:quality(75)/media/dinero/images/2013/05/gas.jpg)
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de mayo.-Cilindros viejos, procedimientos que no se cumplen y personal sin equipamiento, son algunas de las características que en común tienen los distribuidores de gas LP en el país, y que las autoridades pasan por alto.
“No están conscientes del peligro que tienen en esos camiones, incluso por seguridad de ellos mismos, de los operadores”, reveló una fuente de las empresas, quien lleva de cerca un registro de las violaciones a los reglamentos vigentes por parte de los gaseros, y quien por su seguridad prefirió guardar el anonimato.
En un recorrido realizado por este medio de comunicación en algunas colonias de la Ciudad de México, los resultados son mixtos.
Por una parte, encontramos unidades que cumplen con las normas de seguridad técnica, es decir, que tienen placas especiales otorgadas por la Secretaría de Energía (Sener), conducidos por personal debidamente identificado y con ropa industrial que los protege en caso de un incidente.
Incumplidos
El personal que labora en esas unidades dijo no tener autorización para dar entrevistas o mayor información sobre la operación de los cilindros y pipas.
Sin embargo, no fue difícil encontrar a los que no cumplían. Fue en una colonia de la delegación Azcapotzalco cuando los pudimos identificar.
Era una unidad vieja, que entregaba cilindros en una vecindad. Al abordarlos, accedieron a compartir algunos datos. Las cámaras no les incomodaron.
A alguno se le preguntó sí tenía conocimiento de que debía utilizar botas industriales y ropa gruesa de algodón para llevar a cabo su trabajo. Respondió que no, que ellos solamente hacen su entrega.
Además de estar aparentemente descompuesto, ya que el camión tenía el cofre abierto y no arrancaba del lugar, tenía placas de cualquier vehículo particular en el Estado de México y su centro de operaciones estaba referenciado a un costado de San Pedro Xalostoc, donde ocurrió la tragedia del pasado 2 de mayo.
En varias ocasiones se buscó una entrevista con el titular de la Dirección General de Gas LP, perteneciente a la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), para que explicara este tipo de casos, pero no estuvieron disponibles.
¿Vigilancia?
De acuerdo con los últimos datos conocidos en 2012, la Sener realizó sólo dos operativos para detectar empresas que no cumplieran con las especificaciones técnicas vigentes, y sólo se logró detener a ocho autotanques.
Dichas pipas circulaban con logos de empresas como Vela Gas,Ovi Gas, Flamagas y Flama Azul.
“Por tanto, la Sener tiene que reforzar la seguridad en este sentido, ya que estas inspecciones no bastan”, aseguran analistas consultados por este diario.
Otra de las problemáticas que abundan es que las unidades, tanto las que transportan cilindros como las autotanques, se estacionan de forma arbitraria al lado de comercios, restaurantes y cualquier lugar donde existe una concentración de personas, aumentando el riesgo para los que las circundan.
Culpables
Sobre el tema, la Asociación Mexicana de Gas LP y Empresas Conexas (Amexgas) ha culpado a distribuidores ilegales o pirata, quienes ya alcanzan diez por ciento del total de estos hidrocarburos que se consumen en el país.
Sin embargo, muchas de las unidades detectadas en el recorrido realizado por este medio en varias delegaciones del Distrito Federal no eran de firmas fuera de la legalidad.
Conforme a investigaciones de la Amexgas, se estima que cada autotanque ilegal comercializa dos mil 500 litros de gas LP diariamente, con marcas que han sido pirateadas, por lo que es necesario sean inmovilizados debido a que ponen en riesgo la seguridad de la población.
En 2012, las empresas distribuidoras del Valle de México donaron a la Sener los equipos necesarios para mantener un registro de todos los autotanques, así como cinco lectores portátiles de radiofrecuencia para verificar en campo los vehículos.
Sin embargo, en el recorrido realizado por el este medio nos percatamos de que camiones repartidores de tanques, pertenecientes a empresas establecidas, se encontraban cargados con cilindros estacionados a unos cuantos metros de concentraciones humanas como tiendas y restaurantes.
Cilindros viejos
En el mercado de gas LP existen alrededor de 24 millones de cilindros en operación a escala nacional, de los cuales, de acuerdo con los propios gaseros, alrededor de la mitad se encuentran en mal estado.
Para renovar este parque, la Sener emprendió un fideicomiso en conjunto con los distribuidores, con el cual, desde julio de 2011 a enero de 2013 se han logrado renovar un millón de unidades.
Sin embargo, de acuerdo con usuarios, algunos distribuidores venden los cilindros nuevos y al momento de intercambiarlos para llevárselos a rellenar, dejan unos en mal estado, poniendo en riesgo su seguridad.
Mercado estancado
De acuerdo con información de la Amexgas, al año se venden en México 8.6 millones de toneladas de gas licuado de petróleo (LP) que, a diferencia del gas natural o seco, viene asociado a la producción de petróleo.
Antes de 2006, el consumo de este hidrocarburo era de diez millones de toneladas al año. El continuo incremento en el precio, así como la competencia de otras alternativas de combustibles, lo llevó a una caída constante, que desde hace dos años, 2010, lo ha hecho estacionarse en 8.6 millones al año.
El organismo informó que el gas LP forma parte de la vida diaria de 80 por ciento de los hogares mexicanos.
De las 8.6 millones de toneladas que se venden anualmente, la Amexgas informó que 70 por ciento es para consumo doméstico, mientras que 30 por ciento restante se reparte entre lo que consumen industrias, comercios (tortillerías, hoteles, etc) e incluso, vehículos.
