndico, incluso si no está registrado ante el IFECOM.

Y se reconoce que los acreedores que representen 10% del pasivo podrán nombrar interventores, derecho que le fue negado a los acreedores gubernamentales de Mexicana por el juez Felipe Consuelo, que fue el primero en no cumplir con el plazo de un año que marca la Ley para concluir un concurso mercantil.

Balance: Fernando Solís; Humberto Benítez

En el balance de esta semana, el Premio Naranja Dulce es para Fernando Solís, presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, AMIS, por el éxito de la 23ª Convención del sector asegurador. No sólo por la calidad de los ponentes y la temática de las conferencias que fue alabada por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, sino porque, además, el presidente Enrique Peña Nieto ratificó su compromiso con el sector asegurador y el timing no pudo ser mejor, ya que justo antes de la clausura se presentó la reforma financiera y Fitch informó que subió la calificación de México a triple B más.

El limón agrio es para Humberto Benítez, procurador federal del Consumidor, que se lavó las manos tras el escándalo que desató no sólo la prepotencia de su hija sino el hecho de que por su berrinche enviaron a verificadores a clausurar el restaurante Máximo Bistro. Benítez en efecto estaba convaleciente de una cirugía, pero el problema de fondo es que los funcionarios inhabilitados actuaron por órdenes de su hija.