¿De qué depende el crecimiento de una startup?

En México, 80% de los proyectos emprendedores fracasan dentro de los dos primeros años de vida, entre otras cosas por no contar con un plan de negocios bien elaborado o problemas para identificar las áreas de oportunidad de un mercado.

Según Les McKeown, consultor, emprendedor y autor de libros como “Predictable Success” un negocio que apenas va tomando forma pasa por etapas que pueden ser muy críticas, pero que se pueden manejar de manera adecuada. El fundador de 42 startups define 4 de estos ciclos que pueden ser decisivos para el crecimiento de una startup:

1. Los primeros pasos: Los fundadores de un negocio, principalmente los que tienen una base tecnológica suelen ser personas visionarias y son impulsados por un deseo de novedad y satisfacción de necesidades de un mercado incipiente.

Los emprendedores en este punto, deben encontrar rápidamente la manera de sustituir el capital semilla por un flujo de capital más constante y basado en los ingresos de la empresa. “Es un punto muy peligroso y la tasa de mortalidad de las empresas es alta” señala McKeown. Empezar un negocio implica trabajo duro; no hay que confiarse del financiamiento inicial.

2. El lado divertido del negocio: Tras pasar los momentos más difíciles de lucha, encontrar financiamiento y un nicho de mercado, la empresa habrá crecido de encontrar su camino entre la nada. Sobrevivir a la primera etapa y volverse significante (aun cuando el crecimiento no sea de tres dígitos) traerá competidores al campo. Ahí es donde debe fortalecerse la identidad de la empresa y la marca, producto o servicio que ofrece, señala.

3. Hacer que los expertos operen: Sin duda, la visión de los fundadores al principio es fundamental para el crecimiento de un startup. Sin embargo, si el desarrollo de la compañía ha sido óptimo, un fundador suele no tener visión de negocios en materia administrativa para que siga adelante. Es lo que McKeown llama ‘el operador’. “Si pides dinero al banco con sólo buenas ideas, probablemente no te darán nada. Si el operador actúa, la cosa será distinta”.

4. Buscar nuevos socios: En este periodo parece que las cosas fluyen por su propio peso y se ha crecido a buen ritmo, pero es un momento propenso para quebrar. En este momento, el consultor recomienda que se añada un nuevo elemento al tablero, que denomina ‘procesador’: un director financiero o un encargado de tecnología. Entre todos los jugadores de la empresa, deberá haber un equilibrio en donde los fundadores, así como el operador y el procesador trabajen a favor de la empresa sin relegarse responsabilidades.

A final de cuentas, señala McKeown, el 80% del crecimiento de una startup dependerá de qué tan bien se puedan manejar las tensiones entre los actores protagonistas de una nueva compañía. 

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