Lecciones de Harvard: Cambia al mundo, acuéstate a las 10 pm

CIUDAD DE MÉXICO.- Dormir lo suficiente es una necesidad para cada humano del planeta. Los argumentos a favor de esta causa son avalados por una montaña de evidencia sobre los costos del insomnio y la eficacia de varias intervenciones.

Un consejo clave para defender la causa sería influenciar a los influyentes. Entre ellos figura, por ejemplo, la industria del entretenimiento: ¿Qué se necesitaría para lograr que los guionistas y directores dejaran de representar a la gente operando sin dormir como modelos de machismo y dedicación? Pero además de los influyentes de siempre, hay otro grupo que debería ser reclutado al movimiento de una mejor salud de sueño: el sector corporativo. La lógica para apuntar hacia las corporaciones tiene cuatro partes:

•             INTERÉS EGOISTA. Siendo las empleadoras más grandes del mundo, las grandes empresas pueden beneficiarse directamente de una mayor concientización de la importancia del sueño. Marca toda una diferencia en la productividad y pega en los estados financieros con costos más bajos de servicios de salud.

•             INFRAESTRUCTURA SUSTANCIAL. Las empresas tienen capacidades invaluables que pueden aplicar a una campaña de salud pública, como canales de comunicación para que se corra la voz y programas de bienestar para apoyar los buenos hábitos. También tienen el poder de cambiar la forma de trabajar de los empleados con sus políticas.

•             INFLUENCIA SOCIAL. Además de tener influencia local interna sobre sus propios trabajadores, los grandes empleadores ayudan a establecer normas más amplias en la sociedad. Es importante hacer que se enfoquen en la importancia de la salud del sueño, porque las expectativas que crean sobre las claves para un buen trabajo y el éxito se derraman a otros terrenos.

•             SENTIDO DE PARTICIPACIÓN. También está el hecho de que los ambientes de trabajo cultivados por muchas compañías son la razón del sueño inadecuado de mucha gente. Independientemente de si la causa del insomnio es una cultura híper competitiva que fomenta que los empleados ambiciosos quemen combustible a media noche o la ansiedad de trabajar para un mal jefe, las compañías contribuyen a los déficits de sueño de la gente. Para algunas firmas, esa participación podría traducirse en un sentido de obligación.

Por esto motivos, tiene sentido atraer más empresas al movimiento para cambiar actitudes y comportamientos respecto al sueño. Si es un líder corporativo, constantemente le piden que contribuya a una causa. Tiene los motivos y los medios para cambiar la actual cultura disfuncional del sueño y serán muchos los que descansarán mejor cuando lo haga.

Julia Kirby es editora externa de HBR y coautora de "Standing on the Sun: How the Explosion of Capitalism Abroad Will Change Business Everywhere”

*bb