Pemex quiere actuar con libertad

CIUDAD DE MÉXICO, 6 de junio.- Con la firma de convenios con otras petroleras internacionales, Petróleos Mexicanos (Pemex) lanza un mensaje claro al país: que necesita libertad de asociación.

De acuerdo con expertos del sector, la paraestatal mexicana tiene la consigna de proclamarle al mundo que tiene que relacionarse de forma comercial con sus símiles de otros países.

Hasta el momento, todos estos pactos  tienen como finalidad “compartir el conocimiento”, una firme manifestación de que no puede sola, que necesita ayuda.

“Pareciera, en este sentido, que Pemex está sugiriendo una modificación al marco jurídico de la industria petrolera nacional para que pueda aliarse, como se acostumbra en el mundo, con otras petroleras”, aseguró Arturo Carranza, especialista de la firma de análisis y asuntos públicos Solana Consultores.

Recordó que las alianzas actuales que Pemex tiene con otras petroleras son convenios de colaboración en temas particulares, los cuales atañen, principalmente, aspectos como investigación, desarrollo tecnológico y capacitación.

“Estos esquemas de colaboración son limitados, toda vez que no representan acuerdos comerciales, sino que están enfocados en la administración del conocimiento”, señaló.

Sólo en abril pasado, Pemex firmó un contrato con Sinopec, una de las dos petroleras que controla el gobierno chino, mediante el cual la mexicana le exportará 30 mil barriles diarios de petróleo crudo, una cantidad que esperan se incremente con el paso del tiempo.

Objetivo: diversificación

Petróleos Mexicanos enfrenta, a largo plazo, un reto importante, ya que al final de esta década Estados Unidos, principal destino de exportación de crudo, reducirá sustancialmente las importaciones de este hidrocarburo, conforme a lo señalado recientemente por Barack Obama, primer mandatario de ese país.

Ante ello, Pemex tiene la misión de diversificar, de acuerdo con expertos, los lugares adonde vende el petróleo.

“Durante los últimos meses la nueva administración ha puesto énfasis en la necesidad de ampliar la capacidad de ejecución de la empresa a través de alianzas. Los funcionarios de la paraestatal explican que el desarrollo de proyecto complejos, como aguas profundas y gas shale, deben considerarse a partir de esquemas de participación que permitan a Pemex compartir riesgos”, comentó Carranza.

Por ejemplo el acuerdo firmado entre Pemex y Exxon el 3 de abril pasado, tiene como finalidad la colaboración conjunta en “temas en común”, aunque no se aclararó sobre cuáles, mientras que el que celebraron la paraestatal y British Petroleum el 23 de octubre de 2012 tiene como finalidad que la petrolera británica enseñe a la mexicana a manejar la contención de un eventual derrame, toda vez que Pemex está ejecutando su estrategia de perforación en aguas profundas del Golfo de México.

Otros pactos recientes han sido con la noruega Statoil y otro con la japonesa Mitsui, en el que Pemex se comprometió a asignarle la construcción del ducto Tucson-Sásabe para importar gas de Estados Unidos.

Así, la teoría de Carranza se reafirma, al tomar registro de que previo a la reforma energética de 2008 Pemex hizo una serie de acuerdos con empresas internacionales para demostrar que la necesidad de asociación es real.