David Páramo

Análisis superior

David Páramo

6 Jun, 2013

Postergan problemas

El fin de semana parecería que la administración de Andrés Conesa y el sindicato que comanda Ricardo del Valle no sólo habían conjurado la huelga de la línea aérea sino que habían entrado en una fase en la cual el contrato colectivo de los nuevos sobrecargos sería similar al que hoy tienen pilotos y trabajadores de tierra, es decir, mucho más adecuado a la realidad que vive Aeroméxico.

Sin embargo, sólo se alargó el problema. A cambio de la promesa de crear una mesa de negociación, que ya comenzó a sesionar, la empresa detuvo su conflicto de naturaleza económica que, habían dicho, no detendrían bajo ningún principio. Aseguran que ASSA a cambio no podría emplazar a la empresa a huelga por la negociación de este nuevo contrato colectivo y que estará listo antes del primero de julio.

De acuerdo con las declaraciones del líder sindical no se acordó que obligatoriamente firmarían un contrato para los nuevos sobrecargos. Dicho de otro modo, no se comprometieron a absolutamente nada y de ser así el líder sindical, que no se caracteriza por su apego a la verdad, habría obtenido una victoria histórica para él y su movimiento, puesto que seguiría alargando esta petición que la empresa hizo al sindicato desde 2010 y que Del Valle le escondió intencionalmente a sus agremiados. Sin embargo, no necesariamente sería una victoria para los trabajadores de Aeroméxico, una línea aérea que está más cerca del Concurso Mercantil que de vivir sus mejores tiempos.

Concurso

Ahí están las advertencias del titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, en el sentido de que se tienen que revisar con mucho cuidado los números de la línea aérea puesto que podría entrar en una situación similar a la de Mexicana de Aviación.

Desde que fue adquirido Aeroméxico era claro que uno de sus principales problemas es el muy elevado costo de los contratos colectivos.

Una de las maneras para fijar el nivel salarial adecuado es compararse con el mercado, es decir, con sus principales competidores Volaris e Interjet. Un sobrecargo de Aeroméxico gana prácticamente el doble que uno de la competencia.

Si bien el salario tabular (sin prestaciones) es muy similar, el gran cambio tiene que ver con prestaciones, viáticos y pagos adicionales que están en el contrato colectivo de trabajo.

Tienen estímulos de asistencia perfecta (como si no fuera una obligación presentarse a trabajar), seguros de vida y gastos médicos; boletos nacionales e internacionales; pago por retiro y/o jubilación; pagos extraordinarios por número de aterrizajes, vales de gasolina y hasta viáticos que no requieren comprobación.

El ingreso ya con prestaciones es mayor al que tienen los sobrecargos de empresas como Delta Air Lines, Southwest, United o US Airways.

Vale la pena destacar que, como ocurrió con los pilotos que tienen como líder a Carlos Morineau, no se pretende quitar estas prestaciones a los que hoy tienen trabajo sino que este contrato sea para los que ingresen a trabajar.

Quizá la única petición que se ha hecho es que se tomen decisiones en el sistema de asignación de roles de vuelo que permitiría a la empresa contar con una mucho mayor flexibilidad.

El secretario general de ASSA ha escondido la información a sus agremiados y ha tratado de crear un conflicto que podría llevar a su fuente de trabajo al concurso mercantil bajo un supuesto falso: Que le va de maravilla a la empresa y los trabajadores que aún no ingresan tienen que beneficiarse de ella.

La realidad, pura y llana, es que Volaris e Interjet están creciendo mucho mejor y más rápido que Aeroméxico. No vaya siendo que cuando acaben los berrinches sindicales ya no sean la primera línea aérea del país.

Reacción

Una estrategia exótica de los políticos es lanzar borregos para ver cuál es la reacción de la opinión pública para tratar de medir la viabilidad de alguna medida. Otra es que hay funcionarios que creen que sus ocurrencias deben hacerse públicas sin mayor proceso de razonamiento.

El fin de semana la secretaria del Medio Ambiente del gobierno del Distrito Federal, Tanya Müller, lanzó un borrego o una ocurrencia al decir que a partir del próximo año todos los vehículos, incluso los nuevos, tendrían que dejar de circular un día a la semana.

De acuerdo con sus declaraciones iniciales el programa entraría en vigor el año próximo y como tiene como objetivo disminuir el número de vehículos se pondrían “candados” a la propiedad de automóviles. En sus más recientes declaraciones ha dicho que es una medida que está en estudio y que la decisión se tomará en los primeros días de diciembre.

Como señalamos en esta columna desde el primer momento, se trata de una medida absurda y ridícula que no sólo no lograría una disminución en los índices de contaminación sino que causaría cualquier cantidad de problemas colaterales.

Afortunadamente ayer la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles, AMDA, inició una reacción oficial como es necesaria ante tamaña barbaridad. No sólo invitan a Müller a que haga precisiones en torno a su plan para poder tomar medidas mucho más serias. De hecho, recuerdan algunas de las propuestas que han hecho en el pasado.

El borrego/ocurrencia de Müller también ha sido cuestionado por algunos miembros de la Asamblea del DF a quienes algunos tratan de descalificar argumentando cuestiones políticas cuando, en realidad, es una de las medidas más absurdas que se le hayan ocurrido a un gobierno de la capital.

Competencia

Para los que dicen que no hay competencia en el sector bancario. Cuando Bancomer lanzó un muy agresivo programa para disminuir el enganche en sus créditos hipotecarios; HSBC, encabezado por Luis Peña, no sólo opacó al banco hipotecario del país sino que causó una revolución en el mercado con un crédito a tasa fija de 8.70 por ciento.

Bueno, pues como sucede en la competencia ahora el turno le tocó a Banamex. El grupo financiero encabezado por Javier Arrigunaga acaba de lanzar un crédito a tasa fija de 8.65% con lo que tiene el más bajo del sistema.

Como hemos dicho, quienes pretenden que por decreto haya mucho financiamiento y barato es porque tienen una terrible incultura financiera.