David Páramo

Análisis superior

David Páramo

15 May, 2013

Apertura del crédito

El crédito no debe darse por decreto. No debe ser producto de una decisión del Ejecutivo o del Legislativo, quienes sí tienen la obligación de establecer las condiciones para que pueda darse una mayor y mejor inclusión financiera, es decir, que los servicios puedan llegar a más mexicanos en mejores condiciones.

Plantear una reforma que tiene como objetivo que las personas tomen mayor cantidad de créditos es sumamente peligroso y hasta irresponsable. Generaría una burbuja que, por más larga que fuera, terminaría en una crisis de gran magnitud en la cual no únicamente se dañarían quienes tomaron los financiamientos o los bancos sino también a todos los habitantes del país.

Una crisis bancaria deriva necesariamente en una crisis social por una caída de los niveles de vida de la población y su efecto en el crecimiento económico y los niveles de prosperidad.

Se ha dicho, quizá equivocadamente, que las 13 leyes que se pretenden cambiar con la reforma financiera producirán un mayor flujo de crédito hacia las pequeñas y medianas empresas, así como para las personas.

Sin embargo, la ley no debe establecer este principio puesto que, reiteramos, tiene que sentar bases serias para que el crédito disminuya. En ese sentido son positivos los sistemas de información crediticia universales puesto que si se usan adecuadamente el riesgo de crédito disminuirá y, por lo tanto, el costo del mismo tenderá a bajar por la vía de la competencia y no del decreto.

Es necesario que desde la revisión que se está dando sobre los llamados burós de crédito se corrijan los errores que han llevado a muy amplios sectores de la población a creer que se trata de registros de los malos pagadores y no de una muy poderosa herramienta para mejorar el otorgamiento del crédito que, como hemos señalado en este espacio, es fundamental para originar bien los financiamientos.

Más allá, es fundamental tener claro que el crédito por sí mismo no es la solución de los problemas. Como hemos señalado en este espacio cuando se hacen comparaciones con otros países de América Latina en la penetración del crédito como porcentaje del PIB se cometen omisiones verdaderamente graves.

En el caso de Brasil, que es el más socorrido, se considera la banca del Estado y las instituciones de crédito comerciales que son propiedad del Estado de aquel país. Si se suman a México este rubro, pues se llega a un porcentaje muy similar.

En el caso de Chile no se considera que la banca de aquel país, mucho más pequeño que México, no ha tenido una crisis financiera desde 1982. En México sólo los últimos cinco años han sido de crecimiento.

Ahora bien, se comete un error muy grave al considerar que los bancos no quieren prestar. No existe un solo directivo bancario que no tenga como prioridad profesional el aumentar el número de buenos créditos colocados, es decir, aquellos que generarán rentabilidad para el banco y permitirán generar relaciones de muy largo plazo con sus clientes.

La iniciativa de reforma financiera, que según algunos podría ser parte de un periodo extraordinario, debe ser bien comprendida. El crédito no llega por decreto sino por un mejoramiento del clima a favor de los intermediarios financieros y de ellos a sus clientes.

Huelga

Hace varias semanas se creía que había tiempo más que suficiente para evitar una huelga en Aeroméxico que, a no dudar, podría tener efectos muy nocivos no sólo para la empresa que dirige Andrés Conesa, sino también para la transportación de pasajeros en el país.

El líder de ASSA, reforzado por sobrecargos que en su mayoría son parte de la extinta Mexicana de Aviación, sigue tratando de extender la liga lo más que pueda para lograr el estallido de una huelga que es sumamente temida por la gran mayoría de los sobrecargos de Aeroméxico quienes, de ninguna manera, quieren poner en riesgo a su fuente de trabajo.

Han corrido versiones, equivocadas, en el sentido de que la principal línea aérea del país podría considerar retirar la demanda de conflicto económico como una vía de hacer menos tensa la negociación con el sindicato de sobrecargos, comandado por Ricardo del Valle. Aeroméxico seguirá el curso hasta que las autoridades no determinen si le dan o no la razón a la empresa.

Es importante recordar que el líder de ASSA se negó a firmar un acuerdo con la línea aérea estableciendo como prioridad el mantenerse al cargo que el interés de sus agremiados que sí tienen trabajo.

Este líder no informó debidamente a sus agremiados sobre el ofrecimiento que le había hecho la línea aérea y optó por un camino francamente equivocado como sus peticiones de incremento salarial que implicarían un aumento cercano al 200% del costo del contrato colectivo.

Una buena parte de los sobrecargos de Aeroméxico saben que si estalla la huelga se reforzaría el argumento de la línea aérea del conflicto económico y podrían verse en un problema verdaderamente grave.

De hecho, hay quienes consideran que hoy el incentivo de la huelga está a favor de la administración de la línea aérea. Saben que si bien es cierto que la línea aérea incurriría en pérdidas millonarias, podría ganar el proceso que iniciaron contra este sindicato y terminar con todo el contrato colectivo de trabajo.

Seamos muy puntuales. Del Valle y quienes tratan de hacer más y más tensa la situación están atrapados en su estrategia. De hecho, este líder sindical y los radicales, prácticamente todos ellos de Mexicana de Aviación, tienen un problema mucho más que serio. No gozan de las bases necesarias dentro de Aeroméxico para una huelga y el incentivo hoy está a favor de la administración.

Nava

La administración de Petróleos Mexicanos presentó una denuncia en la que está incluido César Nava como ex funcionario de la paraestatal. Los fanáticos del escándalo buscarán implicaciones políticas, la responsabilidad de Pemex será probar en tribunales internacionales que sus dichos son ciertos. No es necesario especular, habrá que seguir los hechos.