David Páramo

Análisis superior

David Páramo

20 May, 2013

Continuidad y retos

Los miembros del Consejo Coordinador Empresarial, como era de esperarse, tomaron una opción de continuidad al decidir que Gerardo Gutiérrez Candiani se mantenga un año más como representante de las cúpulas de la iniciativa privada.

Este hombre, con buenas dotes para la negociación política, tendrá que trabajar con gran intensidad no sólo de cara a la presentación de las reformas hacendaria y energética, sino también a la descomposición que está registrando la economía.

Si bien es cierto que hay temas puntuales que presionan la inflación, también es un hecho que la desaceleración de la economía debe ser vista como un foco amarillo. La cifra que dio a conocer el INEGI, encabezado por Eduardo Sojo, de que la economía había crecido 0.8 durante el primer trimestre del año y que llevó a disminuir la estimación del crecimiento económico por parte de la Secretaría de Hacienda debe ser vista con especial atención.

Por principio de cuentas se debe considerar el efecto de la Semana Santa; sin embargo, no es la única explicación, puesto que se trata de la menor tasa desde 2009, es decir, desde la más reciente crisis económica en el mundo.

Caminos

El gobierno puede tomar dos caminos de cara a la caída de la actividad económica:

Puede, como ya lo dejó entrever el subsecretario Fernando Aportela, tener que recurrir a recortes de presupuesto como resultado de la menor recaudación o tratar de incentivar el crecimiento de la economía por bases equivocadas.

Se debe estar preocupado hasta cierto punto, porque existe una creencia generalizada en el gobierno de que una de las maneras de incentivar el crecimiento económico es forzando a que se den más créditos baratos.

Existe el mito de que la reforma financiera, que está siendo trabajada ya en comisiones del Congreso de la Unión, logrará que los créditos lluevan a tasas de regalo y que con base en eso se va a lograr un gran crecimiento económico.

Gran parte del discurso atrás de la reforma financiera tiene que ver con la creencia equivocada de que los bancos ganan demasiado dinero porque pagan muy bajos intereses a los depositantes y cobran muy altos a los acreditados. Así como que les encanta vivir de las comisiones por sus servicios, puesto que se trata de un mercado de muy baja competencia.

Hasta el momento pocos son los que se han preocupado por analizar cómo se integran los costos dentro del sector financiero y las fórmulas de competencia. Hace muy poco tiempo que el Banco de México obtuvo facultades para estudiar la competencia en el sector bancario y la Comisión Federal de Competencia jamás ha considerado este sector más que por las banalidades que han caracterizado la gestión de Eduardo Pérez Motta.

Con la intención de generar algo de cultura financiera y que se vaya aprendiendo de las diferencias que hay entre los riesgos bastaría señalar lo siguiente.

La tasa promedio en una tarjeta de crédito convencional ronda 35% porque básicamente se trata de un financiamiento a la palabra, es decir, dependen en gran medida de la buena voluntad del cliente de pagar. Las medidas para inhibir el no pago tienen que ver con la posibilidad del acreditado a tomar nuevos financiamientos.

Un crédito automotriz tiene una tasa que ronda 15% porque tiene una garantía real de recuperación como es el vehículo y hay créditos hipotecarios como el que ofrece HSBC, comandado por Luis Peña, con una tasa de 8.7% anual porque saben que en caso de impago pueden recuperar el bien.

Personal

Son cada vez más los sobrecargos de Aeroméxico que están convencidos de que su líder sindical, Ricardo del Valle, sólo quiere estallar la huelga en su fuente de trabajo como una suerte de escalera o una puntualización personal, que poco o nada tiene que ver con ASSA y mucho menos con el bienestar de los trabajadores.

Acusan a su líder no sólo de escuchar demasiado la voz de los radicales de lo que alguna vez fue Mexicana de Aviación, de pretender causar un conflicto en la aviación pretendiendo que la SCT intervenga con una suerte de rescate o una fantasía similar, sino algo mucho más grave.

Dicen que su líder no quiere regresar a su trabajo de sobrecargo y planea iniciar una carrera política, por lo que cree que una huelga le ayudaría para ser visto como una suerte de figura dentro del movimiento obrero y en la Unión
Nacional de Trabajadores.

Algunos apuntan que Del Valle pretendería estallar la huelga y levantarla en pocas horas para que se afectara lo menos posible la operación y sí dejar una señal de que es un líder duro.

De ser cierta esta versión, que se menciona insistentemente entre los sobrecargos de Aeroméxico, Del Valle no se mostraría como un buen dirigente sindical o prospecto político, sino como un hombre muy limitado en sus capacidades.

Si se hiciera un recuento de cuántos sobrecargos de Aeroméxico están a favor de la huelga, la realidad es que serían muchos menos que aquellos quienes prefieren mantener la operación en todo momento.

Ridículo

Que Javier Corral tenga problemas para comprender la realidad no es nuevo; sin embargo, el que existan quienes toman en serio a este senador de Acción Nacional es verdaderamente lamentable.

Su más reciente babosada fue decir algo así como que el gobierno le había perdonado tres mil millones de pesos en impuestos a Televisa para reconciliarse luego de la reforma en telecomunicaciones.

Primero. Se trata de una estupidez del tamaño del mundo creer que una facilidad fiscal que fue anunciada por el Servicio de Administración Tributaria, encabezado por Aristóteles Núñez, la creó el gobierno federal para congraciarse con una empresa en particular.

Segundo. Muy poco favor le hace al Pacto por México y a la propia reforma a las telecomunicaciones haciendo creer que todos los cambios legislativos que se hicieron en este sector fueron para dañar a una o dos empresas en particular.

El espíritu de los cambios a la ley es favorecer a la mayoría de los mexicanos y no dañar a quienes le caen mal a este lamentable senador.

Tercero. Hay medios de comunicación que han convertido a Corral en su santón porque creen que les ayudará a hacer sus negocios cuando, en realidad, sus oportunidades son bastante menores considerando su potencial económico y proyección de negocios.