David Páramo

Análisis superior

David Páramo

4 Jun, 2013

Terrible ocurrencia

La secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal anunció una ocurrencia que generará más problemas que soluciones para el problema de la contaminación en la Ciudad de México.

De acuerdo con Tanya Müller a partir del año próximo, todos los vehículos que circulan en la Ciudad de México deberán dejar de circular un día de la semana sin importar el año o la tecnología para disminuir los contaminantes que contengan.

Para la funcionaria del GDF el problema es que se debe disminuir el número de vehículos que circulan en la ciudad y, según sus dichos, el problema no es la tecnología como a finales de la década de los ochenta cuando se aplicó este programa en la capital del país.

Es evidente que un vehículo que tiene más de cinco años contamina más que uno nuevo y no se diga de otro que tiene muchos más años. El propio desgaste que tienen los motores hace que disminuya su eficiencia y se reduzca su efectividad.

El obligar a todos los vehículos a no circular un día generará el efecto contrario, puesto que no disminuirá el parque vehicular. Quienes tengan acceso a los recursos comprarán automóviles usados para el día en que no circulen.

Candados

Según Müller “se pondrán candados” a la compra de vehículos.

Evidentemente, la funcionaria no ha podido desarrollar esta ocurrencia, puesto que no hay modo de instrumentar esta medida.

¿Se limitará el número de vehículos que pueda tener una persona en el Distrito Federal? Esta medida ni siquiera se le ha ocurrido a gobiernos como el de Nicolás Maduro o Fidel Castro.

Supongamos que se toma una medida de este tipo. ¿El límite será por familia, dirección o persona? ¿Cuál será el límite de vehículos? ¿Una persona no podrá manejar vehículos que no estén a su nombre?

Para seguir demostrando la falta de planeación. Imaginemos que se toma una medida fiscal progresiva por el número de vehículos. ¿Será por familia, dirección o persona? ¿Qué pasará con los vehículos que tienen placas del Estado de México o alguna otra entidad que está incluida en el programa Hoy no Circula?

Todo eso generaría que llegaran a la capital automóviles no sólo con placas de otras entidades sino incluso chocolates con las muchísimas implicaciones negativas que tiene para importantes sectores de la sociedad.

Desde el punto de vista económico las personas dejarán de tener incentivos para renovar sus vehículos o, si lo hacen, tratarán de mantener el automóvil del que generalmente se desprenderían.

En la actualidad los vehículos que no circulan diariamente en la Ciudad de México sufren una fuerte depreciación.

Apreciación

El primer efecto nocivo será que mantendrán y tenderán a incrementar su valor en detrimento de la venta de vehículos nuevos que no sólo contaminan menos sino que, además, son uno de los motores más importantes de la economía nacional.

Al mantenerse este tipo de parque aumentarán el robo de autopartes y automóviles en la capital del país y su zona conurbada.

Es importante señalar que una de los sectores más dinámicos de la economía es, precisamente, el automotriz. Tristemente, la AMDA y la AMIA ya recurrieron al expediente de agachar la cabeza hasta el último momento cuando poco quede por rescatar.

Vamos, una buena parte de la cartera de las instituciones de crédito son los financiamientos automotrices, los cuales se verían afectados en un entorno donde se busca que los bancos presten más.

Quizá Müller y quienes están atrás de esta ocurrencia ignoran que sólo 30% de los vehículos del país cuentan con seguro y la mayoría de éstos tienen antigüedades inferiores a los tres años.

Deberían preguntar cuál es el impacto no sólo al patrimonio de las personas sino a las finanzas de la Ciudad de México de los accidentes automovilísticos de personas que no tienen seguro.

Inseguridad

La pérdida de incentivos para los automóviles nuevos generará un aumento de siniestros en los que los involucrados no tengan seguros y, por lo tanto, se terminarán afectando las finanzas de la capital y de sus personas.

¿Ahora sí los gobiernos emanados del PRD estarán a favor del seguro obligatorio al que se opusieron por una grave cerrazón política?

La secretaria del Medio Ambiente del DF está buscando la solución que parece más sencilla cuando, en realidad, implica muchos mayores problemas de los que se pretenden solucionar.

Quizá ha llegado el momento de reconocer que la política seguida por los gobiernos del DF en materia de crear segundos pisos fue un error monumental que, como advertimos desde el primer momento, fomenta el uso de vehículos.

Más allá, una buena parte de los cuellos de botella de esta ciudad tienen que ver con la mala planeación de las subidas y bajadas de los segundos pisos; malos procedimientos en el manejo de la vialidad por parte de la policía; la amplia tolerancia con los grupos de manifestantes; así como la muy mala cultura vial.

Se tiene que hacer seriamente un programa de transporte metropolitano (no sólo capitalino) que considere origen y destino. No se puede pedir a la gente que deje de usar su vehículo cuando el Sistema de Transporte Colectivo está tan limitado, existe un terrible desorden en los servicios de taxis donde existe una gran cantidad de autos pirata, así como en los microbuses.

Empate

La administración de Aeroméxico, encabezada por Andrés Conesa, logró un empate con ASSA con sabor a derrota. Si bien se conjuró la huelga y se logró un aumento salarial inferior al que pedía el gremio representado por Ricardo del Valle, también es un hecho que la empresa tuvo que suspender el conflicto de naturaleza económica por lo menos hasta el primero de julio.

Quedaron en que se crearía un comité, en el que el sindicato no tiene muchos incentivos para lograr un acuerdo, en el que se revisará el contrato colectivo para los sobrecargos que entrarán a trabajar en el futuro.

Es necesario que Aeroméxico (accionistas, directivos y trabajadores) comprenda que tienen una situación bastante parecida a la de Mexicana de Aviación y que el concurso mercantil no es una posibilidad tan remota.