Código PABI, en riesgo de desaparecer

Seguramente se acuerda de que hace ya casi cinco años surgió el Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas dirigidas al público Infantil, el Código PABI. Una iniciativa del Consejo Nacional de Autorregulación y Ética Publicitaria, CONAR, que agrupa a las grandes empresas fabricantes de alimentos del país y de la Cofepris, cuando aún estaba encabezada por Miguel Ángel Toscano.

El problema es que a más de cuatro años no todas las empresas que participan en l CONAR han firmado el PABI y, si bien ha habido algunos cambios en los anuncios de productos dirigidos al público infantil, por ser un código de autorregulación no ha habido un formal seguimiento ni una gran difusión sobre sus procesos de evaluación, y la obesidad infantil se sigue considerando como uno de los mayores problemas de salud a nivel nacional.

Pues todo indica que el PABI está ya en proceso de extinción, al menos en lo que se refiere a ser un programa de autorregulación en el que no se aplican sanciones por parte de las autoridades. Y dejará de serlo por dos motivos: por un lado, por el programa nacional contra la obesidad, que está a punto de ser anunciado por la secretaria de Salud, Mercedes Juan, y, por el otro, por la reforma de telecomunicaciones promulgada la semana pasada.

Entre las atribuciones que el artículo 3º del decreto presidencial fijó al Congreso está que dentro de los próximos seis meses deberá aprobar el marco jurídico para regular, entre otros aspectos, el derecho de réplica en todos los medios y establecer la prohibición de difundir publicidad engañosa o subrepticia.

Establece también que el nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones, IFT, deberá asegurarse de que “la programación dirigida al público infantil respete los valores y principios del artículo 3º de la Constitución y las normas en materia de salud.”

Esto implica que el PABI dejará de ser voluntario y que todas las empresas, les guste o no, tendrán que cumplir con las normas que fijen la Secretaría de Salud y el IFT en materia de programación y publicidad dirigida al público infantil.

Profeco, amas de casa vigilantes

Alfredo Castillo, procurador federal del Consumidor, quiere marcar la diferencia en la Profeco, y entre sus innovaciones está el programa Amas de Casa Vigilantes, en el que participarán 650 jefas de familia en todo el país y actuarán como una especie de testigos sociales para presentar quejas o denuncias en contra de abusos por parte de prestadores de servicios o comerciantes.

Aunque hay muchas dudas sobre el funcionamiento y eficacia de este programa, Castillo confía en impulsar la denuncia ciudadana.

Balance: De Swaan; Cortina Gallardo; Miguel Alemán

En el balance semanal, el Premio Limón Agrio es para el aún presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, por un lado, porque ejerció su voto de calidad en el pleno al postergar 24 meses la consolidación de aéreas de servicio local, ASL, que pasarán de 397 a 172. El problema al oponerse a la propuesta de los comisionados Gonzalo Martínez Pous y Alexis Milo de adelantar la consolidación, se perjudica a los usuarios que seguirán pagando tarifas de larga distancia local que tienden a desaparecer en todo el mundo. Los beneficiados son, desde luego, las empresas telefónicas. Además, en la comparecencia en el Senado para explicar lo que sucedió con el apagón analógico en Tijuana, fueron evidentes las grandes diferencias al interior de la Cofetel, ya que todos los comisionados criticaron el proceso seguido con el apagón que —dijeron— es responsabilidad de De Swaan.

Esta semana, la primera Naranja Dulce es para Juan Cortina Gallardo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera por el programa Cero tolerancia al trabajo infantil, firmado con la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar, la Unión Nacional de Cañeros y el Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares. De acuerdo con Cortina, actualmente se ha detectado que menos de 1% del trabajo infantil agrícola se realiza en la caña de azúcar y la meta es que para el 12 de junio de 2016 esté erradicado el trabajo realizado por niños menores de 14 años, y combatir el trabajo peligroso para los trabajadores adolescentes en toda la cadena de productiva de esta industria. El programa de acción se firmó el miércoles pasado, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, ante el Secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, y el director de la OIT para México y Cuba, Thomas Wissing.

La segunda Naranja Dulce es para Miguel Alemán, presidente de Interjet, porque es la primera aerolínea de México en obtener ante la Dirección General de Aeronáutica Civil la certificación de su Sistema de Gestión Operacional SMS. La Organización de Aviación Civil Internacional, OACI obliga a todas las aerolíneas a la certificación SMS.