Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

27 May, 2013

Aeroméxico: ¡salto al vacío!

No habrá requisa. Se lo confirmo. Pero la situación no es clara para Aeroméxico, sus trabajadores, clientes y socios. No descarto que Aerovías pudiera decidir por el Concurso Mercantil ante la negativa de Ricardo del Valle, de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA).

El Comité Central no ha querido negociar y tanto en la SCT como en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, de Alfonso Navarrete Prida, están conscientes de la actitud de Ricardo del Valle ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que encabeza Diódoro José Siller Argüello, pero también que las posturas están radicalizadas a pesar de que hay espacio de negociación de contratos “B” para los nuevos sobrecargos que sean contratados, además de la modificación de las cláusulas que fueron aceptadas por el sindicato de pilotos y de tierra.

Un día, la senadora del PRD Alejandra Barrales me comentó que era difícil aceptar tener en la contratación trabajadores de primera y de segunda; sin embargo, estaba consciente de que debería bordar la negociación sobre acuerdos de productividad, que al final tienen que ver con la eliminación de las cláusulas que, más que conquistas laborales, son herencias convenidas durante la administración gubernamental de la aerolínea.

Además, el antecedente existe en ASSA de que en 2010 acordó con Aeroméxico Travel modificar las cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo, relativas al seguro de gastos médicos, pases para volar y días de descanso obligatorio de los 49 sobrecargos que laboran en esa empresa y la dirigente era ¡Lizette Clavel!

Si ve las cifras del dictamen son impactantes: Aeroméxico ha reducido de 32.4% a 18% su participación en el mercado doméstico y en el internacional lo ha aumentado de 9.8 a 12.1% entre 2005 (cuando entran en operación las líneas de bajo costo) y 2012. La flexibilidad laboral es clave para ellas.

A diciembre de 2012, Aerovías tenía contratados cinco mil 876 trabajadores, de los cuales mil 376 son sobrecargos, un aumento del empleo de 15.5% desde la recesión económica. El costo total de operar al personal es de cinco mil 688 millones de pesos, y mientras el costo de pilotos aumenta 16%, el de sobrecargos lo hace en 19.3% entre 2010 y 2012, el de trabajadores de tierra y administrativos crece 0.3 por ciento. Eso explica por qué los otros dos sindicatos no están de acuerdo con la posición asumida por Ricardo del Valle, pues piensan que quiere sacar provecho para, conociendo lo que viene en Mexicana, reubicar a cercanos en Aerovías. La empresa se niega a contratar 165 plazas más sin que se justifique por expansión, productividad y eficiencia.

En cuanto a precepciones, mientras en el periodo los pilotos accedieron a ajustar 1.1%, los otros trabajadores del Sindicato Independencia y del SNTTAS 8.1%, en el caso de sobrecargos aumentó 3.3 por ciento.

Por lo pronto, le adelanto que hoy el subsecretario de Transporte, Carlos Almada, les comunicará oficialmente la decisión gubernamental de no requisar a Aeroméxico, encabezada por Eduardo Tricio y Andrés Conesa, y al Sindicato de Sobrecargos, que lleva Ricardo del Valle. Para que todos se den por enterados.

El viernes, la administración se reunió con el secretario Gerardo Ruiz Esparza y ya tienen muy claro que el gobierno del presidente Peña no modificará las reglas que se establecieron para Mexicana: no requisa y, si las partes quieren llevar el conflicto hasta el primer minuto del sábado entrante, habrá huelga.

El planteamiento es fácil de creer, pero aún la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje recibirá el dictamen de los especialistas que revisaron la información del Dictamen de Situación Financiera y Económica de Aerovías, donde queda muy claro que “los efectos positivos de la recuperación económica de Aerovías pudieran ser transitorios” y porque el mercado de transporte de pasaje creció 4.1% anual entre 2000 y 2012, pero este año no pinta bien la tendencia (Hacienda acaba de bajar de nuevo la previsión de expansión del PIB de 3.5% a 3.1 por ciento. En octubre era de 3.9 por ciento).

Para Aerovías es muy difícil competir con Volaris, Interjet y Viva Aerobus, pues tienen costos laborales del doble y, en el caso del sindicato de sobrecargos, es del triple, pero es probable alcanzar acuerdos de productividad. Sólo recuerde que en 2008, justo derivado del Conflicto de Naturaleza Económica que le interpuso Aerovías a ASSA, se modificaron algunas cláusulas del contrato, pero tuvieron una vigencia temporal de noviembre del 2008 a noviembre de 2011.

En Aerovías, haciendo rutas similares, el salario del sobrecargo es de 23 mil 773 pesos, mientras que en Volaris es de 12 mil 714 y en Interjet es de 11 mil 205 y 112% más. En VivaAerobus es menor. En el caso de los jefes de cabina, las diferencias son de 96% y 87% en sueldo y prestaciones.

El dictamen económico dice simple y llanamente que la viabilidad futura de Aerovías está condicionada a un programa agresivo de reducción de costos, incluyendo el de la fuerza de trabajo. Los otros tienen que ver con Aeropuertos, flota y sobre todo combustible.

Opciones las hay: 1) Que el sindicato acepte regresar a las condiciones de noviembre de 2011 y hacerlas permanentes. 2) Que decida proteger el contrato vigente y firmar condiciones distintas (le dicen Contrato B) para los nuevos contratados —algo que no se ve mal en el gobierno—. 3) Que los líderes de los otros sindicatos —que sí están molestos— convenzan a Ricardo del Valle de no llegar a la huelga porque sería suicida. 4) Que el jueves el secretario de Acuerdos y Asuntos Colectivos de la JFCA, Guillermo Eduardo Roca Santoscoy, con el peritaje del Conflicto de Naturaleza Colectiva que llega a su mesa este lunes, emita un dictamen dando la razón a Aeroméxico o al sindicato. En ambos casos presionaría la negociación. 5) No quería mencionarla, pero es factible que Aerovías se vaya a concurso mercantil, con el impacto que eso tendrá sobre toda la planta laboral y los usuarios del servicio.